martes, abril 23, 2024

LA COSTUMBRE DEL PODER: Entre el ominoso silencio de Zaldívar y la infamia de la L-12, a la que buscarán culpables a modo

* Orondo “twitteó” que la separación de Poderes no se defiende a “twitazos”, en lo que le asiste la razón, pero debe recordar que únicamente puede hacerse con la observancia del mandato constitucional, que él incumple para infortunio de México

* Tres días de luto nacional no regresan la vida a los fieles seguidores del México bueno y sabio, fallecidos debido a la irracional austeridad y a la falta de conocimiento de los que están al mando. Lo pagarán el 6 de junio

Gregorio Ortega Molina

 

El problema que enfrenta Arturo Zaldívar como presidente de la SCJN no es exclusivamente suyo, es de México. Lo trasciende y nos trasciende. Afecta todo, no nada más su futuro y el de su familia. Su esposa, hijos y nietos gozarán o padecerán “su” decisión.

Es el primer punto a aclarar. La SCJN es la defensora y vigilante de la observancia de la Constitución. A los ministros corresponde asegurarse de que ellos mismos y los integrantes de los otros dos Poderes cumplan con su mandato. No hacerlo así, los coloca en omisión.

Es en ese contexto que la SCJN confronta la ilegalidad de una propuesta de reforma a la ley que determina su funcionamiento, con origen en el Senado, avalada por los diputados y el Ejecutivo. La Constitución es puntual, ¿debe olvidarse su sentido, y aceptar el inicio de un neomaximato?

Instalado en la comodidad moral y ética de ceder a los otros diez ministros (sus pares) la responsabilidad de resolver tamaño desacato a la legalidad, elude la función esencial de su mandato constitucional, pero también su responsabilidad fundamental como ser humano y profesional del derecho. El que se transite o no al totalitarismo, depende de su calidad moral y ética.

Imposible para él pensar siquiera en la renuncia. Su obligación es defender la constitucionalidad con la que asumió el cargo y la responsabilidad profesional como representante del Derecho. Si, como sugieren en las columnas políticas y en los desayunaderos, cabildea uno a uno a los ministros sus pares, el sentido de ese cabildeo es la defensa de la Constitución, pues no puede ser la propuesta de satisfacer ambiciones personales y desmedidas. Quedarse con el poder, prolongarlo en el tiempo, equivale a poner el futuro en suspenso y llevarnos al rompimiento constitucional -como advirtió Ignacio Morales Lechiga-, para ceder ante esta dualidad de fuerzas políticas y económicas negativas que nos amenazan: el militarismo y la delincuencia organizada, encarnada en el narco, que todo lo abarca, hasta el cuello blanco. Aguililla es todo México.

Arturo Zaldívar tiene una doble responsabilidad. Primero con México, después con los suyos. No puede subordinar la soberanía e independencia del Poder Judicial de la Federación, hoy a su cargo, a las veleidades políticas del presidente André Manuel López Obrador.

Su responsabilidad es con la Patria, porque nuestra historia está sembrada de traiciones y entreguismos. Su respuesta a lo que lo inducen no podrá ser adjetivada en el presente, pero al momento de redactar los hechos de lo que hoy sucede, cierto es que puede quedar como el villano de la película.

Orondo “twitteó” que la separación de Poderes no se defiende a “twitazos”, en lo que le asiste la razón, pero debe recordar que únicamente puede hacerse con la observancia del mandato constitucional, que él incumple para infortunio de México.

En cuanto a la herencia moral y ética que deja a su esposa, hijos y nietos, sólo él sabe cómo desea que sean vistos y considerados en el futuro. Su futuro, ya no el suyo.

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De vértigo el complot en contra de la Línea Dorada y la 4T. Ahora resulta que habrá investigación, interna y externa, que nada se ocultará -dice AMLO-, cuando hace años se sabe que la construcción de la Línea 12 fue un robadero, y que se empeñaron en echar la basura bajo la alfombra.

Innecesario darle vueltas. Los culpables verdaderos seguirán en el negocio de la construcción, unos, y los otros, en el bisnes del poder, los acuerdos secretos, los moches, las charolas, lo que se estila entre ellos, pues.

Pagarán los platos rotos los responsables directos de la obra, a menos de que inicien su defensa.

Lo más grave es que los muertos son integrantes distinguidos del México bueno y sabio, esos a quienes AMLO juró defender en contra de la mafia del poder y los fifís. Como siempre, los muertos de la violencia, los desaparecidos, las víctimas de los errores del gobierno de la 4T, son los jodidos.

Como estamos a unos días de las elecciones, se empeñarán en encontrar culpables a modo, para hundirlos en lugar de los que se corrompieron y corrompen. Nada ha cambiado.

Tres días de luto nacional no regresan la vida a los fieles seguidores del México bueno y sabio, fallecidos debido a la irracional austeridad y a la falta de conocimiento de los que están al mando.

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@OrtegaGregorio

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