viernes, junio 28, 2024

ISEGORÍA: Nueva política, nuevos participantes

Sergio Gómez Montero*
Poco a poco, con el sigilo y la cautela que son propios de estas situaciones se conocen los nombres de quienes, en un segundo paquete, acompañarán a la señora Sheinbaum en las tareas de gobernar al país (para cuando esta nota se publique ya se tendrá noticia cierta de ellos). Se juega con nombres, se especula, pero poco énfasis se pone en que la conformación de un equipo de trabajo de tal naturaleza no se reduce sólo a simpatía o amistad (que son factores que intervienen, claro), sino que de por medio va, quiérase o no, el peso que ejercen los grupos de poder que desde un inicio se identificaron con la que será próxima Presidenta del País y que están presentes allí con nombre y apellido, para defender sus intereses corporativos.
¿Por qué han sido relativamente incandescentes los fuegos (llamaraditas) económicos que se encendieron al conocerse el triunfo arrasador de Morena en el conjunto electoral del pasado 2 de junio? El por qué de la incandescencia se conocerá una vez que el equipo de trabajo de la Presidenta quede inicialmente conformado, con ajustes que de seguro no serán tan brutales e inmediatos como los hubo cuando el primer equipo de AMLO. Hoy, en términos de trabajo nadie se puede llamar a engaño: el camino está trazado y, más vale, no buscarle tres pies al gato.
Eso, en cuanto a qué pasará en la conformación del equipo de la próxima Presidenta (batallo con el uso de “e” de las épocas antiguas, con la “a” obligatoria de la actualidad). En donde todo será nuevo y sorpresivo también, será en el hacer política institucional, dado que hoy, en la vía de los hechos virtualmente no existe oposición o está reducida a su mínima expresión. ¿Cómo será entonces el hacer político que nos espera, si agotadas casi las pugnas inter partidarias, cómo se concretará el hacer político? ¿Versará sólo con un ritmo y a un compás? Ahí sí, se insiste, a lo mejor alcanzado lo que el Plan C buscaba en el corto plazo (las reformas constitucionales pendientes), ¿qué será del porvenir? ¿Cómo fuerzas tan disímbolas como las que hoy componen Morena actuarán conjuntamente para alcanzar objetivos parlamentarios que en tiempos pasados algunos de los actuales componentes de Morena (procedentes del PRI, PAN, Verde, otras fuerzas políticas) nunca hubieran pensado hacer suyos en un recinto parlamentario? ¿Convivirán de manera pacífica tal cantidad de bichos y alimañas?
Álgido, sorpresivo, será el territorio que tendrán que recorrer los nuevos actores políticos de la contemporaneidad. Unos, por obligación, tendrán que seguir las órdenes de la capitana; otros tendrán que hacerlo por fidelidad partidaria (otros, ojalá y los menos, sufran el síntoma de Lily Téllez). Mas el cómo se concretará ese juego político es lo que hoy ya, al menos desde esta tribuna de opinión, despierta dudas e inquietudes. Si la búsqueda del socialismo, como en el pasado, era la justificación de las luchas políticas de los sectores de población oprimidos, ¿hacia dónde hoy, entonces, el quehacer en resistencia de esos amplísimos sectores de población? ¿Tendrá la respuesta ya lista la 4T?
Preguntar se vale, ¿o no?
*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada

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