Ciudad de México.- El Museo Yancuic se convirtió en un punto de encuentro para el talento emergente del cine mexicano durante el Encuentro de Escuelas de Cine de la Ciudad de México, parte del festival Cácaro: La pachanga del cine mexicano. Del 9 al 12 de abril, el recinto albergó la proyección de 23 cortometrajes realizados por estudiantes de distintas instituciones, brindando una plataforma para que sus obras llegaran a nuevos públicos.
Proyección de cine estudiantil como parte de las actividades del festival Cácaro en la CDMX
Durante el segundo día del festival, se presentaron trabajos de alumnos de instituciones como la Universidad Latinoamericana (ULA), la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC) de la UNAM, la Universidad de Londres, la Universidad de la Comunicación y la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes (AMCI).
Estas funciones permitieron que los jóvenes realizadores compartieran sus proyectos más allá del ámbito académico y recibieran retroalimentación directa de nuevas audiencias.
Ana Miranda, directora y guionista del cortometraje “Paralelismo Trópico”, expresó:
“Lo presenté en la escuela en diciembre pasado y lo vieron los compañeros y maestros, pero creo que es bastante diferente verlo en una sala de cine. Siento que te da mucha satisfacción que otra gente vea todo lo que trabajaste en una pantalla grande; es muy gratificante y te da una enorme esperanza de que otras personas lo verán”.
Sara Ruiz, productora del mismo proyecto, subrayó la importancia de asumir con profesionalismo la producción de cine estudiantil, destacando que festivales como este son clave para su difusión.
Diversidad de temáticas y propuestas narrativas en cortometrajes presentados por estudiantes
El festival reunió una amplia selección de cortometrajes con temas que abordan desde lo íntimo y emocional hasta lo social y cultural, reflejando inquietudes de las juventudes. Entre los títulos proyectados destacan “Película de Irvin”, “Regreso”, “Miquiztli”, “Solo por una noche”, “Buscando el retorno”, “Migración”, “Estantes vacíos”, “Con límite de tiempo”, “Yoo’Herencia Binnigulazaa”, “Lo hice por el punk”, “Atrapado en el limbo”, “Camino”, “Ladrón de memoria”, “Dosis de dopamina”, “Hilos de pesadilla”, “Halomi”, “Aodotus”, “Axolotl”, “Mortal herida”, “Buenos días, Margarita” y “Alma perdida”.
Jorge Alejandro Pérez, asistente al evento, compartió su experiencia con el cortometraje “Paralelismo Trópico”:
“El cortometraje abordó una ruptura amorosa, lo que se siente extrañar a una persona y cómo afecta tu día a día que alguien ya no esté en tu vida. Creo que eso es algo que muchos jóvenes vivimos porque no sabemos cómo dejar ir a una persona y estos cortos te ayudan a reflexionar y a aprender a aceptar lo que uno siente”.
Público joven reconoce el valor y la calidad del cine hecho por nuevas generaciones
La audiencia, compuesta principalmente por jóvenes, familiares y amigos de los realizadores, reconoció la calidad técnica y narrativa de los trabajos presentados. Valeria Chirino Salazar, visitante del museo de 21 años, comentó:
“Me parece muy buena iniciativa que un museo apoye a las personas jóvenes que están haciendo cine. Me impresionó mucho que estos cortometrajes hayan sido realizados por personas jóvenes porque a veces piensas que esta calidad es cosa de mucho dinero o hasta se podría pensar que es una serie de streaming en la que se gastó mucho dinero por la calidad de las tomas”.
El festival Cácaro: La pachanga del cine mexicano, organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, PROCINECDMX y la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México, busca fomentar la circulación de cine mexicano, acercarlo a las comunidades y fortalecer la identidad cultural a través del séptimo arte.
AM.MX/CV