*No sé usted, lector, pero yo no veo claro. ¿Hacernos dependientes en un sector tan sensible? No hay que olvidar que Juan Ramón de la Fuente fue secretario de Salud y en ese despacho dejó intereses creados de mucho peso económico. ¿Pasaremos de la enajenación del sistema financiero nacional, a la enajenación de la salud?
Gregorio Ortega Molina
Si Carlos Salinas reconstruyó, bien o mal, el sistema financiero nacional, los neo banqueros se “apanicaron” después del error de diciembre y del rescate bancario. Ernesto Zedillo y Vicente Fox Quesada permitieron que se enajenaran las instituciones financieras nacionales -que son de vital importancia para el desarrollo-, nada más Grupo Banorte permaneció fiel al país que lo enriqueció.
Hoy AMLO está a punto de cometer un error similar, equiparable a traición a la patria. Me refiero a su decisión de modificar la ley para hacer la compra consolidada de medicamentos en el extranjero. ¿Qué significa? ¿Cuántos empleos pone en riesgo -los especialistas dicen que un millón- ¿Cuál es la fuerza económica y el peso político de las empresas químico-farmacéuticas transnacionales? De dar ese paso nos volveremos dependientes en un sector sensible: la salud. ¿A quién le debe ese favor? ¿Qué le hicieron los laboratorios afiliados a la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (ANAFAM)?
Vamos a la página de la Asociación: “… tiene 74 años de haberse constituido y es fundadora y parte fundamental de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica A. C.; está constituida por 22 empresas fabricantes de medicamentos y materia prima, con planta de producción establecida en México, uno de los requisitos para ser socio de ANAFAM.
“Las empresas asociadas en ANAFAM producen el 71% de los medicamentos que se consumen en las instituciones del sector salud y el 20% de los destinados para el sector privado en México (Así fue hasta que la 4T cuestionó precios y maneras de distribución, lo que motivó a PISA a salirse de ese consorcio y buscar sustituir las adquisiciones gubernamentales por compras de particulares. Ahora sólo representan el 55%). En síntesis, nuestros socios en total producen aproximadamente el 43% de los medicamentos que la población mexicana consume.
“El objetivo de la ANAFAM es el que nuestro país logre reducir la dependencia del exterior en materia de salud, tanto en principios activos como en innovación y tecnología. Ahora bien, la brecha más importante en materia de importación y exportación está en las materias primas. Por ello nos hemos fijado el firme propósito de que en México se fabriquen los principios activos necesarios para la producción de todos los medicamentos que se manufacturan en el territorio nacional”.
Cómo saber si lo anterior se cumple o es nada más publicidad. Lo cierto es que hacer una compra consolidada de medicamentos en el exterior lesiona la soberanía, por más que el presidente de México desee endulzar la noticia.
Tomo de Forbes: “El gobierno mexicano realizará una compra consolidada de medicamentos en el extranjero para atender el problema de escasez de fármacos, la cual será supervisada por la Organización de las Naciones Unidas, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Desde el inicio de esta administración, las autoridades de la Secretaría de Salud han denunciado que en gobierno anteriores prevalecía un monopolio en la venta y distribución de medicamentos. El presidente de la República afirmó en su momento que solo 10 empresas abastecían el 80% de todas las medicinas que se adquiría, incluso a sobreprecio.
“A finales de enero pasado, el gobierno publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que autorizaba la compra de medicamentos en el extranjero cuando “hay monopolios y sabotaje.
“La mañana de este martes (14 de julio), el presidente López Obrador se reunirá en Palacio Nacional con el representante de México en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, y con el gabinete de Salud para abordar todo lo relacionado con la compra consolidada que realizará su administración a fin de garantizar medicamentos gratuitos para la población”.
Supongamos que había una gran corrupción. ¿No hubo manera de enderezar a laboratorios, distribuidores y sector salud? ¿No es el comprador el que impone las reglas del mercado, sobre todo cuando significa 55 por ciento del consumo? Creo que AMLO quedó impresionado con la lectura de Demian y está convencido de que para nacer hay que romper un mundo.
No sé usted, lector, pero yo no veo claro. ¿Hacernos dependientes en un sector tan sensible? No hay que olvidar que Juan Ramón de la Fuente fue secretario de Salud y en ese despacho dejó intereses creados y de mucho peso económico. ¿Pasaremos de la enajenación del sistema financiero nacional, a la enajenación de la salud?
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