FRANCISCO RODRÍGUEZ
Instalados en todas las inconsecuencias del lenguaje, de la semántica política elemental y de la maquinada destrucción del país, los chairos morenistas siguen su labor infame. Uno de su bancada, el diputado Eleazar Rubio, propone una iniciativa de lástima ajena: penas de cárcel y multas de hasta 86 mil pesos para todos los periodistas que realicen cualquier clase de investigación.
Quiere que los medios sólo publiquen la versión oficial de los hechos. O sea, instituir formalmente la hora de los hornos crematorios para los adversarios de cualquier signo ideológico, la misma estratagema de los países bolivarianos que sembraron el terror hacia el pensamiento crítico. Venezuela, a la cabeza, nuestro ejemplo emblemático.
En México sabemos ya las consecuencias de esto. El linchamiento y la masacre de periodistas que en todo el territorio han rechazado por una cuestión de principios, ajustarse al boletín escueto de los gobiernos nacional y locales. Ejemplos sobran. Lamentablemente.
Ominosa compra de votos para respaldar a Gerardo Fernández Noroña
Hasta el trasnochado neoliberalismo nylon instaló en todas las regiones que gobernaba las llamadas comisiones protectoras de defensa de trabajadores de la información. Ellos no, Y eso que dicen no ser iguales, ¡sólo son peores! La ley de la selva acompaña a la crisis económica, social y política, al descuido sanitario que lleva setenta mil muertos.
El exabrupto ilegal, desde la premeditación, la alevosía y la ventaja se apodera de los débiles cerebros de los mandatarios. Espera a la iniciativa parlamentaria la seguridad absoluta de los pastores de aprobar la reforma hasta con las tres cuartas partes de la votación. Aunque tenga demasiado tiempo que no la pueden conseguir.
Es la misma razón que esgrimieron en lo oscurito para apoyar las compras de votos entre los partidos para votar favorablemente la candidatura de Fernández Noroña a la presidencia de la Cámara por el año venidero. Afortunadamente, los errores cometidos al comprar las voluntades de indeseables como Héctor Serrano y Mauricio El Tomate Toledo, indignó hasta a sus pares, y no pudo pasar.
No les basta ser corruptos y descastados, también trapecistas políticos
Serrano y Toledo son tan corruptos que provocaron el rechazo unánime de los morenistas. Dicen que hasta en los perros hay clases. Y tienen razón. La represión que ordenaron hace dos años contra Claudia Sheinbaum les colmó el plato. No pasan porque son enemigos declarados, personas que violan todos los sentidos de la ambición.
Es hasta ahora lo único que los detiene. Conservar a todo costo el pedigrí de la casa. No es cualquier cosa, es algo demasiado difícil de lograr. No sólo se requiere ser corrupto y descastado, sino comulgar con todas sus ruedas de molino. Para lograrlo hay que ser realmente obtuso, no sólo querer aparentarlo.
Todos los fielders se echaron para atrás. Al mismo tiempo, en el Partido de la Revolución Democrática se aprobaba la moción de que “Los Chuchos” se quedaran de nuevo con la franquicia. Jesús Zambrano, con el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas se alza con la victoria. Para tafetanes está la Magdalena.
López Obrador, “instrumento de la demolición”: The Financial Times
Los chairos de Palacio Nacional registran los acrónimos de sus nombres ante el Instituto de la Propiedad Intelectual, como marcas registradas, para prohibir que se utilicen en cualquier reclamo o en cualquier link, ellos son exclusivos. Las pautas del neoliberalismo les sirven para escudarse, para resguardarse de todo ludibrio público. Hay clases.
El que carece de intelecto para gobernar, se registra ante el Instituto reservado para proteger las obras intelectuales de los mexicanos.
Ninguna crisis como la provocada por la Cuarta Decepción ha producido este número de pobres. Cuando acabe el sexenio, si es que puede acabar, habrá tres millones más de mexicanos miserables, en estado de franca hambruna. El Financial Times de Londres califica a López Obrador como un instrumento de la demolición.
