Francisco Rodríguez
Con un fasto fuera de lugar y de época, con una magnificencia que busca distraer la atención sobre la muerte del Estado mexicano y el entierro definitivo del sistema presidencialista, los toluquitas se preparan para celebrar el Centenario de la Constitución de 1917. La gente se pregunta: ¿no deberían darle cristiana sepultura a ese papasal que nadie conoce ni respeta?
Una espectral Comisión integrada por diputados y senadores “de dedo”, un representante de la Corta de Justicia, y el encargado del Consejo de la Judicatura Federal, Alfonso Pérez Daza, otro pariente de Humberto Castillejos Cervantes, se reúne para establecer los actos donde pontificaran los oficiantes del sepelio.
El hermano de Alfonso, Abraham Pérez Daza, como usted recuerda, es el Agregado Legal para Europa de la PGR y es el que con ese carácter intervino para que, en enero del 2016, el listo Humberto Moreira fuera liberado por Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional, quien llevaba la causa contra el coahuilense y que fue sometido al ludibrio público y a la carcajada general en el foro español.
Vi(rey)garay: un colaboracionista del gobierno de EU
La ceremonia para el centenario de la Constitución, originalmente planeada para llevarse a cabo en el recién adquirido Teatro de la República, en Querétaro, testigo de un drama civil que ha terminado en el fallecimiento de toda posibilidad, en el fracaso de la vida pública, en las exequias de la política mexicana. A unos días de esos actos, somos testigos de esa destrucción, ejecutada con saña, con ignorancia, con estupidez.
El colaboracionismo servil del felón Vi(rey)garay asoma sus fauces. Empeñado en demostrarle a un desquiciado abyecto que él es su mejor gato nacional, pone a caminar toda la máquina de seguridad que supuestamente debería depender de Oso…rio Chong y, en lo oscurito extradita a El Chapo Guzmán, sin importarle los rebotes sangrientos que los acomodos y las vendettas pueden tener para la población.
El narcotraficante, feliz. Después de algún tiempo fingiendo refugiarse en la Sierra de Badiraguato, por fin va a visitar a sus jefes reales, los que desde la DEA, el Departamento de Estado y el Pentágono, manejan los hilos de la delincuencia organizada nacional, y certifican la confianza que le demuestren sus empleados en nuestras nóminas.
Los “bad hombres”, en realidad, están allá.
Pasan por encima de la memoria histórica de los mexicanos
Es tal el desconocimiento del sistema por parte de los toluquitas –y me refiero con este mote sólo a la pandilla en el poder, no al resto de los habitantes de la capital del Estado de México– que para justificar la aberración de esa extradición insulsa e inopinada, Vi(rey)garay hace declarar al Clavillazo Ochoa Reza, su títere en el PRI, que no se trata de algo grave, sino “sólo de una clara muestra de colaboración del gobierno mexicano”. ¿No qué no?
Los toluquitas pasan por encima de la memoria histórica de los mexicanos. Atropellan los retratos de familia. No saben quiénes fueron los constituyentes Múgica, Cravioto, Macías, Rojas, Monzón, Jara. Ni se imaginan que las líneas esenciales del nacionalismo social mexicano se recogieron en esa Constitución, que ellos desconocen y violan con rapiña y vulgaridad.
Son fanáticos del libre mercado, de la entrega de fronteras
Con un bestial entreguismo asestan las puñaladas mortales en el cuerpo constitucional. Observan, desde la indolencia y la molicie, cómo el bravero del copete anaranjado celebra su ascenso arrebatando a este país las banderas del nacionalismo y defensa de la economía, a su entender, que aquí todos los ñoños han despreciado.
Son capaces de asimilar con cinismo y descaro cómo los pone contra las cuerdas del conservadurismo haciéndolos aparecer como fanáticos del libre mercado, de la entrega de fronteras, de la desregulación total, de la creencia en el poder de la mano invisible, del abandono de sus connacionales migrantes, del control absoluto del país por quienes siempre han sido los enemigos del bienestar colectivo.
