jueves, marzo 28, 2024

ÍNDICE POLÍTICO: Por su analfabetismo político, EPN usa el tolete

Francisco Rodríguez

Hace ochenta años, Bertolt Brecht definió al “analfabeto político” como el peor… el que “no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pescado, de la harina, del alquiler, del calzado y de las medicinas… depende de las decisiones políticas…

[…]el analfabeto político, decía, es tan animal que se enorgullece e hincha el pecho al decir que odia la política. El imbécil no sabe que de su ignorancia proviene la prostitución, el menor abandonado, el asaltador y el peor de los bandidos: el político aprovechador, embaucador y corrompido, lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”, hasta ahí el filósofo alemán.

En efecto, cuando la ignorancia hace presa de un dirigente o de una pandilla de descastados, la premonición de Brecht cobra visos de teoría general. La frase envuelve como torbellino una manera de ser, de vivir y de someter al capricho de la ignorancia, por la vía de la corrupción, a cualquier sociedad, aunque ésta no haya hecho nada para merecerlo.

Encuestas: PRI, corrupto; PAN, acreditado; Morena, la izquierda

Las últimas encuestas mandadas a hacer por los que pueden pagarlas, se han convertido en un auténtico búmeran, dado que sostienen veredictos que tienden a ser juicios contundentes en contra del sistemita. Ofrecieron resultados que, de no saber que derivan de ejercicios de escritorio cuyas soluciones se toman con anticipación, rebasarían todas las proporciones.

Sucede que los objetivos que querían alcanzar los paganos salieron al revés, para cualquiera que se tome la molestia de interpretarlos. Dicen las encuestas que, rumbo al 2018, la percepción ciudadana indica que el Partido Acción Nacional y Morena superan al PRI y al PRD en opinión pública favorable.

El PAN (55%) ‎y Morena (40%) superan al PRI (32%) y al PRD (11%) entre los que contestaron cuáles son sus preferencias, por qué partido votarían en la próxima elección presidencial.

Los encuestadores se metieron hasta la cocina y sacaron datos reveladores: la población da más crédito a la obra del PAN y a su experiencia para gobernar, mientras que señala al PRI como el inexperto y además, el más corrupto. Independiente de los dos, que defienden lo mismo, Morena ya representa a las izquierdas.

La mitad de la población cree que PAN y PRI son lo mismo

Por otro lado, las encuestas señalan que‎ pertenece al PRI el nada honroso señalamiento de representar el retorno al pasado, querer seguir engañando con falsas ilusiones, y ser el principal provocador del divisionismo entre los mexicanos. O sea, la catilinaria de Peñita en el 88 aniversario del PRI sirvió para hacerle a su franquicia un ataúd a la medida.

Una severa conclusión de los encuestados, como se dijo antes, diseñada previamente en el cubil de los encuestadores, es la relativa a que la mitad de la población piensa que PAN y PRI son lo mismo. Que votar por cualquiera de ellos sería volver al estancamiento económico. Sólo se salva de este desastre mercadológico el nuevo partido, que ya no sabe de dónde le llueve tanto a su milpa.

‎Se ha convertido en un negocio demoscópico de la mayor envergadura centrar los favores en el mejor enemigo, a fin de destazarle las entrañas, como los agoreros latinos, para saber qué comieron, para revelar de qué errores o supuestos ciudadanos están construidas sus expectativas electorales o sus números fundamentales.

No quiere decir que las conclusiones de los negociantes demoscópicos obedezcan numéricamente a la realidad. Lo que quiere decir es que reflejan los peores augurios de sus fantasmas, o las más atrevidas de las apuestas de cada quién para que se sepa que lo que ofrece vale un Potosí. También es necesario que sean un poco creíbles.

Los acarreados, el músculo de los priístas inflado por el bótox

‎Ponerse en el blanco del rifle toluquita es hoy el peor negocio. Están demostrando una desbordada ferocidad como la única arma que tienen para enfrentar la lucha por la opinión pública. Los genes represivos han salido a flote: tratan a toda costa de treparse al tren autoritario antes de que otro se los gane.

Ante el riesgo inminente de perder el poder, el toluquismo priísta exhibe un músculo inflado por el bótox de mil acarreados de postín, y Peñita le da vuelo al teleprompter en el aniversario del PRI para decir que quiere carro completo, porque su partido es la única opción, mientras la izquierda es un salto al vacío y la derecha quiere regresar al pasado conservador.

Las encuestas le han demostrado a EPN que todo eso lo son ellos, los que apresuran la militarización de la sociedad a través de la Ley de Seguridad Interior promovida por los Comandos Norte y Sur del Pentágono, una Ley hecha a la imagen y semejanza de la seguridad interna… ¡pero de Estados Unidos!

