martes, abril 23, 2024

LA COSTUMBRE DEL PODER: Zulma González García, de 12 años, nunca fue peligro para la República

*Niña de 12 años sacó de quicio a Andrés Manuel y también le quito el sueño, hasta que por alguna extraña razón enmendó el error de negar a los niños con comorbilidades la certeza de la salud

 

Gregorio Ortega Molina

 

Ya tenemos claro que al presidente no le cuadran las mujeres en política, y quizá en otros ámbitos, como lideresas en esos departamentos de los que él nada entiende: defensa del medio ambiente y los derechos humanos, pero creo que le escuece el asunto de las organizaciones de madres rastreadoras de los despojos de sus hijos y otros familiares. Las fosas clandestinas pudieran ser su peor pesadilla.

Resulta que ahora también los menores de edad le estorban, dañan su imagen, son lanzados al ruedo de la defensa de sus derechos constitucionales, que los tienen, como el de la salud, y eso saca a Andrés Manuel de sus casillas, al punto de dedicar tiempo en su conferencia mañanera a Zulma González García, niña de doce años, paciente de diabetes tipo 1, por tanto candidata de alto, quizá altísimo riesgo a ser contagiada por Covid-19, por lo que sus padres le guiaron en su solicitud de amparo para ser vacunada; lo obtuvo, pero ya Hugo López Gatell dijo, con absoluta seriedad, que vacunar niños es quitar oportunidad a pacientes de alto riesgo.

Salió al quite del gobierno de Veracruz, cuyo secretario de Salud negó la vacuna a la niña, aunque ya antes el presidente de todos los mexicanos, incluidas las niñas enfermas con derecho a la salud, había echado su cuatro de espadas durante una de sus mañaneras en la, como es obvio y repetitivo, acusó a los padres de Zulma de haber sido cooptados por la mafia del poder y los neoliberales, para desacreditarlo. Dejó entrever que no se le daría la vacuna solicitada. Algo ocurrió que doblegaron la soberbia y dieron marcha atrás.

En este como en muchos casos, el poder ha de actuar con benevolencia. Es desde la Presidencia de la República que se otorgan las mercedes, se conceden los indultos, se protege a las víctimas de los abusos de los poderosos y las delincuencia organizada. La Jefatura de Estado y de Gobierno debe ser garantía del respeto a los derechos constitucionales y ha de observar el mandato constitucional por el cual quien ejerce ese máximo poder, es elegido.

Lo que vivimos con este episodio y otros similares, es muestra de la pesada decadencia del modelo político surgido de la Revolución, de ese presidencialismo perfeccionado por Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas del Río, sobre explotado por Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, y precipitado en los errores de la alternancia PRI-PAN-PRI-MORENA. Sin la reforma del Estado la pudrición llegará, más pronto que tarde, a gangrena.

La gangrena del caudillismo exacerbado de Antonio López de Santa Anna se solucionó con la amputación del territorio nacional. ¿Nos recetarán idéntica pócima? Cualquier cosa puede suceder, por lo pronto deben decir dónde terminaron las vacunas anti Covid-19 perdidas, y que hicieron falta para evitar el desaguisado de la confrontación con Zulema, y otras como ella, que exhiben lo que realmente somos.

www.gregorioortega.blog                                                           @OrtegaGregorio

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