jueves, marzo 28, 2024

ISEGORÍA: Temer al diablo

Sergio Gómez Montero*

Seamos una Prensa

-léase máquina para oprimir-

Para exprimir los cráneos de los ignorantes

B. Paz: “Libertinaje de prensa”

 

El país vive atemorizado. Le pesa la noche y los pesados juegos del narcotráfico y sus sicarios, a los que la sal y pimienta de los militares, policías y marinos sirven para sazonar esa sopa maldita. Pero, con todo, el país avanza, celebra, recuerda; sus fiestas guardan las tradiciones y sus viacrucis aún tienen el dolor y los bailes típicos de sus chinelos. La Semana Santa sigue siendo nuestra con toda su religiosidad.

Pero no fue eso, en política, lo significativo de los días pasados. Tampoco lo fue, claro, la contundencia de las cifras de la demoscopia, en donde todas las encuestas favorecen con mucho a AMLO y hunden virtualmente a Meade al que el diablo persigue sin cesar, pues no logra encontrar el camino de la salvación, ya que sus siete promesas de semana santa, sin el logo del PRI para no contaminarse, no son sino una copia fiel de lo que ya antes AMLO había prometido igualmente, de allí que lo que uno se pregunta entonces es si el candidato del PRI ya rompió con el PRI y es así como el sacrificio del Calvario culmina. Luego de un viacrucis cuyas estaciones, todas, fueron dolorosísimas para él, culminando hasta hoy con los caudales de corrupción que corren por el NAIM (que costaría 300 mil millones de pesos si algún día se culmina) y no cesan de abrir nuevos caudales de manejo sucio de recursos destinados a él en este año de Hidalgo, del cual todos los políticos del gobierno quieren cumplir puntualmente su lección, aunque eso conlleve llevarse entre las patas a su candidato presidencial.

Singular campaña presidencial la de este año en el país, sin duda, en donde la realidad tiene comportamientos sorprendentes, que lo mismo van de lo cada vez más increíble de los resultados demoscópicos hasta hoy registrados (que reflejan el repudio que se tiene hacia EPN, su política y su partido) hasta lo que es aún más sorprendente (signo de la presencia del demonio en las filas del PRI): que el candidato de un partido, el del PRI, rechace las siglas y los colores emblemáticos de su agrupación, pues siente que su candidatura debe ser de ahora en adelante totalmente independiente de la agrupación política que supuestamente lo impulsa, mientras el tercero en discordia (Anaya), como otras veces cada vez se desinfla más como un globo placero el que pierde el gas que le insuflaron al principio de la carrera, pues su oferta siempre falsa y endeble deja de atraer aún a sus seguidores, ya no se diga al público en general que no sabe de qué se trata lo que quiere.

Las singularidades del presente político del país son, pues, muchas. Pero ninguna de ellas tan significativa como para anunciar que, en el corto plazo, los cambios que se esperan anuncian un cambio profundo de rumbo social. Los cambios que se esperan serán paulatinos, sólo superficiales y decepcionantes para muchos de nosotros, lo que nos llevará a insistir y luchar por un nuevo rostro social para el país.

Luchas candentes y arduas aún nos esperan.

*Maestro jubilado

gomeboka@yahoo.com

Artículos relacionados