miércoles, abril 30, 2025

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

Sheinbaum – Zedillo: Duelo desigual

A fines del más reciente marzo, la Presidente formal Claudia Sheinbaum pronunció una más de sus controvertidas declaraciones dominicales al afirmar, sin rubor alguno, que “México será el país más democrático del mundo” al permitir al pueblo elegir a los tres poderes, incluyendo a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, jueces y magistrados, en las elecciones del Poder Judicial del 1 de junio.
El expresidente Ernesto Zedillo, en una más de sus recientes apariciones públicas, no coincide con ello y apunta en una entrevista para la revista Nexos: “Cuando la presidenta de la República nos dice que México será el país más democrático, en virtud de esa farsa de elecciones de jueces nombrados por el gobierno y posiblemente por el crimen organizado, pues no lo quiero tomar como burla, pero yo diría que es al menos cuestionable … “lo que han hecho López Obrador y sus cómplices en los últimos meses, en esta materia, es realmente el final de la democracia mexicana”.
Sheinbaum peca de optimista, en tanto Zedillo lo hace de realista.
Zedillo es la némesis de Sheinbaum. Casi en el mismo nivel en el que Felipe Calderón lo fue para AMLO.
Doña Claudia, “enchilada” por la categórica afirmación de don Ernesto, no perdió la oportunidad de responder a su antecesor en la mañanera de este lunes, pocas horas después de que se hiciera público un artículo bajo la firma del exmandatario federal en el mensuario Letras Libres donde sostiene la misma tesis, e intentó sintetizar el sexenio 1994 – 2000 con epítetos poco dignos de una Jefa de Estado, pero que son los mismos que en su momento empleó el tabasqueño López Obrador en contra del cachanilla Zedillo.
Y en ese tenor, entre coloquial y pretendidamente didáctico para las nuevas generaciones, señaló que, en el gobierno del penúltimo presidente del PRI –su ahora crítico, Francisco Labastida, perdió los comicios frente a Vicente Fox, por una pésima campaña llena de corrupción–, se presentaron masacres como la de Acteal y Aguas Blancas, además que se dio el Fobaproa como una acción de autoritarismo. Acusó también que en ese periodo se privatizaron los ferrocarriles y se creó una Suprema Corte de Justicia de la Nación “a modo”, impuesta por él.
Y remató: “¡Ahora resulta que Zedillo es el paladín de la democracia! Lo bueno es que el pueblo de México está muy informado, muy informado. Entonces están diciendo que hay autoritarismo porque el pueblo va a elegir al poder Judicial. ¡O sea, imagínense la contradicción!” … “Están buscando un vocero, ¡imagínense, Zedillo como vocero, además que no vive en México.”
¿Y eso que tiene qué ver con la democracia?, valdría preguntar a la discriminadora Presidente formal.
¿Hay que hacer “tierra” en el país para poder ejercer la crítica?

AMLO, la mayor traición de Zedillo

Democráticamente sí hay mucho que criticar de la actuación de Ernesto Zedillo, como partidario –a regañadientes– del viejo PRI.
Sus entonces correligionarios lo acusaban, aún lo hacen, de traidor porque, según su entender, entregó la Presidencia de la República al PAN.
La realidad es que un pacto de transición a la democracia con los gobernantes de Estados Unidos se había hipotéticamente firmado desde el enorme fraude de 1988, cuando a la mala Carlos Salinas de Gortari se hizo de la Primera Magistratura.
La verdadera traición del ahora catedrático en Yale University fue, en cambio, no sólo haber dado cabida, incluso el haber impulsado la ilegal candidatura perredista de López Obrador a la jefatura de gobierno de la capital nacional, entonces denominada Departamento del Distrito Federal.
Armando Correa, amigo de este Índice Político, lo trae a cuenta en sus propios términos:
“Que no se le olvide que René Bejarano le pidió a Zedillo que no impugnaran candidatura del Peje en el 2000; no era elegible, así de simple, y Zedillo le ordenó a Felipe Solís Acero e influyó en el PAN para que no impugnara. Por esto fue candidato, irregular, ilegal e ilegítimo desde el principio
“No olvidar tampoco que el Tribunal Electoral del DF fue creado en esa época y Raciel Garrido, presidente, apoyado por Juan Luis González Alcántara. Raciel hizo valer una carta de vecindad en Coyoacán, emitida por Heberto Castillo hijo a la que se le dio mauor relevancia que a la credencial del IFE de aquel entonces que consignaba residencia en Tabasco. Sin validez, pero nadie reclamó ante semejante abuso.
“Tampoco se debe olvidar que Aturo Núñez, quien luego sería gobernador impuesto por AMLO en su natal Tabasco, era en esos momentos titular del INE”.

