Andy S. K. Brown*
Indignación nacional por Carlos Manzo
Gabinete de seguridad, ¿ya para qué?
Ramírez Bedolla, corresponsable impune
Todo México está indignado tras la ejecución pública del alcalde uruapense Carlos Manzo Rodríguez, quien irrumpió en la política nacional con una narrativa desafiante y congruente con sus acciones. Una vez más –ya son incontables– la sociedad exige seguridad y justicia.
Ante ello, la señora Claudia Sheinbaum seguramente menospreciará la exigencia y dirá que es porque quienes demandamos que el gobierno cumpla la principal responsabilidad del Estado somos de otras filiaciones políticas distintas a la de ella, como recién hizo con los agricultores que reclaman un mayor precio de garantía para sus productos.
Oídos sordos. Manzo pidió apoyo a Sheinbaum en su combate en contra de los violentos delincuentes que asuelan a su terruño. Los denunciaba. Daba nombres. Incluso de los políticos michoacanos ahora en el poder que mantienen “intolerable alianza” con los criminales. No recibió lo que solicitaba para defender a sus gobernados.
Simularon brindárselo enviándole a militares de alto rango señalados de tener ligas con aquellos a quienes deberían combatir.
Usaba chaleco blindado porque sabía que su vida corría permanente peligro. No se lo puso el sábado por la noche, porque cargaba y abrazaba a su hijo y quería sentir el contacto con él durante el festejo para conmemorar a los muertos… muchos de ellos asesinados en los últimos años, los de los “abrazos y no balazos”.
Nunca lo oyeron. Lo ignoraron, pese a su alta visibilidad en las redes sociales donde tenía decenas de miles de seguidores.
Sheinbaum, incluso, llegó a descalificarlo en una de sus insoportables mentiñeras.
Desde ayer, Uruapan amanece indefensa. Sin la voz ni la acción de un patriota que de antemano conocía que su vida tenía precio porque sus palabras herían las sensibilidades de los poderosos políticos y sus aliados de la delincuencia.
Esta indignación nacional tendrá consecuencias. Ya lo verá usted.
¡Descanse en paz Carlos Manzo!
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Dejaron sus palos de golf en casa, lo mismo que las armas con las que acudirían a divertirse a los campos de tiro. Fueron convocados por su comandanta a una reunión extraordinaria, ya no a las 6:00 de la mañana sino hasta las 9:00, pero eso sí ya con chilaquiles o barbacoa en proceso de digestión.
El post de la jefa en X les tiró línea: Apoyo a Michoacán. Que no haya impunidad”, bla, bla, bla.
Y un señalamiento de la señora que provoca más temor que confianza: Que “los mandos territoriales de Defensa y Guardia Nacional mantenían comunicación con el alcalde y contaba con protección federal”.
¿De qué sirvió?
Reunión dominical del gabinete de (in)seguridad.
¿Ya para qué?
Mejor se hubieran ido a jugar golf o a tirarle al blanco.
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Como todos los morenistas, Alfredo Ramírez Bedolla se irá de rositas tras el artero crimen del alcalde de Uruapan.
Es un gobernador por default. Recuérdese que al candidato original de Morena lo expulsaron de la cancha por no presentar comprobantes de sus gastos de campaña.
Ramírez Bedolla fue varias veces señalado y acusado por el fallecido Carlos Manzo de ser uno de los principales generadores de la violencia criminal que sufre Michoacán a través de la gendarmería estatal, pomposamente llamada Guardia Civil.
La extorsión y la complicidad de esos genízaros con los delincuentes, usted sabe.
Pero la federación que aparentemente cuidaba al alcalde ejecutado en la plaza pública y frente a centenares de sus gobernados, tampoco escuchó ese reclamo.
Seguramente porque Manzo abandonó al movimiento de la 4T.
@AndySKBrown1
* Pseudónimo bajo el que se redactan informaciones aportadas por los colaboradores y lectores del portal Índice Político.
