Sergio Gómez Montero*
Es ir echando cuentas
De cuanto nos tocó de muerte y de esperanza.
¡Y de esa vocación de ver la vida
Sobre su palma desollada!
Romero: “Con la mano tendida”
En memoria de Leopoldo Ayala y el Jueves de Corpus
En uno de sus escritos casi póstumos Humberto Eco fue lapidario: “Las redes sociales generan una invasión de imbéciles”. Más o menos en los mismos términos, Bauman también hacía referencia a las redes sociales y sus alentadores y seguidores en Generación líquida, en esos, hoy indecisos votantes (algunos millenials, generación X) tanto las alianzas de PRI como PAN quieren fundar el voto que coyunturalmente les aporte un 30% más de sufragios para vencer eventualmente a López Obrador. ¿Por qué en esos supuestamente jóvenes sin conciencia se quiere hacer recaer la responsabilidad de votar en favor de un proyecto de país que desde años atrás nos tiene hundidos en la desesperanza, en la miseria, la corrupción, el narcotráfico y su secuela de crímenes y terror? ¿Será que ellos son insensibles ante tanta pudrición?
¿Ese será el atractivo del debate de mañana: quién se llevará, finalmente, las palmas de un debate que de antemano está ganado por López Obrador, que es el único que desde los campos de la cultura, como de la seguridad pública, política interior o relaciones exteriores tiene propuestas que vislumbran, respaldadas por expertos que dominan la materia y políticos que vienen desde abajo, nuevos tiempos para una nación que eventualmente se puede renovar si los que están no cumplen con el encargo a cumplir? Ese es el gobierno que respaldará el martes a AMLO en el debate y al cual desde luego no se le podrá tocar ni con el pétalo de una rosa en ese debate.
Realidades habrá el martes, nada de ficciones, eso es lo que respalda hasta hoy la intención del voto que desde que comenzaron las encuestas respalda con más del 50% a López Obrador y que hasta llegar hoy en lugar de disminuir aumenta, llegando hoy a números insospechados, siendo difícil concebir cómo vía electoral se pudiera eventualmente instrumentar el fraude. ¿Por qué no, mejor, comenzar a pensar en lo que será nuestro país futuro? ¿En qué país nos gustaría tener?
Uno, quizá, a nivel mundial con una ONU fortalecida y donde, por lo tanto, exista un gobierno mundial más orgánico y justo, en donde ni los bloques ni de 3 ni de 7 ni mucho menos de un país dominen el orden mundial. Un gobierno mundial en donde los intercambios sean más equilibrados y todos ellos teniendo como base la protección del ambiente y sin semillas mejoradas.
Como maestro pienso en el fin del corporativismo, con los sindicatos limitados a defender los derechos laborales de los trabajadores y sin intervenir en la vida académica de las instituciones educativas que deberá ser sólo de los actores de la escuela (Fernández, Satulovski).
Pienso, pienso sólo en el futuro diferente que el 2 de Octubre y el 10 de Junio me hicieron salir a las calles a gritar enardecido junto a Leopoldo Ayala, Marcué Pardinas, Raúl Jardón, Pedro Castillo, Joel Ortega y tantos y tantos camaradas de aquel entonces: “Basta, el futuro es nuestro”.
*Profesor jubilado
gomeboka@yahoo.com.mx