El gobiernito no puede vetar que inversiones vuelen del país
La Constitución está desfondada ¿Con base en qué pulcritud pueden los legisladores creer que el gobiernito de la pandillita mexiquense va a evitar con sus presiones las deportaciones masivas de mexicanos, nuestros grandes desplazados, si 24 horas antes de la toma de posesión de Trump se agacha y se empina, mucho antes de que se lo pidan, o pueda negociar las bases de una extradición del tamaño de la de El Chapo?
Si las ideas fuerza y los principales postulados constitucionales son letra muerta ¿Cómo pueden pedirle al gobiernito que vete a las empresas estadounidenses que retiran sus inversiones, que les impida participar en procesos de licitación o adjudicación como proveedores, si tales procesos no existen, si todo se maneja por Sus Majestades, los moche$?
Coahuila y Veracruz: papelazos de la Auditoria Superior
Cualquiera les come el mandado, adentro o fuera del país. Anuncian que agigantan el presupuesto de la inútil Auditoría Superior de la Federación, pues ésta va a meterle el diente a los ejercicios de los estados. No puede entenderse que después de haber fracasado en detectar en Veracruz las quimioterapias de vil agua destilada que –dice sin pruebas Miguel Ángel Yunes—el execrable duartismo aplicaba a niños cancerosos, todavía tengan el morro de pedir más dinero para tirarlo al caño.
Juan Manuel Portal, el Auditor Superior que de acuerdo a sus propios colaboradores intentó extorsionar a Duarte de Ochoa con varios millones ofreciendo a cambio que cambiaría el contenido de las auditorías, no puede tener la mínima autoridad moral para salir con ese engaño de promesas profesionales. Pero, en tierra de ciegos… ¡y los toluquitas se lo tragan!
La Auditoría Superior, parte de un entramado cavernoso que tiende a presentarse como Sistema Nacional Anticorrupción, integrado por los mismos organismos permisivos que han sido las coladeras a modo para que los corruptos gobernadores socios del peñanietismo se escapen a disfrutar de todos los recursos mal habidos.
Abogado de Higa, defensor de Humberto Moreira en España
Al lado de la nefasta Procuraduría General de la República, la misma que, bajo el mando de Arely Gómez tuvo el descaro de exonerar a Humberto Moreira de sus ligas evidentes con el Cartel de los Zetas y con todas las redes de lavado de dinero. Un documento que le expidió un subalterno de tercer talón le permitió salir de España cuando estaba a punto de ser condenado por sus actividades.
Moreira cree que es un documento que le permite presumir en México que es inocente de todo lo que se le acusa. Pero aunque la orden de aprehensión no se haya ejecutado o el proceso no se haya seguido, el juicio de la sociedad está dado. Se juzga su vida, el atraco al erario coahuilense, la violación de los derechos y las dignidades de sus paisanos, no las artimañas de huizacheros que lo sustrajeron de la justicia penal española.
Todo mundo se enteró de la participación oportuna de los aparentes propietarios de Higa, en esa liberación, pues Juan Armando Hinojosa, a petición de Juan Francisco Ealy, envió a su abogado Ulrich Richter a Madrid, quien acompañado por Abraham Pérez Daza, utilizó los automóviles de la Embajada en Madrid para hacer del conocimiento del Juez de la Audiencia Nacional ese bodrio jurídico, y algunas otras gestiones privadas, usted sabe.
Con un papelito el ex gobernador pasea su impunidad
Todo mundo se quedó perplejo cuando el juez Santiago Pedraz, abochornado, tuvo que decir que el solo documento en el que se exculpaba a Moreira de toda vinculación con el Cartel de los Zetas y también de haber incurrido en cualquier acción de lavado de dinero, lo dejaba convencido y satisfecho. Y más, cuando se supo que con ese documento informal, Moreira salía ese mismo día de la cárcel de Soto del Real.
Como en cualquier película de gangsters, el documento que no dice nada en términos de procedimientos jurídicos, le nubló la vista al juez: se le olvidó la acusación a Moreira de haber transferido cientos de miles de euros sin respaldo desde Madrid, no vio su Lear Jet de 4.5 millones de dólares, ni su complejo turístico en Aspen, ni las propiedades en Estados Unidos por 56 millones de dólares, ni los enormes terrenos industriales en el norte de Coahuila, lo que no puede justificar un sueldo de gobernador.