El vocero del “vocero del PRIAN”

Esa relación Zedillo – AMLO ya tenía antecedentes.
El primer vocero que en Los Pinos tuvo EZP, Carlos Salomón Cámara, gustaba de presumir ante los periodistas que cada domingo acudía a la vivienda de su paisano López Obrador, a la sazón dirigente nacional del PRD, a llevarle “un portafolios” –supuestamente con recursos económicos en cash– que le enviaba por su conducto el entonces Presidente de la República. “Me invitaban a cenar, generalmente pasta cocinada por doña Rocío (Beltrán)”, primera esposa de AMLO y madre de los llamados Trivagos.
Poco duró Salomón como portavoz del régimen zedillista, pues, aunque se vanagloriaba –aún lo hace–, de poseer bajo su embrujo económico a una pléyade de periodistas y columnistas, bajo su control, Zedillo se percató de la mala calaña de personaje que tenía como comunicador y lo puso de patitas en la calle.

Sheinbaum, sólo remeda a AMLO

Sólo hasta el final de su primer sexenio en Palacio Nacional –ahora corre el segundo–, López Obrador maltrató verbalmente en sus matinés a quien fuera su indudable benefactor, y eso sólo porque Zedillo vino a México, desde New Haven, en Connecticut, y por primera vez, públicamente, se lanzó en contra de la Reforma Judicial del régimen de Cuarta… Transformación.
“Zedillo no tiene autoridad moral”, afirmó López Obrador, en septiembre de 2024, y acusó al exmandatario de representar una corriente conservadora que históricamente ha afectado al país. “Lo que viene a hacer Zedillo es enfrentarse a quienes estamos impulsando esta transformación, aunque él no tenga autoridad moral”, dijo el ahora presunto habitante de Casa “La Chingada”, haciendo referencia al papel que el exmandatario tuvo en la privatización de bienes nacionales durante su gobierno.
Quizá porque hablaba más lento, AMLO tenía un discurso más hilvanado que el que a diario le escuchamos a su creatura Sheinbaum… pero ambos, a final del día, evaden el debate de fondo al únicamente recurrir a las descalificaciones.
Y sí, si no “está muerta” como afirma Zedillo, la democracia en México agoniza.

Indicios

Los próximos días, semanas tal vez, la chairiza estará entretenida escuchando en las mañaneras lo que ya se sabía desde 1994: de qué y cómo está hecho el Fobaproa, para entretenerlos de los verdaderos problemas de inseguridad, permanente escasez de medicamentos, corrupción, deficientes o nulos servicios públicos, etc.. Se les ocultará, en cambio, lo que Zedillo respondió a Sheinbaum sobre ese y otros temas, cuyos últimos párrafos aquí le comparto: “Quienes han promovido su carrera política usando el rescate bancario, destacadamente López Obrador, nunca mencionan que el rescate ha sido objeto no solo de muchos estudios serios sino sobre todo de una auditoría por parte de un auditor internacional independiente, tal como lo dispuso el Congreso de la Unión de la legislatura 1997-2000 (donde ya participaban activamente las oposiciones, destacadamente el PRD encabezado por AMLO). Los resultados de esa auditoría fueron oportunamente publicados. Propongo que el procedimiento de nombrar un auditor independiente, internacional y sin ningún posible conflicto de interés debiera utilizarse para revisar un conjunto de proyectos emprendidos por el gobierno de López-Obrador. Primero, la destrucción de un aeropuerto de clase mundial: cuánto costó en su totalidad esa destrucción y la cuantificación de los beneficios perdidos para el desarrollo del país por lo mismo. Segundo, la construcción de la refinería de Dos Bocas, incluyendo su justificación, costo excesivo de construcción y costo con relación a posibles beneficios. Tercero, la construcción del tren Maya, cuantificando no solo sus costos económicos respecto a sus beneficios, sino también el costo del irreparable daño ecológico así causado. Dejo fuera de esta lista la evaluación del manejo de la pandemia porque ésta ya ha sido objeto de muy rigurosas evaluaciones que muestran la criminal incompetencia del gobierno (de la 4T) en dicho manejo.” * * * Por hoy es todo. Siga usted divirtiéndose con estos dimes y diretes, felicite a su Niño Interior, al tiempo que le reitero mi reconocimiento por haber leído este Índice Político, enviándole, como siempre, mis mejores deseos para que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

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