Andy S. K. Brown*
Los criminales, tratados por igual: CS
La CTM en poder de la hija de Aceves
Instituto protector ¡sin protecciones!
… inche Mayo Zambada. Por creído y dejado, porque fácilmente fue engañado por su ahijado Joaquín Guzmán López, es por lo que ya desde hace más de un año en Sinaloa y en otras regiones del país se ha desatado la mortífera violencia.
De no haber caído en la trampa que le tendieron los llamados Chapitos, la pax narca seguiría prevaleciendo y la señora Claudia Sheinbaum no tendría de qué preocuparse, igual que tampoco lo hiciera su antecesor López Obrador.
Hoy, sin embargo, tenemos el aparente consuelo de que la inquilina del “presidente López Obrador” en Palacio Nacional ¡no toma partido por ningún de los dos bandos en pugna!, según apenas dijo.
¡Qué consuelo!, repito.
Porque su obligación no es tomar partido por alguno de ellos, sino combatirlos a ambos por igual…
… lo que en los hechos no sucede, toda vez que pese a las visitas “cada dos o tres semanas” de los integrantes de su gabinete de (in)Seguridad, no obstante la presencia de decenas de miles de elementos de las llamadas fuerzas federales que sólo pasean por calles y avenidas de las principales ciudades sinaloenses, las ejecuciones, las desapariciones, los robos de vehículos siguen exactamente igual que cuando comenzaron en septiembre de 2024: a diario y al alza.
¿Qué hace falta para que, cuando menos, la pax narca vuelva a instalarse en la entidad del noroeste?
¿Acaso un determinante factor político?
¿La defenestración del dizque gobernador Rubén Rocha Moya quien, evidentemente, sí ha tomado partido por Los Chapitos?
Que ahí quede de tarea de fin de año para la señora Sheinbaum.
¿O prevalecerá el dogma de que “todos somos hijos de Dios”?
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Mientras la criminal CATEM acaba de comerle todo el mandado, la CTM –que ya no es priísta, dicen— agoniza.
Fundada hace ya casi un siglo por Vicente Lombardo Toledano, su primer secretario general, y Fidel Velázquez Sánchez, quien más tarde lideraría la organización durante décadas y se convertiría en una figura central del sindicalismo mexicano junto a líderes como Fernando Amilpa Rivera, Blas Chumacero y Jesús Yurén, entre otros.
Formalmente, su dirigente actual, Carlos Aceves del Olmo se encuentra en la misma situación que la vieja central obrera: enfermo e incapacitado.
Y eso ha permitido que, ilegalmente, Leticia Aceves, hija del dirigente formal, acapare las funciones del liderazgo, sobre todo aquellas que tienen relación con cuestiones económicas.
No es uno, ni dos, ni tres, sino la mayoría de los dirigentes de gremios nacionales y de industria aún cetemistas –muchos han migrado hacia las filas comandadas por Pedro Haces–, quienes están inconformes con esta situación prevaleciente desde hace ya más de nueve meses.
Peor cuando hay rumores de que la señora Aceves inclinará la balanza sucesoria de su padre en favor de un dirigente que ya le había entregado un primer pago de ¡30 millones de pesos!
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El austericidio provocado por la bancarrota del gobiernito provoca frecuentes hackeos a las instituciones de la fallida Administración que carecen de recursos para adquirir los necesarísimos servicios de empresas de seguridad informática.
El colmo de los colmos fue la intromisión de Guacamaya Leaks –en realidad fue la CIA– a los servidores de la bien pertrechada Secretaría de la Defensa Nacional en el primer sexenio de AMLO.
En este que es el segundo periodo del tabasqueño al frente de las instituciones, constantemente nos enteramos de que esta o aquella otra dependencia son kackeadas. El IMSS, por ejemplo, que ahora empezará a hacer incursiones de protección ante ataques con Inteligencia Artificial.
Pero un nuevo colmo ha irrumpido. De acuerdo con denuncias de su propio encargado, Santiago Nieto, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, cuya misión es proteger los derechos de personas físicas y morales, fue pirateada.
Tarde se dio cuenta don Santiago de la existencia de un portal apócrifo que empleaba logos institucionales para hacer cobros a ciudadanos por supuestos trámites.
Queda como alivio, al menos que fue el IMPI y no la UIF cuando este funcionario la encabezaba, que sufrió el asalto de los corsarios cibernéticos.
¿O también entonces?
@AndySKBrown*
* Pseudónimo bajo el que se redactan informaciones aportadas por los colaboradores y lectores del portal Índice Político.