Los toluquitas reaccionan derrochando dinero entre todos los cipayos y secuaces políticos del Estado de México y entre todos los que quieran apuntarse a jugar como “independientes”, pues buscan pulverizar el voto de la oposición, sin ponerse a pensar que pueden fragmentar aún más al voto duro del PRI.

Por envidia, EPN da facultades legislativas a la Corta ¿de Justicia?

Los toluquitas atizan todos los rencores y apuntan sus baterías frente al nuevo constitucionalismo social aprobado en la Ciudad de México con el concurso y la aprobación de los parlamentarios estrellas del priísmo ordinario, que hoy reculan vergonzosamente ante el regaño del régimen, asustado por la vergüenza que le han hecho pasar.

Desde el oscuro analfabetismo político, el toluquismo ordinario trata de desconocer a toro pasado una soberanía que la propia Constitución de la República aceptó al ser modificada por todas las fuerzas políticas nacionales en el Congreso federal, para que naciera la reforma política de la Capital y se votara en su Asamblea una nueva Constitución social.

Su analfabetismo político los lleva a desconocer que en estricta teoría constitucional, las normas derivadas pueden ofrecer más garantías que la original, sin ningún obstáculo; lo único que no pueden es quedarse atrás de la exigencia de las necesidades sociales y de la vida democrática.

La envidia hace pareja con el analfabetismo para hacer creer a los toluquitas que por huizaches legaloides pueden atropellar normas votadas por asambleas constituyentes, a pesar de haber contado con la aprobación de los parlamentarios priístas y de todas las filiaciones , sin preguntar por qué al ser constitutivas y soberanas, pierden cualquier sesgo autoaplicativo.

La envidia reconcome al toluquismo que ya hasta le quiere dar facultades legislativas a la Suprema Corta ¿de Justicia? para que modifique el contenido de su articulado en las “riesgosas” materias de derechos humanos, apoyo a la población vulnerable, tolerancia para los diferentes, referéndum, plebiscito, educación para todos e instalación de la equidad y la justicia social.

Toluquitas quieren ser los interlocutores “confiables” de los gringos

Mientras atiza con el tolete y la cachiporra administrativa, el toluquismo trata de congraciarse con el patrón extranjero, como todos los grandes traidores de la historia. Apechuga todas las ofensas y desprecios, a cambio de ser reconocidos por los gringos como los únicos confiables de este lado del Río Bravo. Vaya, hasta aspiran a ser su policía fronteriza.

El drama es que eso ya no les alcanza. Hasta puede ser el principal obstáculo, toda vez que al ser investigados por actividades criminales en la Casa Blanca de Washington, son sospechosos en primer grado, e inutilizados para seguir en el presupuesto ni en los moche$.

El PRI toluquita está condenado a constreñirse a la prueba electoral del rancho grande, esperando que sus aliados de siempre, el Verde y el Panal no vayan a arrepentirse de entrar a una guerra perdida, y prefieran jugar su registro con otro aliado de mayor perspectiva. Cualquier otra expectativa es falsa. Sus sueños de mano dura corresponden a otro PRI, y hace tiempo que fenecieron.

Lo que pasa es que nadie les ha avisado.

¿O usted qué hubiera hecho?, pregunta el analfabeta político que dice que duerme en Los Pinos.

Índice Flamígero: Hace un año que la senadora Mónica Arriola Gordillo pasó a legislar en las alturas. Te extrañamos, Moniquita. + + + “Pensado mal, podría descifrase el truco de lo que llaman “nuevo modelo educativo” –apunta un lector de este espacio que prefiere el anonimato, dada su posición pública. La mafia del poder parecía acorralada para las próximas elecciones. Pero el modelo priista siempre tendrá conejos en la chistera. Y a manera de salvavidas inventa el nuevo modelo educativo, aunque ellos saben que no han formado a los maestros para el cambio. Pero no les interesa el cambio, les interesa solamente engañar. Pero dejaron ver la evidencia, cuando dicen que van a iniciar un proceso de capacitación. Un nuevo modelo no se puede implantar sólo con capacitación. ¿Y qué crees? El capacitador será el SNTE, proceso que dicen durara por lo menos 10 años, lo que les garantiza la permanencia en el poder por el mismo tiempo. Serán millones de millones que el SNTE recibirá vía capacitación porque ahora el voto, en tiempos de crisis política, se cotiza más caro. Adiós alternancia, pues si el sindicato sale a votar en bloque, no habrá quien les gane, como sucedió en el 2000, 2006 y 2012 gracias a los maestros…” + + + El Poeta del Nopal también da su opinión al respecto, bajo el título “Modelo Educativo II”:

La nueva pedagogía

defienden a rajatabla

(y el Secretario “le” y habla

con faltas de ortografía).

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