martes, diciembre 3, 2024

ISEGORÍA: El espanto de las clases medias

Sergio Gómez Montero*
Que mis palabras son fragmentos
Balbuceos de una frase oscura
Migajas de una vieja historia
J. E. Eielson: “Poema”

Por los cien años del Partido Comunista Mexicano

Desde el punto de vista de la política, los movimientos telúricos continúan. Algunos visibles, claros, contundentes. Otros, como son ellos: cargados de insidias, de recovecos, de dobles y falsas caras. Todos ellos tendientes, cada vez más, a concretar las luchas paulatinamente más intensas que se dan entre un capitalismo que nada quiere perder y las luchas antineoliberales que buscan implantar nuevas formas, de transición, de organización social. Este fin de semana, por ejemplo, en América del Sur, dos batallas atrajeron la atención de los analistas políticos que estamos atentos a las cuestiones de la geopolítica contemporánea: por un lado, al fin, la liberación de Lula en Brasil, luego de una decisión judicial que ya no podía retrasarse; pero, por el otro lado, se tuvo que lamentar el golpe de Estado boliviano –comandado por los milicos de ese país–, que obligó a Evo Morales a dejar la presidencia de su país, para, según los golpistas, preparar nuevas elecciones con el aval de la espuria OEA.
Más allá del saldo de tristeza que dejan las acciones descritas de Bolivia, hay, junto con ellas, un conjunto de lecciones que no se pueden pasar por alto, en particular en estos momentos en que se disputa con gran fragor por limitar cada vez más los efectos maléficos de un neoliberalismo que impulsa con todo la polarización de la riqueza, y que sume en la pobreza extrema, también cada vez más, a millones y millones de seres humanos, particularmente niños y ancianos.
De esta manera, es urgente explicarnos qué fue lo que pasó en Bolivia y luego de las elecciones del domingo qué se disputa con ardor en España. En el primer caso, las cuestiones parecen concentrarse en un proceso descrito por Marx en donde van de por medio cuestiones vinculadas al valor y en particular a las relaciones que se dan entre valor de uso y valor de cambio, que la autora Andrea Santos Baca considera como la superación de la contradicción principal del capitalismo en el siglo XXI y que nos lleva ver con ella detenimiento el qué sucede cuando amplias franjas de la población (en particular joven@s), como en Bolivia, dejan atrás la pobreza y se inscriben incipientemente en la clase media, concentrándose en ciertos polos urbanos (en el caso de Bolivia, La Paz y Santa Cruz) reclamando derechos de consumo que poco antes, para nada, eran los suyos. En el caso de España, la obcecación de Pedro Sánchez, del PSOE, por no compartir los puestos de gobierno con Unidas Podemos, está obligando a los electores a inclinarse cada vez a las filas de la ultraderecha de Vox y el PP y llevando otra vez al país español a un pozo sin fondo, que en la Europa actual sería catastrófico para los iberos.
Desde otro punto de vista, aparece de nuevo lo electoral como la vía que abre los espacios para que sucedan las catástrofes sociales como las de Bolivia, y si no se actúa con mesura y frialdad muy posiblemente España. O nos damos cuenta que la democracia representativa es sólo un gran engaño o, socialmente, no se avanzará para fincar nuevos regímenes sociales que ayuden en efecto a erradicar el neoliberalismo.
Ambas, tristes lecciones para nuestro país, que ojalá y el caudillo actual, AMLO, lo tomara en consideración para no lamentar luego las consecuencias.
*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx

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