jueves, mayo 22, 2025

La Costumbre del Poder: La 4T y el bienestar, ¿lo satisface?

*Me cuentan que no pocas familias tienen inscritos a varios de sus miembros entre los recipiendarios del dinero que les depositan en el Banco del Bienestar, que lo reúnen y se organizan para sacarle un mejor provecho. ¿Es cierto? ¿Puede verificarse? Lo dudo, la violencia crece, la delincuencia se muestra imparable, y la seguridad pública, condición mínima de la vida en bienestar, pasa del lado de muchas familias, como lo muestra la lacerante realidad del presente

Gregorio Ortega Molina

Ciertos términos son inequívocos, su significado no es modificable, quizá admite una percepción adicional para hacerlo más claro. Por ejemplo, “según el Diccionario de la RAE, el bienestar se define como una situación de comodidad y satisfacción que permite disfrutar de una vida plena y satisfactoria, tanto en términos de salud física y mental, como en términos de recursos y relaciones sociales”, y podría adicionarse: es bienestar con uno mismo, sentirse satisfecho de lo vivido y lo por vivir.

     En términos sociales y políticos el bienestar está inscrito en el mandato constitucional, el gobierno debe proveer a los súbditos de lo necesario para vivir en el más elemental de los decoros. Me refiero a la higiene, sin servicios básicos de agua y luz imposible convertirse en ciudadano responsable y productivo. ¿Cuántos mexicanos carecen de hogar y los servicios básicos que el Estado debe poner a su disposición? No conozco de un censo preciso, pero se convierte en noticia la violación a la ley y se publicita un matrimonio infantil en la montaña de Guerrero, de acuerdo a los usos y costumbres.

     Andrés Manuel López Obrador y sus secuaces ideológicos todo lo tergiversaron. Hay una secretaría del Bienestar, cuya función única es repartir dinero, regalar los recursos fiscales o de otro origen económico, de todos los mexicanos, porque en términos reales no satisface las expectativas del significado determinado por la RAE. Ariadna Montiel Reyes no vigila el cumplimiento del ordenamiento constitucional, en ninguno de los supuestos que garantizarían al México bueno y sabio, vivir en ese bienestar tan necesario para ser.

     ¿Por qué se cede a la SEP el combate a los alimentos chatarra? ¿Por qué deja en exclusividad de Birmex y la secretaría de salud, la distribución de medicamentos y la garantía de dar atención a los mexicanos derechohabientes en el IMSS, el ISSSTE o cualquiera de los Institutos Nacionales que los tienen inscritos como pacientes?

     Millones de mexicanos nunca podrán vivir en bienestar, porque los gobernantes son adictos a una parafernalia que políticamente les es redituable, pero que poco o nada resuelve de los requerimientos básicos de las familias para vivir satisfechos de su presente.

     Me cuentan que no pocas familias tienen inscritos a varios de sus miembros, entre los recipiendarios del dinero que les depositan en el Banco del Bienestar, que lo reúnen y se organizan para sacarle un mejor provecho. ¿Es cierto? ¿Puede verificarse?

     Lo dudo, la violencia crece, la delincuencia se muestra imparable, y la seguridad pública, condición mínima de la vida en bienestar, pasa del lado de muchas familias, como lo muestra la lacerante realidad del presente.

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Una lectora hace interesante reflexión sobre mis textos de la semana anterior. Les comparto: “Nunca en México habíamos experimentado la propaganda del odio. Le hicieron creer a la gente que la clase media apoyaba a Alí Babá y sus 40 ladrones, es decir, a Peña y sus gobernadores, quienes robaron hasta ya no tener dónde guardar tanta riqueza. Cuando en realidad tenía un 40% de aprobación. Les hicieron creer que lo que la clase media pudo tener fue a base de explotar a los pobres y no a base del esfuerzo y del trabajo arduo. De pronto la clase media era fifí y todos los días de ir a trabajar y fregarte el lomo se convirtieron en explotación de los pobres.

     “La propaganda de odio permitió que robar y matar fuera un acto de justicia pues la impunidad es el mensaje para delinquir y seguir gozando de la vida sin remordimiento.

     “Según el relato cristiano, se suponía que los hacedores de la paz tendrían las mayores recompensas y que los que dividen por odio y siembran cizaña arderían en el infierno. Ahora resulta que los que dividen son los amigos del pueblo.

     “Y la estupidez humana se confirma, pues con sólo repetir un mensaje hasta el cansancio, la mente transforma la mentira en verdad”.

www.gregorioortega.blog                                                       @OrtegaGregorio


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