Es ya el ejemplo internacional del mal manejo de la pandemia, de la economía nacional, de la crisis social y de todo gobierno que se respete. Asumen los diarios internacionales que el coronavirus encontró un país devastado previamente por un grupo de incompetentes y el gobierno cayó como una maldición sobre las economías populares.
La mano negra del sistema del chairopopulismo ha fracasado
Ningún gobierno del mundo tenía la justificación de actuar como lo hizo el mexicano: apretando las tuercas fiscales de cuenta chiles, ahogando toda posibilidad de salvación a las micros, pequeñas y medianas empresas y al ochenta por ciento de trabajadores informales de la población económicamente activa.
La imposibilidad de usar un sistema sanitario destruido previamente, las mentiras y engaños sobre la capacidad de respuesta de éste, el ocultamiento de información sobre los casos reales de contagiados, la falta de instrumentos y de financiamiento para personal médico de primera línea y todo lo que usted ya sabe.
El mal manejo de la emergencia sanitaria, a la que no se ha podido llamar ni por su nombre, ha logrado que el atrevido mandatario, un resentido, de lo único que pueda presumir es que a la fecha ninguna estructura, liderazgo, sector productivo o persona sensata de esta Nación quiera cruzar una palabra con él.
Mucho menos intentar algún proyecto, obra, negocio, empleo, que pueda poner en riesgo el patrimonio por ese empeño que es manejado por incompetentes. La mano negra del sistema del chairopopulismo ha fracasado. La corrupción galopante ha dejado al país en cuerpecito, sin dinero, sin trabajo y sin comida.
El Nopalito Ortiz Rubio sólo hizo un túnel para cruzar dos calles
Para colmo, el neochairo que despacha en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, se ufana de que viene lo peor de la crisis del siglo. Engola la voz ante los diputados morenistas para enfatizar que desde 1932 no habremos tenido un país en ruinas, como el que ya estamos viendo desde ahora.
Lo que se le olvidó decir es que el causante de tal estropicio, El Nopalito Ortiz Rubio, pelele de Plutarco Elías Calles, tuvo que renunciar por su incapacidad gubernativa. Su única obra, lo hemos comentado usted y yo desde hace meses, fue casi el emblema de su incompetencia: el paso peatonal subterráneo que comunica a las calles de San Juan de Letrán, hoy Eje Central, por debajo de Uruguay en la capital de la República.
¿Se recordará a López Obrador sólo por su célebre grito ¡fuchi caca!?
Pero El Nopalito hizo esa obra.
Hasta ahora no sabemos cuál es la que podrá presumir para el futuro el actual nopalito que despacha en Palacio Nacional.
¿O será el célebre grito de fuchi caca?
¿Con él se le recordará?
¿Usted qué cree?
Índice Flamígero: Corrupción, corrupción, corrupción… Con ello inició ayer el Presidente su mensaje sobre el II Informe de Gobierno. Fui de los primeros en sostener en que la corrupción era –¿es?– el principal problema de México, dije López Obrador apenas empezó a hablar ante 70 invitados. “Este gobierno no será recordado por corrupto. No hemos emprendido persecuciones facciosas ni venganzas políticas, no perseguimos a nadie”, añadió. Por no permitir la corrupción y con medidas de austeridad, se han logrado ahorrar 560 mil millones de pesos, destacó. + + + También, de inicio, se refirió a la crisis sanitaria y económica que está dando pie a la social: Nos han reprochado que no emprendimos un rescate elitista ante la pandemia, señaló. Destacó apoyos a familias, adultos mayores, estudiantes y niños en 8 meses, de 115 mil millones de pesos para beneficiar a 9 millones de personas. “No son dádivas”, dijo. Destacó acciones contra el coronavirus, al desarrollar una vacuna en el país con empresarios. Refirió AMLO que enfrentamos dos crisis: la sanitaria y la económica. “Vamos saliendo adelante. Saldremos de la pandemia con un mejor sistema de salud”. Juzgue usted la veracidad o no de sus asertos.
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