*Todo tiene su límite. No entiende que hay mucho más que un pasquín inmundo. Reforma es el más destacado, pero los periódicos de provincia, las páginas cibernéticas, las redes sociales, los blogs personales, la razón frente a la afrenta, solicitan ya un cese de su fuego verbal. Pero no lo hará
Gregorio Ortega Molina
Los mexicanos en general hemos sido demasiado complacientes con nuestros políticos, sobre todo con los presidentes de la República. Les festinamos todo y nada o casi les exigimos. La entrega de cuentas no existe, el Informe es una autocomplacencia.
Es momento de levantar el tiradero y esforzarnos por poner orden en nuestra casa. Existen instrumentos constitucionales y legales para ello, es cuestión de que rescatemos a la mal bautizada sociedad civil y sus organizaciones sociales, para que, a través de ellas, reclamemos transparencia y rendición de cuentas, sanciones y verdad jurídica, lejos de esas añagazas políticas que dominan desde la mañanera hasta dar las buenas noches.
Empecemos por exigir -por todos los medios- al presidente de México que se comporte y sea lo que se comprometió a ser: defensor de la soberanía y de los intereses de la nación, puntual observante de su mandato constitucional. Debemos aclararle que la purificación de México -en el sentido que él pretende- no es asunto de Estado, ni siquiera tema político. Los lugares y las tribunas y los púlpitos de la evangelización de acuerdo a sus muy personales creencias, son para otro momento y otro lugar.
Se requiere con urgencia que entregue razón puntual y pormenorizada del destino de los guardaditos, que no eran para satisfacer sus intereses electorales; que nos explique por qué se ha decidido la asignación directa de adquisiciones y contratos, pues proceder así dista mucho de ser transparencia y lucha contra la corrupción. Queda la sensación de que procede de esa manera para desahogar sus compromisos político-electorales.
Para justificar la desaparición urgente de los fideicomisos, menciona la lucha contra los aviadores y la corrupción, pero no da cifras y datos que justifiquen esa decisión político-electoral. Desaparecen porque le urge agandallarse esos recursos para sus programas sociales.
No es de creerse que las ramplonas justificaciones de las bolsas de papel de su hermano Pío y los 200 millones de su cuñada Concepción Falcón, fueron aceptadas por ese México bueno y sabio que se desvive por comprarle todos sus cuentos y sus innumerables mentiras.
Imposible aceptarle que, en sus acusaciones contra los expresidentes, Salinas, Zedillo, Calderón y Peña Nieto, nada más generalice y carezca de la autoridad moral y la información necesaria para puntualizar los delitos que cometieron, y advertir que las pruebas están a mano.
Ya no podemos permitirle que continúe atizando la confrontación entre mexicanos, que enardezca los ánimos del pueblo bueno y sabio en contra de los fifís y la mafia del poder, y viceversa. Este desorden cívico y legal que atiza desde el momento que tomó la decisión de bloquear Reforma y gritarle a Fox ¡Ya cállate chachalaca!, debe concluir, porque si la yesca enciende el prado, los incendios de California palidecerán con el infierno social que se desatará en México.
Todo tiene su límite. No entiende que hay mucho más que un pasquín inmundo. Reforma es el más destacado, pero los periódicos de provincia, las páginas cibernéticas, las redes sociales, los blogs personales, la razón frente a la afrenta, solicitan ya un cese de su fuego verbal. Pero no lo hará.
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Sociedad y gobierno, matrimonio malavenido. Preocupantes los mensajes, memes y todo lo que circula entre mexicanos descontentos con su gobierno. Olvidad que la relación entre el presidente y sus gobernados es equiparable a la de un matrimonio, ha de haber entendimiento e inclusión de las necesidades de ambos. Cuando se llega a los pleitos y los insultos, las oportunidades de reconciliación se reducen. Sobre todo, porque depende del que manda. Carece de humildad, es incapaz de olvidar su sectarismo.
Recuento del Tratado Internacional de Aguas (Adolfo López Mateos 1963) En el mensaje del 18 de julio expresé que escucharíamos toda manifestación ordenada y de buena fe sobre el arreglo de El Chamizal, que provenga de individuos o sectores de la ciudadanía, sin distinción alguna.
Con el respeto que la soberanía del Poder Legislativo me merece, lo invito a que en el examen de la cuestión se proponga una línea de conducta semejante.
Para cerrar el tema, quiero dejar testimonio de mi reconocimiento al sentido de justicia del señor presidente Kennedy, quien hizo posible el arreglo, que honra al gobierno de los Estados Unidos y a su Ejecutivo, en lo personal también dejo constancia de mi aprecio a todos y cada uno de los miembros del Gabinete y comisionados mexicanos de límites y aguas, que con su prudente consejo me ayudaron a tomar decisión de tanta trascendencia.
… Un problema pendiente entre México y Estados Unidos es el de la salinidad de las aguas del Río Colorado que se entregan a nuestro país.
La prosperidad del Valle de Mexicali depende en lo futuro de la solución acertada del asunto, solución que, estoy seguro de ello, podrá tratarse fácilmente si se inspira en el espíritu de justicia y en los sentimientos amistosos que procuraron el arreglo de El Chamizal.
www.gregorioortega.blog @OrtegaGregorio