Sergio Gómez Montero*
Una piedra puede ser el poema,
Un niño, una madre,
Un caído con sus agujeros inundados de pólvora
A.Hernández: “Arte poética”
¿Cuándo comenzaron en los partidos políticos los tiempos electores luego de las elecciones de 2018? Es obvio que al día siguiente del primero de julio de aquel año. Sorprendidos por los resultados obtenidos, al interior de los partidos, luego de ello se dio un ajuste de fuerzas para poder enfrentar el futuro imprevisible que tenían ante sí y que los obligaba, tanto en términos de instituciones como de personajes, a prever los quehaceres a llevar a cabo. Tanto desde barrer y trapear las escaleras, hasta limpiar los inodoros. Unos con un optimismo desbordado (Morena); otros, indecisos ante el panorama que se abría frente a ellos (PRI y PAN).
Así, en lo inmediato, 2021, elecciones intermedias (diputados y algunas gubernaturas), lo primero que se va a disputar será la calificación que se le otorgará al régimen de gobierno en turno (que es, ojo, régimen y no sólo gobierno), que será evaluado en las elecciones y no el referéndum del mandato que previamente se llevará a cabo, ya que no será sino hasta julio del 2021 cuando realmente se sepa qué aceptación tiene o no el régimen de López Obrador y Morena: ¿la 4T será para entonces aceptada o no? Sólo los resultados del proceso electoral darán una respuesta precisa a esa interrogante. Si se mantiene la aplanadora de Morena para entonces, será obvio el triunfo de tal Cuarta Transformación; si PRI y PAN recuperan posiciones, eso significaría que el éxito o el fracaso de la 4T serían sólo relativos. He ahí, pues, el significado real y profundo de las elecciones del año mencionado, para las que, desde 2018, se están preparando no sólo los partidos actuales, sino los más de 100 que están solicitando registrarse ante el INE para competir electoralmente tal año.
Pero, electoralmente, los partidos políticos y sus personajes se están preparando no sólo para las elecciones del año mencionado. Ojalá y así fuera. Ya, desde hoy (y desde que se conocieron los resultados de 2018) preparan ya desde entonces otra batalla: aquella en la cual, el o la preferido/a (hasta ahora Ebrard, Sheinbaum, Monreal o el desconocido) buscarán con todo la candidatura presidencial, y por ello, el o la preferido/a, no descuidan, desde entonces, ningún resquicio que implique el que sus posibilidades de triunfo están en juego, por eso ella o ellos están atentos a todo lo que sucede en el régimen o el partido, que ningún detalle se les escape y poniendo a trabajar a sus equipos (¿Delgado y Clouthier, amigos hasta morir?), desde ahora, a todo lo que dan, pues tienen la idea, a lo mejor cierta, de que es desde ahora que se comenzará a definir el quién, en 2024, ocupará la posición de candidato presidencial de Morena para las elecciones de ese año. Así, por eso, hoy, al interior del instituto político mencionado se está disputando con todo la presidencia de la institución, pues se sabe que de ella va a depender saber el quién es el que mantiene en este momento las preferencias presidenciales y quien así tiene ganado el tirón inicial de la carrera presidencial.
Sí, igualito que en los viejos tiempos, cuando esas trácalas y trastupijes mandaban en términos políticos de carrera presidencial.
Lástima que nada haya cambiado.
*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx