* El mundo está de cabeza. Lo que sucede en materia de inseguridad por ser lo que eres y vivir con rectitud es un horror; en México se compite por estar en el cuadro de honor
Gregorio Ortega Molina
Me doy cuenta de lo peligroso que resulta tener ideales, o ser mujer, o buscar justicia y denunciar la impunidad. Hace años hacer profesión de joven e inconforme fue un riesgo, pregunten, si no, al párroco de Canoa y a los integrantes del batallón Olimpia, o a los halcones.
Puede llegarse a la conclusión de que las mujeres que pertenecen a minorías étnicas corren un doble riesgo. El de no pertenecer a la raza hegemónica y usar faldas y toallas sanitarias. El tema se recrudece más en las naciones “civilizadas”, las que asientan modelo de vida y son vistas como refugio para alcanzar la dignidad de vivir. ¡Vaya chasco!
La muerte de Vanessa Guillén ocurrió el 22 de abril de 2020 a primera hora de la tarde en Fort Hood, en el estacionamiento del cuartel donde estaba estacionada con el 3er Regimiento de Caballería. En junio de 2020, su desaparición atrajo la atención nacional en los Estados Unidos. La información que circula es escueta: “Nació en el Hospital Ben Taub en Houston, creció en el área de Houston y era de ascendencia mexicana; sus padres son zacatecanos. Le gustaban los deportes, miembros de su familia afirmaron que «amaba correr, pero siempre ha sido ávida sobre los deportes y el aprendizaje». Se graduó de la Escuela Secundaria Hartman, y también de la Escuela Preparatoria César E. Chávez en 2018 con el 15% superior de su clase. Se unió al Ejército de los Estados Unidos como 91F (reparador de armas pequeñas / artillería) en junio de 2018. Unas semanas antes de la desaparición, Guillén le dijo a su familia que estaba siendo acosada sexualmente en Fort Hood -mientras salía a correr- por un sargento cuya identidad no desveló; y que otras mujeres soldados habían presentado informes, pero estos habían sido desestimados”.
Lo que destaca en la vida de Luis Urbano Domínguez Mendoza es su activismo como defensor de los recursos naturales de la tribu Yaqui, era un luchador político y social desde el 2012, cuando comenzó a luchar por el agua y las tierras yaquis.
“En 2015, Domínguez Mendoza, del pueblo Cócorit, participó en la Caravana nacional por la defensa del agua, el territorio, el trabajo y la vida. En ese año, durante una visita a la Ciudad de México, dijo: Lo que vi en este recorrido es que nos siguen pisoteando, maltratando; miles estamos a punto de caer en la marginación, y la pobreza se agudizará por las reformas estructurales.
“De acuerdo con un informe de Red Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT) – conformada por 85 organizaciones de la sociedad civil en 23 estados – publicado en abril pasado, en los dos primeros años del gobierno de López Obrador han muerto 45 defensores de derechos humanos, dando un resultado de casi dos activistas muertos al mes”.
El mundo está de cabeza. Lo que sucede en materia de inseguridad por ser lo que eres y vivir con rectitud es un horror, y en México se compite por estar en el cuadro de honor.
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