viernes, marzo 29, 2024

ISEGORÍA: Paso a pasito

Sergio Gómez Montero*
En memoria de Juan Marsé, un gran maestro
ahogada entre su memoria
entre el desbordamiento de su orgullo
y de sus muertos
L. P. Dalembert: “La ciudad naufragada”

Sí, igual que la canción, así camina la 4T; muy lento, pero camina, como estos días quedó demostrado con la reforma que se aprobó para darle al régimen pensionario del país la actualización que se le requería luego de firmarse el T-MEC, como un requisito que se debía cumplir ineludiblemente para que ese Tratado funcionara y que es un pasito así (uno más) para que los deseos políticos del presidente Trump se sigan cumpliendo tal y como él, varias veces lo ha expresado –lograr el fin de la corrupción en México e impulsar así una “sana” economía capitalista en el país vecino–, consolidando con esas medidas su futura reelección (una modernización pensionaria que, entre otras cosas, no contempla el que, a los jubilados, el ISSSTE nos pague con base en salarios mínimos como marca la Constitución, y con base a “umas” como todavía lo sigue haciendo).

Lo anterior, pues, ayuda a explicar el porqué de lo limitado de los cambios que en materia económica se registran en el país, en donde esos cambios no pueden ir más allá de lo que marca la política que en contra de la corrupción mueve a la 4T, cuya finalidad, pues, se inscribe, cada vez más, en el denominado aquí revisionismo populista, que no busca la real liberación de los trabajadores, sino que éstos, junto con sus industrias y comercios, se inscriban en procesos de modernización que cada vez los igualen más con las industrias y comercios del capitalismo avanzado para, así, frenar, entre otras cosas, los procesos migratorios tan agudos registrados hasta hoy, y que afectan cada vez más, de raíz, los procesos de acumulación de capital en los países receptores de esa migración.

Si algo tiene el capitalismo, hay que reconocerlo, es que no es tonto, y de allí, por ejemplo, junto con la anterior política de Trump, el plan revisionista que apenas se acaba de aprobar en Europa, que entre otras cosas, contempla (y ya se está dando, en España por ejemplo) el ascenso electoral de fuerzas partidarias identificadas con el socialismo moderado (como está pasando en Francia y pronto en Holanda) para que sean ellas las que impulsen ese nuevo capitalismo de cara limpia, como el que ya predomina en los países del norte europeo (Suecia, Noruega, Finlandia), cuyas poblaciones son arrulladas por ese capitalismo de cara limpia, que pronto pasará los costos de su aparente bienestar a los países más pobres de la tierra, de la misma manera que la modernización anticorruptora mexicana pasará la factura a los países que están al sur de su frontera (la que, cada vez más, quedará cerrada para nuestros vecinos centroamericanos).

Sin duda son complejos los procesos actuales de ajuste social que se registran a nivel mundial. Pero es necesario tomarlos en cuenta si queremos tener idea del mundo en que vivimos, estar conscientes de cómo él evoluciona y se manifiesta en su cruel afán de sobrevivir a costa de los más débiles y favoreciendo cada vez más a quienes más tiene, a costa no sólo de la mano de obra explotada (en las fábricas, en las oficinas, en los comercios y en las calles), sino lo que es más preocupante: cada vez más a costa de la naturaleza con la cual convivimos, a la que cada vez se devasta más y se le expone al punto del desastre total.

Es decir, hoy o paramos el desarrollo del capitalismo o el capitalismo para al mundo todo. Importante es que hoy lo escuchen los revisionistas de todo tipo, creo.

*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

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