Por: José Cruz Delgado
*Cuando lastiman a nuestras mujeres y niñas, nos lastiman a todos: Silvano
*La violencia son la realidad incómoda de la llamada 4T: Toño Soto
El gobernador perredista de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, tiene mucha razón al decir que los feminicidios nos lastiman a todos, pero creo que al presidente Andrés Manuel López Obrador no, porque al parecer le importa más que no le pinten la puerta de su casa (Palacio Nacional) ni las paredes.
Aureoles Conejo pidió intensificar los trabajos conjuntos para la prevención e investigación de este delito que, reconoció, lastima a toda la sociedad en su conjunto.
“Es importante que estemos muy atentos ante este grave problema que tenemos como país, porque cuando lastiman a nuestras mujeres y niñas, nos lastiman a todos”, dijo el mandatario.
Bien dice Silvano que el manejo de estos casos exige de una mayor sensibilidad de los gobiernos, sin distingo de colores, y de acciones oportunas en materia de prevención.
“Lo decía ayer: las mujeres están muy enojadas y tienen toda la razón; yo las apoyo en esta indignación que tienen ante hechos tan desagradables de asesinatos. Les asiste la razón de expresar esa indignación. Yo la comparto absolutamente”, sostuvo.
Es de verdad una lástima que un presidente, si es que se le puede llamar así, culpe de su incapacidad a los neoliberales y conservadores, es increíble que siga viviendo en el pasado y no afronte la realidad, una realidad de violencia, niños, niñas y mujeres asesinados, problema que se niega a reconocer porque se incomoda cuando le tocan el tema.
El gobernante no puede tapar el sol con un dedo, ya debe dejar de mentirle a los mexicanos, afrontar la realidad de violencia que se está viviendo como nunca antes en la historia de nuestro país.
Sobre sus hombros trae miles de muertos y muertas por la falta de una estrategia de seguridad e incapacidad de los responsables de la seguridad de los mexicanos y mexicanas.
Lo más sano sería que dejara la presidencia porque no puede con los problemas, problemas que, posiblemente sí le heredaron, pero no es tiempo de lamentaciones sino de resolverlos y afrontar la crisis de inseguridad y otros rubros.
Toño Soto, legislador del PRD tiene mucha razón al señalar que las víctimas de la violencia son la realidad incómoda de la llamada Cuarta Transformación, en donde la manipulación del Gobierno Federal no ha sido posible y por ello ahora se les desdeña y agrede.
Efectivamente, el Gobierno Federal mantiene su miopía en el tratamiento de los problemas nacionales, con la concepción de que la dádiva es la salida a todo como el decir que dará apoyos directos a mujeres víctimas de violencia mientras los feminicidios y la violencia feminicida siguen al alza por una falta de estrategia que los combata de fondo, la miopía y negación de los problemas no son camino sino para que éstos se potencien”, dice Toño con justa razón, pues las mujeres no están enojadas, sino encabronadas ante la indolencia de un mandatario federal que minimiza el problema del feminicidio.
Hay mucha preocupación por este tema frente a un contexto nacional en donde los homicidios van al alza y las familias mexicanas van incrementando su luto.
Soto Sánchez apuntó que la crítica y los reclamos legítimos de las víctimas y sus familiares se han convertido ya en la realidad incómoda de un régimen federal que a su arribo al gobierno comprometió un diálogo permanente con el pueblo, y acabar con la crisis de inseguridad y el dolor, lo que hasta el momento no sólo no se ha dado, sino que evidencia una postura a todas luces contraria a lo prometido.
Todo indica que la inseguridad, el dolor y el luto de cientos de miles de familia seguirán en aumento ante un Estado fallido.