Sergio Gómez Montero*
Un día,
los intelectuales apolíticos de mi país
serán interrogados por el hombre
sencillo de nuestro pueblo
O. R. Castillo: “Intelectuales apolíticos”
Sin duda, a veces cansa la escritura, sobre todo, como en mi caso, en que son ya muchos los años (más de 50) que uno tiene practicándola, eso sí siempre criticando al gobierno prianista que en diferentes épocas le ha tocado conducir equivocadamente al país. Cuando ese panorama se comienza a disipar y nuevos aires soplan en el país, uno quisiera, como dicen los compañeros migrantes, que Trump nada tuviera que venir a hacer en este país. Pero eso para ellos, los migrantes, y para nosotros, que siempre nos hemos mantenido en la lucha, sabemos que hoy, cuando todo se mezcla, es una realidad que no se puede concretar porque se está en una etapa en donde todo parece estar ajustándose y nadie sabe aún qué pasará..
Es decir, luego de 90 años de un régimen de gobierno heredado por la denominada revolución mexicana, en que se comienza a perfilar con dubitaciones un nuevo gobierno que quiere sustentarse en una confusa cuarta transformación (what is that?), uno tiene necesariamente que preguntarse: bueno y eso qué es, se trata acaso de ceder en la soberanía para no hacer enojar al señor Trump, que se supone ha sido invitado a la toma de posesión del próximo presidente del país. ¿Por qué cuidar las formas, antes que el fondo de la política exterior? ¿Pesan más las amenazas de ese señor, que la historia completa del país?
Es cierto, desde que el gobierno de Estados Unidos en el siglo XIX se apropió de la mitad del territorio nacional ha considerado que tiene supremacía sobre nosotros, los mexicanos, porque, frente a ellos nuestra soberanía se encuentra disminuida como hoy, donde todo se mezcla, y uno sigue sin saber con certeza quién va a gobernar los próximos seis años. Al respecto, uno supone que existe un periodo de ajustes en donde todavía, el que debe de mandar porque así lo determinó el voto popular, sigue manteniendo quehaceres diversos para ir viendo el que sí y el que no se podrá hacer, lo que provoca el que algunos nos desesperemos por no entender los titubeos de un gobierno electo que ya, para estas alturas, se supone que sus líneas básicas de gobierno ya debió haberlas definido, y de no ser así debió mantener un silencio expectante antes de comenzar a actuar.
Como sea, en esta época donde aún todo se mezcla, pesa mucho la indefinición a la hora de tomar decisiones, pues uno quisiera que ya hora las diferencias entre los 90 años de prian y los pocos meses de AMLO ya fueran más claras; que hubiera claridad entre lo que se hizo en términos de política exterior los meses últimos de EPN (en donde el sometimiento hacia Trump fue vergonzoso) y lo que se vislumbra hará hoy el gobierno de López Obrador.
Los que hemos vivido y trabajado en Estados Unidos sabemos muy bien, que aún con Trump, no hay que confundir lo que es allá pueblo y gobierno. Hay grandes sectores de ese pueblo que quisieran tener con nosotros una relación amistosa y respetuosa. Pero no así el gobierno, casi nunca. Y eso el gobierno de México pocas veces lo ha entendido, y mientras no lo haga hará difícil la relación con nuestra nación vecina.
*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx
