viernes, mayo 16, 2025

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

Ovidio canta y la 4T muere

Cuatro días después de que Ovidio El Ratón Guzmán fuera extraditado a los Estados Unidos, el 19 de septiembre de 2023, pregunté aquí si de verdad este personaje, ícono de la narcocultura mexicana retratada en corridos bélicos y tumbados, tenía un gran valor para las autoridades estadounidenses.
Y es que por esas mismas fechas el (des)gobierno de AMLO había conseguido finalmente que la Federal Aviation Administration regresara a México la tan anhelada categoría uno en materia de seguridad aérea. ¿Fue un quid pro quo? Sí. Así lo interpretamos muchos.
La respuesta a la primera interrogante acaba de llegar de los Estados Unidos, para no variar, pues todo indica que es en ese país donde sí se llevan a cabo tareas tendientes a brindar seguridad a los mexicanos con un real combate a la delincuencia.
Verdad de Perogrullo, claro que Ovidio Guzmán sí tiene un gran valor en términos de información a recabar por las agencias y tribunales yanquis, mismas que seguramente ya han recibido no pocos datos también muy valiosos del hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
A tal obedece que docena y media de sus familiares hayan sido recibidos por el FBI a principios de esta semana, pues con toda seguridad una nueva residencia y protección para ellos formó parte de las concesiones que pactara el narcojunior con el gobierno estadounidense.
Y eso lo confirmó apenas el favorito de Palacio, Omar García, al señalar textualmente –y con su característica inocencia, por llamarle de algún modo–, quien se refirió al personaje con gran familiaridad, además.
Dijo que “Ovidio comienza una negociación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y es evidente que, al estar su familia yéndose a Estados Unidos, pues es por esta negociación o criterio de oportunidad que el propio Departamento de Justicia le da”, dijo el titular de la SSC a Ciro Gómez Leyva, en el programa radiofónico del periodista.
Lo escribí aquí hace tiempo, cuando AMLO aceptó finalmente que había sido bajo sus órdenes que, diez meses antes, El Ratón Guzmán había sido liberado, dizque para evitar una masacre en la capital de Sinaloa.
Que el 17 de febrero de 2019, fecha del llamado “culiacanazo”, el régimen de Cuarta… Transformación se había suicidado moralmente, al evidenciar la alianza de los principales cuatroteros, López Obrador a la cabeza, con el crimen organizado.
De esas alianzas, de los toma y daca entre la 4T y el Cártel de Sinaloa es que Ovidio Guzmán “canta” en la prisión de Chicago, Illinois, donde actualmente está recluido.

¿A cambio de qué fue liberado Ovidio?

Porque, al aceptar el caudillo, ahora escondido, que él decidió la liberación de Guzmán López, aparte de las implicaciones delictivas que eso tiene, se echó encima varias toneladas de heces fecales que no pueden lavarse ni con toda el agua de los océanos.
Además, con ello aceptó estar involucrado hasta las orejas en todos los trastupijes y complicidades con el narcotráfico, así como de procurar y lograr su encubrimiento criminal desde el poder.
Todo lo anterior, por si fuera poco, a cambio de unas cuantas monedas.
Porque usted estará de acuerdo en que, para las monumentales cifras de dinero que manejan los narcos, lo que pudieron haberle dado al titular del Ejecutivo en su primer sexenio, no dejan de ser migajas.
Y que esa auto imputación fue el principio del fin, porque de ahí para acá se derivaron en cascada todos los errores que un solo régimen es capaz de cometer en tan poco tiempo.
El regimencito bolivariano del Siglo XXI en el que también se embarcó la Presidente formal Claudia Sheinbaum se hundió hasta el fondo, estrepitosa y escandalosamente.
Sí, AMLO cometió errores inauditos. Pero cada nuevo error superó a los demás. El haber utilizado los momentos críticos de la pandemia, el confinamiento y la paralización ciudadana para abusar de facultades, atribuciones y piensos en el uso del poder es francamente cobarde. Si existiese algún otro adjetivo, favor de comunicarlo.
Pasearse por las poblaciones, no. Irse a meter a las zonas militares del país, sí, con objeto de que los soldados cuidaran su integridad es de alto riesgo, porque sabía que, al exponerse ante la sociedad corría el riesgo de cualquier linchamiento ciudadano de grupos enfurecidos y agraviados por sus babosadas.
Arrastró a la investidura hasta lodazales desconocidos para cualquier otro Presidente, como aquellos en los que se enfangó en su lento camino hacia un Acapulco devastado por Otis.

Una Nación destrozada exige cuentas

‎Ahora que el ajuste de cuentas con el pasado se llevó entre las patas lo único que quedaba, ahora que ya vimos al pobre sujeto que hablaba mucho y mal para encantar incautos, al que ha dejó en el camino un país sin salida, sin idea, sin aspiraciones…
… ahora que no sabemos adónde vamos, y ya nadie quiere ir por ahí, ahora que el régimen de Cuarta… Transformación perdió el rumbo y el ritmo, es momento de ya no dejarnos sorprender por un hiperactivo resentido y eufórico que tampoco sabe quién es…
… ni sabe de lo que todavía es capaz, si lo dejamos salir de la madriguera de Casa “La Chingada”, donde supuesta y cobardemente se esconde.
Una Nación destrozada exige cuentas antes de encaminarse rumbo a las elecciones intermedias del 2027, las únicas que quedan para parar en seco a este bodrio con todo y sus cachivaches.

El régimen ha muerto hasta moralmente

A partir de hoy, México merece ser tratado como un país serio y desesperado, no como una congregación o ranchería en la sierra de Badiraguato, con Ovidio Guzmán y sus hermanos sentados en la silla de las decisiones.
Hoy es un día de tragedia política nacional y para la burla mundial, que se viene a cataratas sobre nosotros, por no haber puesto en su momento un alto al Caudillo predicador.
Estamos en vísperas de conocer letra y música del corrido que Ovidio Guzmán canta en prisión para delicia de agentes y fiscales estadounidenses quienes, dentro de un mes, lo presentarán en los tribunales, ya confeso.
El segundo sexenio de AMLO en el poder –así sea tras bambalinas– ha muerto económicamente, ha desaparecido políticamente y ha entristecido a todos los hijos de México moralmente.
No cabe otra ocurrencia más. Ni de AMLO. Ni de Sheinbaum.
Estamos completos, y francamente ¡hasta la madre!
Este es el principio del fin y el final de los falsos principios cuatroteros.
Ovidio canta. La 4T muere a cada estrofa con música de tambora como fondo.

Indicios

¿Acaso alguna de las interpretaciones de Ovidio Guzmán tenía como protagonista a la todavía gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila, por darle paso franco a sus productos? ¿Al esposo de ésta, Carlos Torres, por franquear el paso al huachicol fiscal? ¿Por eso es por lo que ambos ya no son bienvenidos en Estados Unidos? Y las demás canciones ¿narran las narcoaventuras de Rubén Rocha, de Américo Villarreal, de Alfonso Durazo, de…? ¿Del mismísimo AMLO? * * * Por hoy es todo. Le reconozco que haya leído hasta aquí este Índice Político. Como siempre, reciba también mis deseos para que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

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