*La violencia, los desaparecidos, las fosas clandestinas no iniciaron en 2018, vienen de lejos, pero supuestamente AMLO y los Siervos de la Nación buscaron el poder para combatir ese dolor en el seno de la sociedad, no para elevarlo a los niveles actuales al hacerse cómplices de la delincuencia organizada para sostenerse en el poder
Gregorio Ortega Molina
Cuando a los pocos meses de aupada la 4T al poder, a amigos que trabajaban en el gobierno de AMLO, o en el Congreso, les pregunté si percibían lo que se nos venía encima, me respondían con otra pregunta: ¿a poco estábamos mejor? Hoy tienen su respuesta, por más que la narrativa política diseñada por Jesús Ramírez Cuevas se esfuerce en demostrar lo contrario a la realidad. La publicitación del contrato de los moneros de La Jornada es la piedra angular de lo que son, a pesar de negarlo como Pedro, antes de que cante el gallo.
En nota informativa de El Universal del último 16 de febrero, leemos: “La
violencia extrema contra esta población, traducida en un asesinato, es el último escalón de una serie de violencias que existen contra los adultos mayores, quienes viven desde maltrato físico, económico, sicológico, negligencia o incluso abuso sexual, explica Martha Liliana Giraldo Rodríguez, que ha estudiado este fenómeno desde todas sus aristas en más de dos décadas”.
En la información proporcionada por la doctora Giraldo, se puntualiza que hoy mueren asesinados cuatro adultos mayores cotidianamente, principalmente dentro de sus domicilios. Si los hogares dejan de ser un refugio seguro, ¿dónde quedan las garantías individuales, la seguridad pública, la paz social?
Es cierto, México tenía en 2018 mucho camino por recorrer en los ámbitos de democracia y justicia social, pero definitivamente hoy las políticas públicas nos colocan a distancias siderales de lo que deben ser salud, educación, alimento, empleo, dignidad de vida. Los indicios de que AMLO instauró un narco-gobierno, y que caminamos a paso veloz al narco Estado, se muestran en la actitud del gobierno de Donald Trump.
Pregunten, si no, a los que son víctimas de extorsión -tanto la oficial como la delincuencial-, a los enfermos que la seguridad social se muestra incapaz de darles sus medicamentos, a los pacientes de los institutos nacionales de salud con agudos problemas económicos, manifestados inicialmente en falta de higiene, ya no digamos instrumental médico.
La violencia, los desaparecidos, las fosas clandestinas no iniciaron en 2018, vienen de lejos, pero supuestamente AMLO y sus Siervos de la Nación buscaron el poder para combatir ese dolor en el seno de la sociedad, no para elevarlo a los niveles actuales porque se hicieron cómplices de la delincuencia organizada para sostenerse en el poder.
www.gregorioortega.blog @OrtegaGregorio