CIUDAD DE MÉXICO.- El aumento en la esperanza de vida en los últimos 50 años ha sido un importante logro, y actualmente en México es más probable alcanzar la longevidad. Sin embargo, se estima que hasta 10 por ciento de las personas mayores es dependiente, con necesidad de cuidados.
Además, 20 por ciento presenta alguna dificultad para realizar sus actividades diarias y 70 por ciento goza de buena salud. Así lo refiere la Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México (Enasem 2018) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Ante esta realidad, el Instituto Nacional de Geriatría (Inger) desarrolla investigación cuyos resultados contribuyen a la construcción de políticas públicas para mejorar la calidad de vida de 12 millones de personas mayores que viven en el país. En el contexto de la Década por el Envejecimiento Saludable 2020-2030 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este instituto constituye la iniciativa gubernamental de mayor envergadura en los últimos años dirigida a mejorar la salud de personas adultas mayores.
En el décimo aniversario del Inger, el director general, Luis Miguel Gutiérrez Robledo, señaló que un equipo multidisciplinario de ciencias de la salud, sociales, económicas, investigadores y expertos en administración pública, conformado por casi un centenar de personas, genera, difunde y procesa conocimiento en múltiples niveles sobre este segmento poblacional.
Se estima que 70 por ciento tiene elevada funcionalidad y 10 por ciento es vulnerable en razón de su situación de total dependencia con necesidad de cuidados, dijo.
Una de las lecciones que ha dejado la pandemia es el alto riesgo que representan las enfermedades crónicas no transmisibles mal controladas. Esta situación ocasionó que la carga de enfermedad por COVID-19 fuera mayor en las personas de entre 50 y 70 años con múltiples afecciones, y la mortalidad mayor entre 60 y 70 años, señaló.
“La edad sólo es un número. En realidad, el envejecimiento depende más del número de enfermedades y de los riesgos que vamos acumulando a través del tiempo, y de cómo somos capaces de neutralizarlos o de adaptarnos a ellos, para envejecer de manera saludable”, sostuvo Gutiérrez Robledo.
Para mejorar el desempeño de los servicios de salud y bienestar, el Inger trabaja en coordinación con el gobierno de la Ciudad de México, en las alcaldías Iztacalco, Tlalpan y Cuajimalpa, donde mediante capacitación de profesionales del programa de Salud en tu Casa, se brinda atención a domicilio a población que por su condición no puede trasladarse a una unidad de salud.
También, en conjunto con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, el Inger impulsa el proyecto piloto “Cuidados de largo plazo de base comunitaria”, en Ciudad de México y Guadalajara, consistente en promover la participación de la comunidad para identificar y apoyar a las personas mayores con necesidad de cuidados y a las expuestas a ese riesgo en caso de enfermedad o ante la ocurrencia de fenómenos naturales para prevenir o al menos diferir la dependencia, y en su caso prestarles apoyo en prioridad. El principal objetivo es crear un modelo de atención que sirva para el desarrollo del sistema nacional de cuidados.
El Inger, como centro colaborador, participa en una variedad de iniciativas de la OMS; entre ellas, el programa “Cuidado integral de las personas mayores”, también en el marco de la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030). Este programa tiene un enfoque de salud centrado en la persona para mejorar la calidad de vida y prevenir la dependencia al envejecer.
A la par, persigue transformar positivamente la imagen de la vejez para combatir la discriminación por edad, especialmente al interior de los servicios de salud.
El envejecimiento saludable significa mantener la capacidad funcional para que las personas puedan seguir haciendo lo que consideran valioso a través de la vida con el pleno goce de sus derechos. Para alcanzar ese objetivo hay acciones al alcance de todos como la actividad física entre 30 y 40 minutos tres veces a la semana, la alimentación saludable, la construcción de una red relacional densa e interactiva, evitar el consumo de tabaco y el sueño reparador.
Gutiérrez Robledo subrayó que, en particular, el establecer y mantener redes sociales con amigos o familiares y evitar el aislamiento social es fundamental para mantener el bienestar en la vejez.
“Este instituto camina gracias al trabajo conjunto de un grupo de profesionales altamente competente y bien integrado, que ha mantenido un compromiso a lo largo de 10 años. Este equipo multidisciplinario con vocación de servicio está plenamente dedicado a mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos al envejecer”, puntualizó.
AM.MX/fm