martes, abril 16, 2024

ISEGORÍA: Pompas de jabón y fuegos fatuos

Sergio Gómez Montero*
ahora exótico
ahora hallado
abría la boca
para escupir el fuego de los Dioses
J. Axat: “Hombre dragón”

Son juguetonas y divertidas. Llaman mucho la atención. Pero igualmente son efímeras y sin sentido; no tienen razón de ser, porque no sirven para nada. Así son, pues, las reuniones mundiales que se convocan y que se realizan lo mismo en Davos, que Bruselas o París (hoy la COP26 sobre cambio climático en Glasgow), convocadas por la ONU, la OCDE o el FMI. Reuniones que no sirven para nada, por más que en ellas se anuncie, previamente, que el dragón, hoy sí, escupirá fuego, aunque se sepa, de antemano, que los dragones no existen y que nadie ni chispitas escupirá. Bien se guardan de ello. En ellas, lo único que se discute, a lo más, son cuestiones superficiales y sin sentido (relaciones públicas) de las relaciones que se dan entre quienes componen la cúpula del mundo de los negocios y que nada tienen que ver con los cambios verdaderos que el mundo requiere para salvaguardar a la especie humana.
Así pasa hoy con la COP 26, anunciada como una junta cumbre para evitar el desgaste del planeta tierra, y por ende del género humano. Y que, al final de cuentas, lo único que logró fueron fuegos fatuos que de ninguna manera garantizan que por más tiempo ya no sufra la Pachamama, pues para que ello no suceda se requiere, de entrada, quede eliminado el capitalismo como la forma de organización social, que hoy domina, todavía, todas las economías, incluidas las de Rusia y China, aunque estas dos últimas, en los límites de esa organización social. Reconocer lo anterior no se dará en las reuniones mencionadas, pues en ellas lo único que se busca es darle un maquillaje más lustroso al capitalismo o sólo, por error, mostrar alguno de sus excesos. Glasgow fue precisamente eso, un escaparate de los rostros bonitos de esos gobernantes (Calderón buscando desesperadamente las selfies con los paladines en turno del capitalismo o, como consolación, tomándose un cafecito) capitalistas, las muestras de repudio altermundistas y nada más.
Pero de lo anterior sí surge una pregunta radical: ¿si no son tal tipo de reuniones mundiales las que se requieren, en particular para salvaguardar a la Pachamama, qué es entonces lo que hay qué hacer? Y eso, claro, conduce a otro tema toral: ¿en dónde hay que dar la lucha, en particular por la defensa mencionada de la Pachamama? Sin ser excluyentes, pero ya hoy los hermanos mapuches chilenos nos están enseñando: allí, arraigados a la tierra; allí, en donde se manifiestan los conflictos primero y antes que nada, porque es allí (en la fábrica, en el campo, en las viviendas o los barrios) en donde se manifiestan los conflictos en donde hay que dar la lucha en contra de esa organización social mundial, el capitalismo, que privilegia las reuniones cumbres de fuegos fatuos y que le teme a las masas y a los lugares específicos donde esas masas se encuentran asentadas y viven.
Ah, las pompas de jabón y los balazos verdaderos.

*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

Artículos relacionados