CIUDAD DE MÉXICO.- La minería necesita más mujeres. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es momento de recordarlo. Aunque la digitalización ha derribado algunas barreras, la participación femenina en el sector sigue atrapada en un rango del 8% al 17% a nivel global, según McKinsey & Company. Pero el verdadero desafío no está solo en los números: la falta de acceso a liderazgo, la brecha salarial y una cultura que aún excluye a muchas siguen frenando el cambio.
“No es solo un problema de representación, es una falla estructural que frena el crecimiento de la industria. Los estereotipos de género y las prácticas empresariales tradicionales han creado un círculo vicioso: pocas mujeres acceden a puestos clave y, sin referentes femeninos, el cambio avanza lento. Esta desigualdad no solo afecta a las trabajadoras, también reduce la innovación, la eficiencia y, en última instancia, la competitividad del sector minero”, afirma Zulma Herrera, Socia y CEO de Mynotauro Co.
La falta de equidad se profundiza cuando se comparan los distintos rubros del sector. En la minería artesanal, las mujeres representan solamente un tercio de la fuerza laboral, mientras que en operaciones a gran escala rara vez superan el 10%, y la mayoría ocupan puestos administrativos, reporta la Organización Internacional del Trabajo (OIT). No se trata solo de una diferencia numérica, sino de los roles y oportunidades a las que pueden acceder. Mientras la industria avanza hacia un futuro más digital y automatizado, es necesario cuestionar por qué el talento femenino sigue limitado a ciertas áreas y qué cambios se necesitan para garantizar su participación en todos los niveles.
El desafío que es para las mujeres adaptarse al sector es el resultado de prejuicios, modelos de liderazgo anteriores y políticas empresariales que favorecen a los hombres. De acuerdo con McKinsey & Company, el 44% de las mujeres en la industria minera cree que no ha recibido las mismas oportunidades de ascenso que sus compañeros hombres, y un 20% destaca la falta de oportunidades adecuadas de crecimiento. Esta discriminación no solo limita el desarrollo individual de las trabajadoras, sino que también priva a la industria de todo el potencial que una mayor inclusión podría aportar.
4 razones para apostar por la equidad de género
En palabras de Zulma Herrera, la equidad de género en la minería no solo es un tema social, es una estrategia inteligente para el negocio. La diversidad de género impulsa la innovación y mejora la toma de decisiones. Además, apostar por la equidad es invertir en un futuro más competitivo y sostenible, con beneficios operativos claros, tales como:
⦁ Mayor productividad y eficiencia: La diversidad de perspectivas impulsa la innovación y la resolución de problemas. Empresas con equipos diversos tienden a tomar mejores decisiones y optimizar procesos.
⦁ Ambientes laborales más seguros: La inclusión de mujeres en la minería está asociada con una mayor atención a las normas de seguridad y mejores condiciones de trabajo.
⦁ Atracción y retención de talento: La minería enfrenta un reto de escasez de talento. Incorporar a más mujeres amplía la base de trabajadores potenciales y reduce la rotación laboral.
⦁ Mejor reputación y cumplimiento normativo: Las empresas con políticas de equidad de género tienen mejor imagen pública y cumplen con estándares internacionales de responsabilidad social, lo que las hace más atractivas para inversionistas.
“El cambio no sucederá de inmediato, pero los beneficios son alcanzables. No se trata solo de abrir puertas a las mujeres, sino de construir una industria preparada para el futuro. Abordar las barreras existentes y fomentar una cultura de equidad beneficiará a todo el sector, impulsando su competitividad y sostenibilidad a largo plazo. Este enfoque no solo genera un entorno más inclusivo, sino que también fortalece las bases para un desarrollo más sólido”, concluye Zulma Herrera, Socia y CEO de Mynotauro Co.
AM.MX/fm