jueves, abril 25, 2024

ISEGORÍA: El punto de unidad

Sergio Gómez Montero*
Voz desatada
Que a las almas ajenas
Llevas mi alma
J. Martí: “A la palabra”

Continente agitado el nuestro, que un día ve morir, impávido, a un Presidente, el de Haití, ejecutado por un grupo de sicarios extranjeros (¿de dónde provinieron, quién los financia?), mientras al día siguiente ve cómo Estados Unidos provoca pequeños levantamientos ciudadanos en Cuba, con el fin de así bombardear mediáticamente al gobierno de la Isla, sin que se le caiga la cara de vergüenza luego de que la mayoría de los países de la ONU condenara el infame bloqueo a tienen sometida precisamente a Cuba. ¿Por qué la insistencia del gobierno de los demócratas estadounidenses por incitar así la desestabilización de América Latina?
Mientras acá, entre nosotros, con la guerra mediática en contra de la 4T, que no cesa (con dos diarios encabezando esas batallas, junto a televisoras y radiodifusoras aliadas), se ha iniciado la guerra por el futuro inmediato (2024), con el visto bueno del señor de Palacio, quien se encargó de dar el banderazo de salida, consciente, esperamos los seguidores de la carrera, de una carencia muy sensible: la inexistencia aún del partido sólidamente establecido, que encauce los afanes de los ya prestos competidores en la justa. Y es obvio, dos equipos destacan y están más que puestos en la fila de arranque. Primero el de Claudia Sheinbaum, con Martí Batres como aliado de lujo (todos así lo creemos), y luego, ya listo también, Marcelo Ebrard, quien tiene en Mario Delgado un timonel de punta, que salió más o menos bien librado (con muchos raspones) de la dura justa de las elecciones intermedias (con excepción de la CDMX) y que se mantiene al frente de Morena, que nadie sabe con exactitud qué es, pero que no es una partido político ni de izquierda ni de centro, es decir, sin ubicación precisa y que debe ser, en el futuro inmediato, el punto de unidad que tanto falta si se quieren obtener resultados positivos con un o una candidat@ que garantice darle continuidad al proceso de transición que se inició con el régimen de gobierno actual.
No vamos a abordar ahora tal temática desde el rigor disciplinario que viene indistintamente de Marx, Lenin, Luxemburgo o Gramsci, porque parece ser ésa no es la preocupación actual. La sedosidad del proceso de transición actual, para que tenga continuidad, va requerir, sí pensar en un partido que, desde ya, sea el punto de unidad de las distintas fuerzas sociales que se agrupan hoy en torno a la 4T (no en torno a Morena) y que le permita a todos los que quieren darle continuidad a ella, caminar sin meterse zancadillas ni darse puntapiés de mala fe, sino que todos caminen en búsqueda de la Presidencia de la República tratando de garantizar más que nada la continuidad de la 4T como objetivo primordial y central. Una vez garantizado esto último, que cada quien agarre monte.
Hoy, la unidad a toda costa es el objetivo central.

*Profesor jubilado de la UPN/ Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

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