viernes, junio 27, 2025

La Costumbre del Poder: ¿Puede AMLO mostrar el interior de La Chingada?

*¿Abriría las puertas de su refugio La Chingada a las cámaras de Latinus, o Televisa o TV Azteca? Bueno, ni a su fiel seguidor Epigmenio Ibarra, para filmar la secuencia de Nada personal, o de perdiz de Mirada de mujer, ahora que se le fue la escritora e historiadora a otro hogar

Gregorio Ortega Molina

La insignia político electoral pareció clara, y es ahora cuando pagamos el engaño, junto con los otros datos. ¿De veras Andrés Manuel LO encabezó la honestidad valiente? Si partimos del hecho de que la corrupción no es únicamente pecuniaria, el sexenio anterior fue el más corrupto y corruptor de la época posrevolucionaria. Hay una casta militar que puede dar constancia de ello, Arturo Zaldívar (el) Lelo de Larrea es el ejemplo perfecto, su pupilo Carlos Alpízar lo constata.

     Es cierto, una vez dejado el cargo, quien fuera titular del Ejecutivo está en pleno derecho de regresar a la intimidad, porque la política hace de la convivencia en familia, una escena pública.

     Andrés Manuel LO, desde esa honestidad valiente denunció los excesos, abusos y latrocinios en contra del erario público. Se supone que hoy vive de su pensión y magros ahorros, pero ¿puede pagar los gastos que le exigen su seguridad física, contribuir al mantenimiento de la clínica construida ex profeso en las proximidades de su rancho cuyo origen se desconoce, pagar la luz, el agua, sus medicamentos -mientras nos transformamos en Dinamarca-, sufraga sus alimentos?

     Nada hay más opaco que la vida pública y privada de un ex presidente de su nación, de cualquier República, salvo honrosas excepciones, como José Mújica, quien vivió de acuerdo a su prédica política, personal y pública. ¿Regresaría el señor López a su pequeño departamento, con un par de zapatos, doscientos pesos en la cartera, sin asistencia militar, y con la obligación de sufragar sus gastos? Obvio no.

     Tampoco podrá caminar por las calles de este México al que tanto zahirió durante sus mañaneras, como sí lo hicieron Cárdenas y de la Madrid, y como ya nunca pudieron hacerlo Díaz Ordaz y el Jolopo, pues el señor LO es un híbrido de estos últimos.

     ¿Abriría las puertas de su refugio La Chingada a las cámaras de Latinuso Televisa o TV Azteca? Bueno, ni a su fiel seguidor Epigmenio Ibarra para

filmar la secuencia de Nada personal, o de perdiz de Mirada de mujer, ahora que se le fue la escritora e historiadora a otro hogar.

     La honestidad valiente fue un engaño, como lo fueron los otros datos y el mantra de no mentir, no robar, no matar…, del no traicionar se olvidó, porque es cierto que la política es el arte de la simulación, pero este maestro rompió el cuadro.

www.gregorioortega.blog                                                          @OrtegaGregorio

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