CIUDAD DE MÉXICO.- La integridad es una de las cualidades más importantes de las personas pues en ella se fincan las relaciones de todo tipo, y en el mundo laboral no es la excepción ya que la ausencia de ésta puede traducirse en pérdidas que van desde la confianza en una empresa, hasta afectaciones económicas. De ahí la importancia de medir y promover la integridad de los colaboradores.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), una empresa íntegra es más competitiva y algunos de los beneficios que obtienen las organizaciones que deciden apostar por la honestidad tanto de empleados como directivos son: atraer nuevos clientes, retener al talento y expandirse a nuevos mercados.
Por el contrario, si existen conductas deshonestas en una organización se genera ineficacia, mal ambiente laboral, fallas con los clientes, daño reputacional y afectaciones económicas, entre otros riesgos, por ello especialistas en integridad laboral consideran vital hacer evaluaciones que permitan identificar desde un posible comportamiento deshonesto, hasta la inteligencia emocional de las personas.
Para ello existen pruebas estandarizadas y validadas científicamente, como las que ofrece MIDOT, referente en evaluaciones de integridad laboral, las cuales se adaptan a cada etapa del ciclo laboral, midiendo los indicadores adecuados de acuerdo con el perfil de cada candidato y/o empleado. Un estudio realizado por la multinacional indica que cuando una persona recibe retroalimentación de una prueba de honestidad, tiende a disminuir su nivel de comportamiento deshonesto.
El costo de la deshonestidad para las empresas
Fernando Calderón, Managing Director de MIDOT México, afirma que el problema de la deshonestidad en las empresas no es menor ya que “las organizaciones pueden ver impactado el 10% de sus ingresos por comportamientos poco éticos por parte de los colaboradores”. En ese sentido destaca que todo es cuestión de confianza y por ello debe haber más conciencia y conocimiento sobre la importancia de la integridad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE, 2020), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la corrupción, el robo hormiga y el fraude forman parte de los delitos que de manera más frecuente sufren las empresas en México, es decir se trata de actos que representan deshonestidad de los colaboradores.
A su vez, la Asociación de Certificadores de Fraude (ACFE, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos calcula en su informe Fraude Ocupacional 2022, realizado en 133 países, que las pérdidas económicas en las empresas supera los 3.6 mil millones de dólares anuales, e indica que los dueños o altos ejecutivos cometen el 23% de este delito, lo que representa el mayor impacto económico.
Para Fernando Calderón, es recomendable realizar evaluaciones que ayuden a seleccionar a los candidatos mejor calificados y aptos para las empresas según sus comportamientos, y no contratar personas que puedan cometer delitos organizacionales.
Con más de 40 años de experiencia, MIDOT cuenta con evaluaciones pre-empleo, enfocadas a que las empresas encuentren el mejor capital humano, como INTEGRITEST, y pruebas que facilitan la evaluación periódica de la integridad y lealtad de los empleados a lo largo del ciclo de vida laboral, como TRUSTEE. Su innovadora plataforma de gestión de evaluaciones en línea, PODIUM ofrece procesos flexibles, económicos y resultados precisos.
Esta firma, de origen israelí, observó un incremento de casi el 40% en el uso de pruebas digitalizadas sobre integridad y honestidad en los últimos dos años. “Estas herramientas son de gran ayuda para las empresas ya que permiten un seguimiento de los comportamientos que tienen los colaboradores, además de que incrementan la seguridad y ayuda en la toma de decisiones”, comenta Calderón.
Cuando una empresa actúa éticamente, fomenta una cultura de integridad que motiva a sus empleados a proceder de la misma forma a nivel individual, formando así un círculo virtuoso, según el Módulo 11 Integridad y Ética Empresarial, desarrollado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) bajo su iniciativa Educación para la Justicia.
Como menciona Fernando Calderón, en una relación laboral la confianza en los colaboradores es fundamental, sin embargo, las empresas no siempre realizan evaluaciones para conocer más sobre las personas a contratar, y esa misma confianza puede hacer que las organizaciones sean vulnerables a riesgos laborales.
El fraude ocupacional, aquel que comenten los individuos contra las organizaciones que los emplean, se considera el delito financiero más costoso y común a nivel global. Las áreas dentro de la organización donde más se comete son: operaciones (15%), contabilidad (12%), alta dirección (11%), y ventas (11%), señala ACFE. Una de las razones por las que es tan costoso y común es simplemente que hay muchas personas en condiciones de cometer estos delitos.
Además, especialistas han señalado que después de la pandemia de COVID-19, aumentó el riesgo de malas conductas en las empresas, debido -entre otros factores- a las afectaciones económicas causadas, la incertidumbre y el aumento en las cargas de trabajo.
Ante estos datos, es vital contar con herramientas que ayuden a procurar la integridad de los colaboradores a todos los niveles e implementar acciones concretas que garanticen tener al mejor capital humano, pues la falta de esta cualidad puede llevar a cualquier organización al fracaso.
AM.MX/fm