Sergio Gómez Montero*
Teniendo en cuenta y considerando
el progresivo deshielo de los mares
el efecto invernadero
la veloz extinción de las especies
C. Peri Rossi: “Considerando”
Una de las ventajas del periodismo en la etapa actual es que uno, sin estar dentro del gobierno, puede escribir con relativa libertad (siempre y cuando escriba siempre buscando la verdad) sobre cualquier tema que uno considere interesante. Como hoy, cuando se incrementan las distancias entre las opiniones que consideran que se gobierna bien, a la vez que hay otras que consideran que nada se está haciendo bien en términos de gobierno y que son aquellas que desde principios de este sexenio consideraron que el nuevo gobierno no tenía capacidad para gobernar al país, como se empeña a declararlo, entre otros varios, Héctor Aguilar Camín, lo que ha propiciado que sectores diversos de la población estén arremetiendo hoy en contra del gobierno de López Obrador, a quien, los críticos más serios, acusan de que los problemas fundamentales del país (seguridad pública, salud, educación y cultura, hacienda, empleo) persisten y lo intentado hasta hoy por el nuevo gobierno ha resultado totalmente fallido.
Cierto o no lo anterior, sí hay una distancia enorme entre lo que es la comunicación social del nuevo gobierno y lo que en la práctica intenta éste hacer o está haciendo. Los buenos deseos del gobernante no se reflejan en la realidad o han tardado mucho en reflejarse, lo que ocasiona la frustración o el desencanto de sectores diversos de la población, y que refleja, así, entre otras cosas, que el Programa Nacional de Desarrollo hasta hoy no es sino una ficción que aún no aterriza en la realidad, de la misma manera que los programas sectoriales, hasta hoy, definitivamente no los conocemos. ¿Cómo justificar entonces las contradicciones que existen en términos de desempleo o que hasta el momento no se sepa cómo finalmente se resolverán los problemas que ha implicado el surtimiento de medicamentos al sector salud? Esa serie de cuestiones ininteligibles que se están acumulando son las que le restan credibilidad al gobierno de López Obrador.
Lo anterior pesa más, si a ello se acumula un manejo poco hábil de la política, la que si a pesar de contar con el carro casi completo de gobierno (Poder Ejecutivo y Poder Legislativo) no ha podido vencer hasta hoy la traba enorme que ha representado el Poder Judicial, el que no se cansa de ponerle trabas con gran facilidad al Ejecutivo, que lo único que hace son corajes antes de vencer esa oposición. Sorprende en este terreno de la política, el hecho de que el partido o movimiento que apoyó a López Obrador para llevarlo a la Presidencia virtualmente no exista hasta hoy o que bien AMLO de hecho lo tenga desaparecido, porque acciones por él mismo (acciones partidarias, pues) no existen: no hay partido, no hay movimiento de hecho.
Moverse en un plano tan complejo de contradicciones es evidentemente difícil, como hoy está quedando demostrado aquí en el país. Si en el corto plazo no se toman medidas que palien esa situación, la tarea de gobernar incrementará, con mucho, sus dificultades. Creo.
¨Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx
