miércoles, abril 24, 2024

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

Legisladores, chantajeados o comprados * Tres mdp por piocha les daba EPN * Moreira, Osorio, sus cuentas pendientes

“Esto va a operar en mi contra, pero voy a confesarte que en cada una de las dos legislaturas federales que acompañaron a Enrique Peña Nieto durante su mandato, recompensaba a los diputados priístas con un bono anual de tres millones de pesos cada mes de diciembre”, me confió no hace mucho un exdiputado que participó en la LXII al Congreso de la Unión.
De los senadores del tricolor que lo acompañaron y que, como los diputados, aprobaron todo lo que el jefe de la mafia aquí bautizada como tolucopachucracia les enviaba para que, también, no le “cambiaran ni una coma” no tengo la cifra. Pero ya se imaginará las cantidades, quizá más abultadas, dado que los pastoreaba el muy impresentable Emilio Gamboa Patrón, quien en su carrera “política” amasó una de las más grandes fortunas de las que se tenga registro en los anales de la “grilla” totonaca.
Aún no se si Andrés Manuel López Obrador también compra los votos de sus bancadas en las Cámaras o si las borregadas morenistas le aprueban todas las iniciativas, aún si estas son descabelladas o hasta anticonstitucionales, sólo por lo que ellos mal entienden como “lealtad” al proyecto de la 4T.
De lo que sí estoy cierto, y hay múltiples constancias, es de que él y sus operadores –destacadamente Adán (Augusto) López, titular de Gobernación–, emplean el chantaje para conseguir sus fines, tal y como lo hacen los criminales de más baja estofa.
El caso de Alejandro Moreno Cárdenas, diputado federal y presidente del CEN del PRI, es con mucho quizá el más destacado.
Con la participación de la folclórica gobernadora de Campeche, Layda Sansores y de “su” fiscal” Renato Sales Heredia, los amloístas exhibieron reales o supuestas grabaciones atribuidas al también exgobernador campechano, y consiguieron de éste la ampliación hasta 2028 de la presencia militar en las calles de nuestro país… sólo para que los de verde olivo hacer rondines y, presumo, abracen y consientan a los “señores” delincuentes mejor organizados.
Pero no es el único caso.

Por las sucias finanzas coahuilenses

Otro chantajeado –y empinado– fue Rubén Moreira, ex gobernador de Coahuila y en la actualidad coordinador de la menguada fracción príísta en la Cámara de Diputados.
Bastó con el simple hecho de que un juez federal en el estado de Coahuila vinculara a proceso por peculado y uso ilícito de atribuciones y facultades a Ismael Eugenio Ramos Flores, exsecretario de Finanzas del estado durante la administración de Moreira, para que éste se doblara y, junto con Moreno Cárdenas, le hicieran la tarea que le faltaba a López Obrador.
Y tal puede ser sólo la punta de la madeja que de un escándalo que debió haber escalado desde hace años:
La desviación de recursos del Fortafin, esto es del Fondo para el Fortalecimiento Financiero del 2016, similar a lo que ocurrió en Chihuahua con la llamada “Operación Zafiro”, que derivó en la detención, extradición, vinculación a proceso y prisión preventiva del exgobernador César Duarte.
Un solo expediente, nada más uno, de los muchos que la 4T ha ido armando no sólo en torno a las sucias finanzas de Coahuila durante la malhadada administración de este otro Moreira quien, como todos los mandatarios estatales a los que Peña Nieto designó como sus virreyes, metió las manos

 

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