Por Glen Rodrigo Magaña
La Secretaría de Cultura con un aumento del 3.9 por ciento en su presupuesto para este 2018; el silencio en materia cultural de los candidatos; el desamparo de los proyectos artísticos; y la puesta en escena Encabronados, para entender un poco los ánimos de nuestro país.
Casi con un cuatro por ciento adicional respecto al año pasado en el Presupuesto de Egresos de la Federación, es con lo que la Secretaría de Cultura dispone para este 2018, en total, unos 12 mil 919 millones, pero resulta que los recortes aumentan y uno de los argumentos es que el recurso se encuentra destinado en reconstruir las edificaciones históricas afectadas por los sismos del 2017.
La cantidad reportada para la reconstrucción es de 10 mil millones de pesos, lo que indicaría que se justifica por mucho el gasto público, pero entonces que pasa con el seguro del INAH para edificaciones patrimoniales, la participación del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), los apoyos internacionales del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO, así como otros recursos estatales, municipales, de fundaciones y del sector privado. Tal parece que las cuentas en tiempos electorales, resultan ser inciertas, muy discutidas y un tanto obvias a la vez.
Lo anterior nos lleva a los candidatos… los presidenciables, no muestran propuesta alguna en el escenario cultural; uno de ellos, con su guitarrita y otro, con su playlist “car kareoke cumbianchero”. Por su parte, el que encabeza las encuestas, se entrevistó hace poco con el gran lingüista, filósofo, politólogo y activista estadounidense Noam Chomsky, y quien recibió la crítica de “una democracia populista y demagógica” por parte del Nobel literario Vargas Llosa, presentó a finales del 2017 quien podría ser su titular –de ganar las elecciones– en la Secretaría de Cultura: Alejandra Frausto Guerrero, quien tampoco ha expuesto su proyecto.
La cultura después, para que hablar de eso, si se cuenta con el espectáculo mediático electorero, la mierda televisiva, ya viene el mundial pambolero y los spots para acabarse unos a otros, mientras que varios festivales independientes has desaparecido, un ejemplo es la Circonvención Mexicana, que por falta de apoyo, llega a su tercer año sin realizarse; las tele-revistas culturales que escasean en la pantalla chica; la miseria de los artesanos que sufren ante el veneno consumista de las grandes marcas; los artistas independientes en las banquetas y los grandes escenarios para los cuates; centralizar las manifestaciones artísticas con becas que favorezcan al régimen; nepotismo, conveniencia y otras tantas corrupciones.
Tela de donde cortar sobra bastante, pero la recomendación para entender el “Gran Circo Político” es la obra teatral inspirada en el libro de Julio Hernández López “Astillero”, publicado por Editorial Planeta el 17 de abril de 2017: Encabronados, que cuestiona ferozmente el proceder de las fuerzas públicas, el crecimiento del crimen organizado y la vulneración de la población civil ante este fenómeno, bajo la dirección de Marta Luna y la adaptación de Lenin Calderón. El estreno de este cabaret político será el próximo 2 de abril a las 20:30 horas, con una breve temporada en el Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico… lo cual resulta extraño, al otorgar tal anuencia desde la cúpula del Gobierno federal.