Ciudad de México.- La reconocida actriz Itatí Cantoral vuelve a los escenarios con uno de los papeles más intensos de su carrera. A partir del 11 de julio, protagoniza “Juicio a una zorra”, un monólogo escrito por el español Miguel del Arco y dirigido por Alonso Íñiguez, que reimagina el mito de Helena de Troya desde una perspectiva profundamente femenina, crítica y contemporánea.
Lejos del arquetipo pasivo o de la “femme fatale”, esta Helena levanta la voz, copa en mano, para reclamar justicia y verdad ante siglos de juicio patriarcal. “Esta noche las palabras que den forma a los hechos serán las mías”, sentencia al inicio del montaje. Así comienza un recorrido feroz por temas como el deseo, la culpa, el poder masculino y la dignidad femenina.
La obra se presenta únicamente durante ocho semanas, del 11 de julio al 31 de agosto, en La Teatrería (Sala A) con funciones los viernes a las 20:30 h, sábados a las 18:00 h y 20:00 h, y domingos a las 18:00 h. Los boletos están disponibles en taquilla y plataformas digitales por $800 pesos.
Un montaje que convierte el mito clásico en denuncia contemporánea
Con escenografía e iluminación de Aurelio Hernández, vestuario de Luis Roberto Orozco y música original de Alan Muciño, el montaje adquiere un tono casi ritual. Helena se enfrenta simbólicamente a los hombres que marcaron su historia: Teseo, Menelao, Agamenón, Ulises, Aquiles e incluso Zeus. Pero el centro emocional de su discurso está en París, su único amor.
El director Alonso Íñiguez explica su vínculo con el texto:
“Yo soy un gran fan de la mitología griega. Desde chico me atrajo por completo. Y como director, siempre he buscado acercar los clásicos al presente. Miguel del Arco logra algo extraordinario: plantea a Helena en un limbo sin contención ni justicia, mientras va tendiendo puentes entre su historia mítica y los abusos reales que siguen ocurriendo hoy en día”.
El director subraya cómo la obra permite reflexionar sobre violencias actuales:
“Vi publicaciones de amigas que mostraban listas con niñas embarazadas de 11, 12 años, y esposos de 40 o 50. Eso es atroz. Helena representa esas voces silenciadas que hoy, desde el teatro, se atreven a hablar”.
Una actuación descarnada que confirma la fuerza escénica de Cantoral
En este monólogo, Itatí Cantoral ofrece una interpretación radicalmente íntima, sin artificios, basada en el peso emocional del texto y la presencia física. Su entrega es absoluta, y su dominio del ritmo y la palabra sostiene la tensión durante toda la obra.
“La solidaridad entre mujeres tiene que empezar desde casa, en ser amigas de nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestras cuñadas”, reflexiona Cantoral. “Abrir el tema, la conversación con nuestras hijas y con nuestros hijos sobre el abuso en todo el terreno, porque puede haber un abuso emocional, un abuso psicológico, un abuso sexual, para que empoderemos a nuestras hijas, a nuestros hijos, para que digan NO
desde chicos”.
Una Helena que exige ser escuchada en el presente mexicano
“Juicio a una zorra” no es solo un montaje sobre mitología griega: es una intervención escénica urgente, que conecta directamente con los desafíos que enfrentan las mujeres hoy. La reinterpretación de Helena resuena con los datos, los testimonios y las realidades de la violencia estructural que aún persiste.
El montaje propone una conversación incómoda, pero necesaria. Una mujer en escena —sola, firme y sin concesiones— exige ser escuchada por quienes durante siglos la condenaron sin haberla escuchado. Una obra que, en palabras del propio Íñiguez, “late lo humano inherentemente y entonces lo humano no tiene fecha de caducidad”.
Con esta propuesta, Itatí Cantoral y el equipo creativo invitan al público a presenciar una experiencia teatral que cruza el mito con la realidad, la memoria con el presente, la palabra con la resistencia.
AM.MX/CV