jueves, abril 18, 2024

ISEGORAIA: La nueva política

Sergio Gómez Montero*

Cuántos pedazos de planeta caen a tu plato?
Cuántos desayunos te traen noticias de las bolsas, de los mercados del oro, a vos, que no sabés cómo estirar el pan en tu mesa de familia?
G. Impaglione: “Poesía”

(Hay que decirlo bien claro, camarada, no importa que físicamente estés ausente. En tu memoria podemos decir miles de cosas y hacer presentes recuerdos múltiples. Hacerte, pues, presente será siempre fácil. Tu afán de lucha es un ejemplo que nunca olvidaremos y que nos hizo estar presentes en todos y cada uno de los múltiples momentos en los cuales estuvimos contigo, mi querido, mi entrañable José Rodríguez, de quien supe lo mismo en Puebla, en el DF o Chiapas, luchando con ardor en defensa siempre de los trabajadores del campo. Te has alejado, pues, físicamente de entre nosotros, pero a la hora de la lucha sé que nunca nos olvidarás; siempre estarás junto a nosotros. En tu memoria, Pepe)
Finalmente, lo que tenía que darse se dio: tatachuntachuntachun, suenan los tambores, redoblan las trompetas, las matracas desgranan sus sonidos estridentes, ondean las banderolas priistas; a pesar de los excesos de Videgaray, el equipo de Peña Nieto se hizo cargo del tinglado electoral a partir del lunes 27 de noviembre (como estaba previsto desde tiempo atrás) para darle paso a la ceremonia de cumplimiento del dedazo a fin de ungir como candidato del PRI, por primera vez, a un no priista, y cumplir así el inicio de un nuevo y novedoso periodo electoral.
Nuevo y novedoso, porque él, en principio, ha cancelado de manera tajante el periodo de la Revolución mexicana, a la que le ha borrado de un tajo el sentido de rebelión popular que durante un poco más de cien años sostuvo, así como la de tutelar los derechos de los más desprotegidos de la sociedad. Adiós, pues, a esa supuesta revolución. Adiós, asimismo, por ende al partido que hasta por más de setenta años había acompañado por conveniencia a la fraudulentamente llamada revolución del 10-17, quitándole paulatinamente los rasgos anarcosindicalistas que esa revolución tuvo. Adiós al PRI que hoy sí oficialmente ya no existe. ¿Cómo se llamará, pues, el nuevo partido de los atlacomulquenses, encabezado por Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, quienes hoy impulsan la candidatura de Meade Kuribreña, Nuño y Videgaray y quienes a partir de 2018 a su vez serán los encargados de seguir impulsando el capitalismo en el país, lo que será una verdadera tragedia para la mayoría de la población del país?
Después del fraude del 2018 que se avecina, ¿qué nos espera? Amargas sorpresas, que si bien se ubican en darle continuidad a las reformas que hace dieciocho años se iniciaron con los panistas y que con Meade (panista también) tendrán nueva versión, es decir tendrán como caldo de cultivo lo que en términos de economía capitalista se denomina (¿verdad León Bendesky?) “estabilidad macroeconómica”, que no es sino el ambiente que crea una alta concentración de la riqueza, lo que provoca la existencia de cada vez menos ricos y que los ricos sean cada vez más ricos y que a los pobres los convierte en más y cada vez en más pobres. Es decir pues que en términos socioeconómicos no habrá sorpresas los próximos seis años.
¿Será Morena la sorpresa; le tocará a ese partido acumular en sus filas a los viejos priistas que dejarán de serlo y Morena se convertirá así en el PRI que siempre ha sido: la revolución que nunca ha existido?
*Profesor jubilado
gomeboka@yahoo.com.mx

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