No revisó el Juez de la Audiencia española ninguna de las 400 narcotienditas en Saltillo, Acuña, Piedras Negras que permitió Moreira al Cartel, ni los cientos de fosas clandestinas y campos de exterminio, ni una lista de miles de cadáveres que Los Zetas han ultimado en Coahuila, de común acuerdo con el poder.
Sociedad con El Mono; ordena crímenes desde prisión hispana
No se enteró el Juez que José Treviño Morales, el capo coahuilense de Los Zetas, mandó a ejecutar a José Eduardo Moreira, el hijo carnal de Humberto por cobrar una afrenta al interior de esa mafia familiar. Pero a Moreira eso no le interesa, el sólo protesta porque no le reconocen que ya está absuelto. Su posición es de risa… y pena ajena.
No se enteró que Juan Manuel Muñoz Liévano (a) El Mono, conocido lavador, era del círculo más íntimo de Moreira y se ha demostrado que, desde su prisión en Madrid, ordenaba la ejecución y desaparición de los cadáveres de los enemigos de ambos. Tampoco se enteró que Treviño Morales ha declarado haberle dado por esos servicios profesionales a Moreira, dos millones de dólares mensuales.
Carta Magna, desfondada. Nadie recuerda sus violaciones
La Constitución está desfondada. Lo peor es que nadie recuerda sus violaciones. Pero eso sí, tienen muy alta la importancia personal. Cuando el toluquita César Camacho Quiroz recibe un jitomatazo por mentiroso, arma una comedia de rancho, quizá porque le ordenaron el pancho para que la pandilla se desgarre las vestiduras, no vaya a ser que pa’la otra, los jitomatazos lleguen a la cara de un prócer de Atracomulco.
O, como ayer, cuando la brigada de Arne aus den Ruthen lanzó una lluvia de pañales “zurrados” a la sede nacional del PRI. “Les estamos devolviendo a los priistas la mierda que le dan al país con su corrupción e impunidad”, dijo el activista.
¡No cabe duda que los toluquitas son demasiado chiquitos!
¿O usted qué cree?
Índice Flamígero: Escribe don Rubén Mújica Vélez: “’Impeachment allá; desafuero (o renuncia) acá’. O ‘de todos modos Juan te llamas’. En EUA con velocidad de misil avanza la convicción de defenestrar a Trump. La verdad, a partir de la difusión de su comportamiento en varios actos públicos, me extrañó que algunos amigos se sorprendieron que lo definí como un energúmeno. No se requiere de conocimientos elementales para palpar su desquiciamiento, que ahora identifican clínicamente, como narcisismo superlativo. Solo que, según el mito, Narciso era bello y Trump pues en cuanto a su feis, diría doña Borola Tacuche de Burrón, esta ‘más pior’ que fin de año sin dinero. Peor es que después que ‘El Aprendiz’ Videgaray, que algunos soñaron como ¡Presidente!, acaso para repetir la tragedia nacional con EPN, después que reconoció que hubo ‘casi insultos’, niegue los resultados de las pesquisas de Dolia Estévez. Y que se dediquen a tratar de lavar la cara de un desgobierno en derrota espantosa. Lo que aconteció solo es comparable a la firma de los Tratados de Velasco en el horrendo 14 de mayo de 1836, cuando Santa Anna, que llegó encadenado, acepto las condiciones humillantes impuestas por David G Burnet, gobernador de Texas, que por esta vía se ‘independizó’ de México… para incorporarse a los EUA. Además, como paradoja histórica con el presente, se redactó un texto con acuerdos públicos y otros secretos. ¿No es válido comparar esa ignominia con los ‘acuerdos en lo oscurito’ de EPN, encadenado a las órdenes de Trump, respecto del Muro que intenta construir el ‘Narciso’ de los yanquis? La historia se repite, pero si la de Santa Anna fue una tragedia, la actual se perfila como una infame ópera bufa (sin el talento de Darío Fo)… a costa del pueblo mexicano. ¡Defenestración o renuncia de EPN, ya! + + + Brillante, como siempre, El Poeta del Nopal responde a la pregunta “¿Quién es Donald J. Trump?, con la que, estoy seguro, coincidimos millones de mexicanos:
Sin entrar en tecnicismos,
y para salir del brete,
sigo pensando lo mismo:
¡Donald Trump es un ojete!
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