FRANCISCO RODRÍGUEZ
Gertz «Morena», comparsa de la 4T
Todas las baterías del histrión Alejandro Gertz Morena lanzaron sus misiles de alta explosividad a la fiscalía y a los gobiernos municipal y estatal jaliscienses surgidos de MC. Ni una sola frase con respecto a los posibles autores de los secuestros, de los asesinatos, de las desapariciones. La politiquería por encima de la procuración de justicia. La supuesta autonomía de la FGR a su cargo subordinada a los intereses del régimen de Cuarta… Transformación.
¿Por qué omitió que la Guardia Nacional y el Ejército fueron en el caso del narcorrancho de Teuchitlán los primeros respondientes en septiembre del año pasado? ¿Por qué calló que su Fiscalía debió haber atraído el caso desde que esos militares encontraron evidencias de armas de alto poder y explosivos empleados por la delincuencia organizada? Al momento de su conferencia de prensa, el sonriente y hasta bromista Gertz, todavía dilucidaba cuando, finalmente, atraería la investigación. Mayor indolencia no es posible.
Tampoco la vesania hacia las víctimas y sus familias. Y ni siquiera al cuidado de la escena del crimen, pues invitó a que este jueves acudieran al predio a todos cuantos quisieran.
Con todo ello, asegura que, en este caso, a diferencia del de Ayotzinapa, no habrá “verdad histórica”. Claro que no. Ya este jueves nos mostró que, en cambio, ya hay una “verdad histriónica”.
Procurar justicia, misión principalísima de la Fiscalía, es una definición muy bonita pero inexacta para el momento actual.
Los intereses particulares y partidistas del fiscal general –recuérdese el caso del ilegal encarcelamiento de una de las cuñadas de su hermano– están por sobre el servicio por el cual fue contratado con recursos de los contribuyentes.
Por eso en México hay más de 124 mil desaparecidos… por la ineficacia de las procuradurías o fiscalías, con la FGR a la cabeza.
Por eso en México hay decenas de masacres cada mes… por la impunidad producto de fiscalías corruptas y chambonas.
Por eso en México hay centenares de muertos cada semana.
Mujeres, hombres, incluso niños, pierden la vida a diario a manos de quienes saben que su crimen no tendrá castigo, porque los encargados de procurar justicia están en “la grilla”, pero también porque la justicia y las instancias públicas encargadas de procurarla están podridas.
Con politicastros, como Gertz Morena, al frente de ellas.
Y es que desde siempre aquí ha sido más importante saber qué pasa en la cotidiana juerga del sistema financiero nacional, en los hurtos del circulante monetario, no en los orígenes de los homicidios, de las masacres y extorsiones, tampoco en siquiera aparentar que se persiguen todas las actividades del trasiego de órganos humanos, armas, partes y refacciones.
Es que primero es lo primero, decían los clásicos. A los cuatroteros como Gertz les ha interesado más alivianar a la población ocultando a los marinos que la ametrallan desde helicópteros artillados, como pasó en Tepic y en Nuevo Laredo, encubrir la impunidad, justificar cómo se doblan ante los gringos en la guerra mendaz contra las drogas.
El discursito está al revés. Como su mismo mundo, como sus buenas conciencias, como sus repletos bolsillos y el límite de su descaro. Siempre ha sido más urgente combatir el grave problema de la impunidad, más grave que la corrupción, y luego construir todo lo demás, so pena de caer en las garras de la mafiocracia.
La impunidad de AMLO, a la cabeza
Ya lo hemos platicado aquí usted y yo. Los sistemas de seguridad y justicia están rebasados por la terca realidad. Porque el cambio debe empezar por reformar los hábitos, antes de modificar las leyes al gusto de AMLO –léase Reforma Judicial– ya que la corrupción está en la cima de los poderes. Y así, francamente, no se puede. El reto para imponer seguridad y justicia está dentro del mismo aparato.
¿Quién se avienta a lanzar la primera piedra contra los intocables, si los mandamases son los mandarines del sistemita? ¿Quién se avienta a enjaular a Andrés Manuel López Obrador, a sus tres vástagos mayores, a los más cercanos al expresidente?
El primero es el causante de las actuales desgracias financiera, sanitaria, educativa y, principalmente de seguridad que se viven en el país. El principal responsable de que Donald Trump acuse al gobiernito de la 4T de estar aliado con los cárteles que exportan drogas a los Estados Unidos, y de las amenazas que el presidente estadounidense sostiene de imponer más aranceles al país. El resultado, pues, de su fallida estrategia de “abrazos, no balazos”. De dizque atacar las causas y no a la delincuencia.
La prole de AMLO, además, ha sido públicamente evidenciada de llevar a cabo negocios en las licitaciones y en las obras que, en su primer sexenio erigió su padre. ¿Tampoco recibirán castigo? ¡Viva la impunidad de la cacareada y no seguida “honestidad valiente”!
Los demás son cómplices del saqueo que sufrieron los presupuestos públicos en todos los rubros.
Por más sonrisas que Gertz Morena derrame desde el estrado, por más ocurrencias que despliegue, ya nadie le cree.
Él y todos los cuatroteros seguidores de AMLO han colmado el vaso. La inutilidad de todo es evidente, mientras no se combata lo que está en el corazón de toda la putrefacción gubernamental. Así nos hablen hasta el cansancio de una Reforma Judicial para erradicar la corrupción y que en realidad desmadró al sistemita para imponer a juzgadores que siempre les den la razón a personajes falsarios como Gertz.
Los aparatos ministeriales del Estado incompetente son los mismos a lo largo de la historia. En México tenemos ya el peor ejemplo de una caterva de inútiles a quienes se confió la aplicación de la ley, y han hecho de ésta un mecanismo al servicio de los peores postores, una balanza que se inclina siempre en contra de los indefensos.
Indicios
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo este jueves que ella no considera que el tema de las desapariciones en México sea su talón de Aquiles, ante las críticas por el caso del Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco. Probablemente, no. Pero sí que es un dolor de cabeza. Uno más que le contagió López Obrador. * * * Por hoy es todo. Reciba mi reconocimiento por haber leído hasta aquí. Como siempre, además, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!