lunes, diciembre 2, 2024

Jóvenes en conflicto con la ley buscan estudiar o ejercer un oficio

CIUDAD DE MÉXICO, 2 de abril (AlmomentoMX).- En México 39.2 millones de personas son niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 17 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); esta población pasa por diversas experiencias de desarrollo físico y social, por eso depende en mayor medida de su familia, su comunidad y su escuela para adquirir aptitudes que le permitan establecer relaciones sanas con su entorno y así, transitar a la vida adulta.

Justo durante la adolescencia aprendemos la forma de relacionarnos con otras personas y con nuestro entorno, por eso es tan importante que este aprendizaje se dé de forma saludable. Sin embargo, a nadie nos enseñan a ser papás y mamás y muchas veces no sabemos cómo desarrollar factores de protección en nuestras niñas, niños y jóvenes. Ni como padres, maestros o sociedad en general. La mayoría de los adolescentes que han cometido un delito viven en comunidades donde la violencia y el delito están normalizados y por lo tanto inician con conductas que no se identifican como de riesgo.

“Para poder generar entornos seguros necesitamos todas y todos hacer conciencia y convertirnos en agentes de paz, si cada uno evitamos conductas violenta y de riesgo y le damos un ejemplo positivo a nuestras niñas, niños y jóvenes los ayudaremos a crecer siendo adultos responsables de sus actos y comprometidos con un México mejor.” Jimena Cándano, Directora General de Fundación Reintegra.

Además del esfuerzo individual es importante, que se generen políticas públicas donde se favorezca el desarrollo de capacidades en niñas, niños, jóvenes y sus familias para evitar que se den situaciones de riesgo o que incluso lleguen a cometer un delito.

Fundación Reintegra lleva más de 35 años transformando historias para vivir en libertad. Y lo hace a través de tres programas multifactoriales:

1.- Reinserción de Adolescentes: en él se atienden a hombres y mujeres de entre 12 y 17 años 11 meses, que se han visto involucrados en el sistema de justicia para adolescentes; se busca impulsar el desarrollo de las habilidades individuales, familiares y sociales a través de 5 ejes: actividades elaborativas-formativas, educativas-formativas, lúdico-recreativas, cultura comunitaria y prevención y cuidado de la salud. Además se les da asistencia jurídica durante su proceso para que puedan contar con una defensa justa. Desde 2013 tienen una tasa anual de éxito del 96% en la reinserción.

2.-Prevención Comunitaria: Trabajan con niñas, niños, jóvenes, familias y maestros para lograr el desarrollo de capacidades y factores de protección que los ayuden a construir un proyecto de vida positivo y a ser agentes de paz en sus familias, su comunidad y en nuestro país a pesar del entorno en el que viven. Este programa se desarrolla en la Colonia Guerrero y el Barrio de la Lagunilla en Ciudad de México.

3.- Fianzas: Otorgamos Fianzas a adultos y adolescentes que tienen derecho a llevar su proceso en libertad pero por falta de recursos no pueden hacerlo.

El diseño e implementación de los programas de reinserción social no puede ser estandarizado ya que son múltiples los factores que intervienen en que una niña, niño o adolescente delinca. “En Reintegra queremos brindarles una oportunidad a quienes tuvieron conflictos en la ley, por ello, trabajamos con programas personalizados para cada adolescente y así obtener el resultado más favorable para cada uno de ellos.” Finalizó Jimena Cándano, Directora General de Fundación Reintegra.

Fundación Reintegra ha trabajado durante más de 35 años con el objetivo de impulsar la prevención del delito y reintegrar a quienes tuvieron conflictos penales a través del fortalecimiento de sus capacidades, la de su familia y su comunidad.

AM.MX/fm

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