miércoles, mayo 14, 2025

LA COLUMNA: Michoacán y Apatzingán ingobernables y bajo fuego criminal

Por José Cruz Delgado
*Ramírez Bedolla y Fanny Arreola deben abandonar el cargo
*Juan Carlos Oseguera, y el fiscal Adrián López Solís no pueden con el cargo
*Legisladores morenistas y aliados rehuyen a su compromiso
*Prefieren callar que garantizar la vida y los derechos humanos
Michoacán ya no puede estar bajo el mando de un gobernador indolente que está más preocupado por cuestiones políticas que por la seguridad y los derechos humanos de quien dice gobernar. El estado es ingobernable y su incapacidad no le permite garantizar la vida de las y los michoacanos por la ausencia del Estado de Derecho.
Juan Carlos Oseguera, titular de la secretaría de seguridad pública y el fiscal Adrián López Solís no pueden con el cargo y lo mejor es que a la brevedad renuncien a sus cargos, al igual que Alfredo Ramírez Bedolla porque el estado no debe seguir siendo siendo rehén de los criminales ni por gente omisas.
Los diputados de Morena y aliados guardan silencio ante la ola de violencia. Lo que sucede en Apatzingán solo se ve en películas de acción, en Ucrania y países en guerra.
Los legisladores morenistas rehuyen a su compromiso de velar por el bien de las y los michoacanos por intereses políticos, perversos y mezquinos. En lugar de exigirle al gobernador que ponga orden y lo llamen a cuentas se arrastran a sus pies mientras la ciudadanía sufre los estragos de la guerra y viven bajo el terror constante ocasionando el desplazamiento forzado de cientos de familias de la zona de tierra caliente y sierra costa mientras que Ramírez Bedolla anda ocupado tratando de sacar adelante la farsa de la elección de jueces y magistrados y vive encerrado en su burbuja sin aceptar que vive bajo el fuego de los delincuentes elo han rebasado.
Mientras que la presidenta municipal de Apatzingán, Fanny Arreola Pichardo, solo se queda mirando como su municipio es avasallado por la delincuencia a tal grado que la guerra entre criminales alcanzó a ciudad, pero eso sí, manda repartir pollas de traspatio mientras que las balas zurcan la ciudad y ella se mantiene escondida fuertemente custodiada por elementos municipales, Guardia Nacional y el Ejército, porque primero está su seguridad ella población que se chingue.
Es un municipio sin ley ni orden ni autoridades, abandonado a su suerte por la morenista Arreola Pichardo.
No es para menos el terror de las y los ciudadanos del municipio apatzinguense que viven asediados por los delincuentes y tienen de un momento a otro perder la vida por balas perdidas.
Los comercios temen abrir las puertas. Los productos empiezan a escasear en las comunidades porque los provedores tienen miedo y prefieren conservar la vida que arriesgarse a surtir alimentos porque saben que pueden perderla en el fuego cruzado.
Según reportes de ciudadanos y medios de comunicación, las balaceras que iniciaron el lunes en la comunidad La Nopalera, a 15 minutos en auto del centro de Apatzingán, comenzaron los primeros enfrentamientos entre civiles armados, los cuales escalaron en magnitud al emplear explosivos arrojados por drones. Fueron horas de enfrentamientos, y además, la ciudadanía reportó la movilización de camionetas con hombres armados en la cabecera municipal a tal grado que los militares tuvieron que salir de su escondite (cuartel).
Cabe destacar que durante los entrenamientos se utilizaron drones cargados con explosivos causando más pánico entre los pocos habitantes que quedan, pero la alcaldesa Fanny Arreola, al igual que Alfredo Ramírez Bedolla no dan la cara.

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