*Todo indica que hoy los mueve un poder supranacional, que hace años concibió un reordenamiento global, sin considerar el costo en vidas, los procedimientos y el tiempo consumido. Es la versión estúpida de la vida eterna, sólo unos cuantos la alcanzarán, o son muchos los llamados y pocos los escogidos
Gregorio Ortega Molina
¿A qué obedecen las migraciones de hoy? Los motivos a la vista pueden tergiversar las razones reales, los incentivos que las motivan, las instigaciones para que millones de seres humanos en el mundo, se muevan de uno a otro país, cuando la fuerza física se los permite, otros languidecen y agonizan en los campos de refugiados de África. ¿Qué ocurre en Asia?
El Éxodo y la estampida provocada por la Segunda Guerra Mundial nos muestran la dimensión de lo que hoy presenciamos y nos agobia, porque parece no tener origen ni destino, me refiero a lo anímico, a lo que realmente motiva los resortes de la voluntad de los que se mueven de uno a otro lado, muchas veces con los hijos pequeños a cuestas y sin timideces ante el peligro real: perder la vida, envilecerse, desaparecer, transformarse en sicario o en prostituta, porque a fin de cuentas el hambre manda.
Movilizar a tantas personas sin razón aparente, cuesta, y mucho. No se trata de un millón, ni diez ni cien, sí de más de quinientos o mil millones. ¿Hay una estadística precisa de cuántos migrantes transitan por los caminos del mundo y los mares y desiertos? ¿Cuántos fallecen en el más absoluto de los anonimatos, perdida su memoria, identidad y razón de haber llegado al mundo?
¿Qué o quiénes motivan esas migraciones masivas, y eligen los lugares de un destino incierto, porque nunca es seguro? ¿Cuánta energía, qué cantidad de dinero se necesitan, para establecer lo que parece hecho a tontas y a locas, pero obedece a un patrón de poder? ¿Por cuáles rutas previamente elegidas llegan los norafricanos a Tijuana o al centro de México? Dejémonos de sandeces, no se debe al azar, se mueven por el mundo debido a una estrategia de reordenamiento económico y político, lo que alumbrará un rediseño geopolítico para el futuro. ¿por cuánto tiempo? ¿Cuántos millones de personas quedarán sembradas en el camino?
La anquilosada idea heredada de los hebreos no funciona, porque no se dirigen a ninguna Tierra Prometida en la que mane leche y miel; el miedo dejó de ser esa pulsión inicial que determinó la huida de las políticas de Franco, de Hitler, Stalin, Mao, el Tío Ho, y ahora Putin o Netanyahu, o los sátrapas africanos y latinoamericanos.
Todo indica que hoy los mueve un poder supranacional, que hace años concibió un reordenamiento global, sin considerar el costo en vidas, los procedimientos y el tiempo consumido. Es la versión estúpida de la vida eterna, sólo unos cuantos la alcanzarán, o son muchos los llamados y pocos los escogidos.
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