jueves, marzo 28, 2024

ISEGORÍA: Estratégicas…, para América Latina también

Sergio Gómez Montero*

El viento va de pueblo por la vida,
Le amanece, muchacha, al continente
Tejeda Gómez: “Elogio del viento”

Es inútil, por repetitivo, reiterar el carácter estratégico de las elecciones del país este domingo, tanto por lo que se juega a nivel nacional –el proyecto de futuro–, como por aquello que va en juego, también, a nivel continental. En ambos casos es realmente mucho lo que se está disputando en el proceso electoral que se está realizando y que, de manera extraña, coincide con lo que hoy está en disputa en América Latina.

Es decir, a nivel nacional las elecciones de hoy son estratégicas, porque en ellas no sólo va de por medio las disputas por los puestos de elección popular, sino que, dependiendo de los términos en que se dé la victoria de los partidos que apoyan a la 4T, va a depender el cómo se habrá de instrumentar el avance y consolidación del movimiento social que impulsa al actual régimen de transición y que, mal que bien, es un rompimiento con el proyecto neoliberal de los años recién pasados y que hoy, con todo tipo de malas artes, quieren que se vuelva a implantar quienes enfáticamente se oponen, en lo inmediato, al régimen de gobierno de López Obrador, Es decir, no va a ser lo mismo sacar el proyecto antineoliberal que impulsa la 4T si se triunfa con una mayoría relativa en la Cámara de Diputados y se controlan sólo 7 u 8 de las gubernaturas en disputa, que si el triunfo permite tener una mayoría calificada en la Cámara mencionada y se ganan 11 o 12 de las 15 gubernaturas en disputa. En cualquiera de los dos casos, es cierto, el proyecto de la 4T va a seguir adelante, pero las tácticas a aplicar para sacarlo adelante van a ser de manera sustantiva diferentes, lo cual hará que la vida política del país se mueva a ritmos distintos. Aunque, sin duda, el triunfo de la 4T está garantizado como lo prevén ya todas las previsiones demoscópicas.

Pero no sólo eso. Las elecciones de este domingo también son estratégicas si, también como se prevé, en Perú se registra el triunfo del profesor Pedro Castillo, un serrano no radical –ni senderista ni mucho menos– que le apuesta, fundamentalmente, a reivindicar los derechos de las mayorías desposeídas de su país –en su gran mayoría, indígenas–, de una manera tranquila y pacífica, oponiéndose así, a la deleznable Keiko Fujimori, quien de muchas maneras fraudulentas quiere ganar de nuevo el proceso electoral, para defender de manera empecinada los intereses del neoliberalismo en su país (con el apoyo triste y vergonzoso de gente como Mario Vargas Llosa).

Juntos tanto el proceso electoral de México, como el de Perú, si ambos son favorables a las tendencias antineoliberales, harán que se consolide la tendencia al cambio entre quienes tienen a su cargo la redacción de la nueva Constitución en Chile, como para que siga avanzando –en la lucha– el movimiento popular en Colombia y logra ponerle fin al neoliberalismo en ese país, para que así se extienda, en nuestra región, la franja de países antineoliberales que, entre otras cosas, le pongan un alto, entre nosotros, al injerencismo que hoy está desplegando el gobierno de Estados Unidos –con una falsa campaña de lucha en contra de la corrupción–, que no es sino una máscara más para intervenir en los asuntos internos de otros países, en particular los de América Latina.

No queda sino esperar confiados los resultados electorales.

*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

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