viernes, diciembre 13, 2024

LA COSTUMBRE DEL PODER: Penélope palidece ante la habilidad verbal del presidente mexicano

*Podemos completar la lista con los nombres de los desaparecidos, de los ejecutados en las zonas urbanas, de los periodistas y activistas asesinados, pero ya sería visto como encaje por el gran tejedor de las mentiras matutinas. Penélope palidece ante la habilidad verbal del presidente mexicano

 

Gregorio Ortega Molina

Los opinadores prosélitos de Andrés Manuel sostienen que, en tres años, el rostro del país es otro. Es el resultado del esfuerzo de su líder por lograr la regeneración nacional y reeducar a los adultos, tal como se lo ha propuesto, pues tiene -dice él- la estatura moral para superar los siete trabajos de Hércules.

     Y para qué negar lo que salta a ojos vistas. Empecemos por lo obvio. Ahora tenemos un guía que viaja en avión de línea, sin importar que de nuestros impuestos paguen con puntualidad los millones que cobran anualmente por el transporte que únicamente estuvo en servicio seis años, y ya lleva tres en el hangar presidencial.

     Dejó de lado la residencia oficial de Los Pinos por suntuosa, pero ahora reside en el imperial Palacio Nacional, donde el fasto y el lujo son superiores a los usados por la mafia del poder. ¿Se sirve de la vajilla de Porfirio Diaz? Lo que se ve es que definitivamente no vive con la austeridad de Benito Juárez, ni siquiera con la de Adolfo Ruiz Cortines.

     En cuanto a la lucha contra la corrupción, todo indica que el criterio de oportunidad benefició más a Emilio Lozoya Austin y a Alonso Ancira, en cambio Rosario Robles, que osó verlo a los ojos y no humillarse ante esta nueva alteza serenísima, continuará pudriéndose en la cárcel, al menos por otros tres años.

     De la política de abrazos, no balazos, qué podemos decir, sino elogios, pues eufemísticamente estrechó a Ovidio Guzmán y Consuelo Loera, y el país encontró, como por milagro, el sendero de la paz, pavimentado sobre los cadáveres de las nueve víctimas mortales del ataque a los integrantes de la familia LeBaron: Rhonita María Miller (30 años), Howard Jacob Miller, Jr. (12 años), Krystal Bellaine Miller (10 años), Titus Alvin Miller (8 meses), Tiana Gricel Miller (8 meses), Christina Marie Langford Johnson (29 años), Dawna Ray Langford (43 años), Trevor Harvey Langford (11 años) y Rogan Jay Langford (2 años). Podemos completar la lista con los nombres de los desaparecidos, de los ejecutados en las zonas urbanas, de los periodistas y activistas asesinados, pero ya sería visto como encaje por el gran tejedor de las mentiras matutinas. Penélope palidece ante la habilidad verbal del presidente mexicano.

     Qué decir del sector salud, pues los padres de los niños con cáncer batallan para conseguir los medicamentos y evitar que sus hijos fallezcan en sus brazos, mientras otros debieron luchar en los tribunales para amparar a sus vástagos y obtener la vacunación que requieren por sus males con comorbilidad. Ya para qué echar sal a la herida. La nueva máscara es sanguinolenta, los abrazos chorrean de rojo.

     ¿Y la economía? Allí están los verdaderos logros, el gran cambio, pues con los tres mil cien pesos recibidos por un anciano, éste vive opíparamente durante dos meses, y satisface holgadamente su hambre con los productos de la canasta básica; si se le ocurre enfermarse, pues las clínicas del bienestar están más organizadas y mejor surtidas que las del seguro popular.

     Debiéramos extendernos, pero el elogio a los cambios logrados por la 4T sería un exceso.

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Inician los oráculos que avisan tempestad. Comparto con ustedes el párrafo de Catón publicado en Reforma el miércoles: “Pienso que tenemos Morena para rato, quizás el mismo rato que tuvimos PRI. Muchos años tardó AMLO en hacerse del poder, y más tardará en soltarlo. Seguirá ejerciéndolo mediante un maximato parecido al que Calles instauró. Bien sé que mi vaticinio es ominoso, que soy augur de males al modo de Casandra. No obstante, les pido a mis cuatro lectores, sobre todo a los jóvenes de la novísima generación: mark my words. O sea: recuerden lo que dije. Una esperanza tengo: equivocarme. Pero ya no puedo esperar ni a la esperanza…”.

www.gregorioortega.blog                                                @OrtegaGregorio

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