*Que se entere bien, Dante Delgado, de cuál es el estado real del sector salud, del número de fosas clandestinas y los kilos de despojos encontrados en ellas, o de los compromisos históricos que asumirá junto con su presidente, en lo que parece la conformación de un narco Estado
Gregorio Ortega Molina
Me crucé con Dante Delgado en los umbrales del despacho del secretario de Gobernación, cuando el cargo lo desempeñaba Gutiérrez Barrios; después, en las oficinas de don Fernando, en río Tíber.
Años más tarde acudí a una comida multitudinaria -en la colonia Nápoles, si recuerdo bien- convocada por él, para promover la fundación del partido político que ahora posee y disfruta. Luego en un par de eventos sociales, donde fuimos contertulios. Al llegar me advirtieron: “Estás en la mesa de Dante. No hables de Andrés Manuel López Obrador. Lo respeta y admira”. Pienso que no se requiere mayor antecedente para comprender su obsecuencia política a la 4T y su propietario.
Se cree sagaz, lo que me hace pensar que nada aprendió de sus años en Pacho Viejo. La confrontación con Enrique Alfaro se profundizará, y su rejuego preelectoral con Luis Donaldo Colosio Riojas terminará mal para, de manera idéntica a como concluyó el episodio de Fernando Ortiz Arana, su hermano José y Emilio Chuayffet, quien a lo postre fue defenestrado de la secretaría de Gobernación, y Querétaro perdió la oportunidad de tener un excelente gobernador.
Todo indica que Dante Delgado -que no es lo uno ni lo otro, pues no es poeta y gana kilos conforme hace dinero- desempeñará el ominoso oficio de traidor a las causas más nobles de la República y de la patria, puesto que le resulta imposible servir, en lugar de servirse. ¿De cuánto hablamos cuando nos referimos a las prerrogativas políticas del partido de su propiedad, a lo que habrían de sumarse las 30 monedas de plata para asegurar que Xóchitl Gálvez tenga el mismo destino que Fernando Ortiz Arana?
Sugiero a Dante Delgado pida y estudie los “novedosos” libros de texto, para saber a dónde nos conduce su compromiso solidario, de hermano, con Andrés Manuel López Obrador, y así pueda meditar sobre el destino de sus descendientes, que no los usarán, pero convivirán con quienes hayan sido formados y desinformados por ese arcaico proyecto ideológico.
Que se entere bien, Dante Delgado, de cuál es el estado real del sector salud, del número de fosas clandestinas y los kilos de despojos encontrados en ellas, o de los compromisos históricos que asumirá junto con su presidente. en lo que parece la conformación de un narco Estado.
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