jueves, abril 25, 2024

Impunidad inconcebible de Laura Fernández Piña

CANCÚN, Q. R.- La desmedida corrupción en la que vive Laura Fernández Piña, no puede entenderse sin la complicidad y complacencia de las autoridades que le han garantizado impunidad a lo largo de su andar político.

De acuerdo con Sol Quintana Roo, desde que comenzó su carrera político-delincuencial a la fecha, ha venido acumulando denuncias sobre enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada, uso indebido de la función pública, amenazas, juicios mercantiles y hasta disputas maritales con su exesposo.

La más reciente denuncia penal la interpuso el Ayuntamiento de Puerto Morelos contra la exalcaldesa Laura Fernández Piña, así como otros funcionarios de lo que fue su administración, por probable peculado, desempeño irregular de funciones y uso indebido del poder, entre otros delitos.

Sin embargo, bajo el manto protector de los gobiernos priistas, principalmente de sus mentores Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, la también diputada federal con licencia y exalcaldesa de Puerto Morelos, ha sabido evadir la acción de la justicia.

En su paso por la administración pública, ha aprovechado cualquiera de los cargos públicos para sacar raja no solo política sino que también de recursos económicos que le son arrebatados al pueblo.

Su fortuna tanto política como económica es incalculable. En lo político-administrativo ha sabido trepar a los cargos de la función pública más altos, los mejores remunerados y desde donde se puede encajar el diente más profundo para echarse un buen bocado.

En lo económico es poseedora de automóviles, grandes residencias, ranchos, tanto en Cancún como en Puerto Morelos y Playa del Carmen.

También en su natal San Luis Potosí y Guadalajara, Jalisco, donde también ha adquirido tierras con el dinero del pueblo quintanarroenses.

Su golpe más reciente que fue denunciado fue el saqueo de al menos 219 millones 841 mil 274 pesos con 72 centavos, a costa del abandono y rezago en materia social e infraestructura municipal de Puerto Morelos.
Las denuncias penales son contra ella y otros funcionarios de lo que fue su administración, por probable peculado, desempeño irregular de funciones y uso indebido del poder, entre otros delitos.

Las denuncias fueron interpuestas ante las Fiscalías General de la República (FGR) y las fiscalías especializadas en delitos contra la corrupción federal y estatal, en contra de Fernández Piña; y Ana Luisa Betancourt, quien se desempeñó como encargada de despacho, mientras la alcaldesa hacia campaña para diputada federal.

También contra Eligio Sierra, extesorero del municipio de Puerto Morelos; Raymundo Martínez, excontralor municipal; Héctor Alcaraz, exoficial mayor; Josué Arjona, exsubsecretario de asuntos jurídicos; y Antonio Velázquez, exsecretario de Obras y Servicios Públicos.

Los actos que se les atribuyen a Laura Fernández Piña y a los funcionarios de su administración, se tradujeron en una deuda heredada al nuevo gobierno municipal, subrayó la actual alcaldesa de Puerto Morelos, Blanca Merari Tziu Muñoz, en conferencia de prensa. La afectación sería de más de 503 millones de pesos.

De acuerdo con los datos presentados, la afectación al erario de Puerto Morelos se integra por: 89 millones de pesos no pagados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); 18 millones del Impuesto Sobre la Renta (ISR), 39 millones de impuesto sobre nómina; 37 millones de deuda a proveedores, 33 millones por obras públicas y 246 millones comprometidos por nómina inflada.

A ese monto se suma otra deuda, a 20 años, por poco más de 830 millones de pesos, por el contrato para otorgar el servicio de alumbrado público al empresario Carlos Alberto Moyano, esposo de Laura Fernández. El contrato fue una adjudicación directa y se justificó como necesaria la reconversión tecnológica de las luminarias.

Los más de 503 millones de pesos, más el pago fraccionado de los 832 millones de pesos, implican una deuda que rebasa los mil 274 millones de pesos, advirtió Tziu Muñoz, para un municipio cuyo presupuesto tan solo en 2022, es apenas de 493 millones 955 mil 974 pesos.

Entre las anomalías que dejó a su paso por la alcaldía del municipio de Quintana Roo el cual gobernó entre 2015 y 2021, está una deuda con el Sistema de Administración Tributaria (SAT) por el no pago de Impuesto Sobre la Renta (ISR), con el Sistema de Administración Tributaria de Quintana Roo (SATQ) por el no pago de Impuesto Estatal Sobre Nomina (ISN).

Además de cuotas no pagadas ante el IMSS, adeudos con proveedores y pagos en exceso cometidos en obras fraudulentas durante su administración.

Por concepto del ISR con el SAT; durante la entrega-recepción de la administración de Laura Fernández Piña con la encabezada por Blanca Merari Tziu Muñoz, la tesorería del municipio de Puerto Morelos encontró un adeudo de 18 millones 903 mil 804 pesos entre impuesto retenido, actualización, recargos y multas, que la exedil dejó de pagar entre el 1 de julio de 2020 al 30 de septiembre de 2021.

De acuerdo al desglose de los importes, el mismo se originó durante el ejercicio fiscal 2020 entre los meses de julio a diciembre, es decir durante el tercer y cuarto cuatrimestre de 2020, a razón de 11 millones 437 mil 366 pesos con 67 centavos en retenciones por sueldos y salarios; 287 mil 646.02 pesos correspondientes a retenciones por asimilados a salarios, y 53 mil 3 pesos con 26 centavos en retenciones por arrendamientos; dando un total de 11 millones 778 mil 15 pesos con 95 centavos que Laura Fernández no retribuyó a la Hacienda Federal.

Posteriormente, de enero a septiembre de 2021, el adeudo se elevó a 13 millones 46 mil 546 pesos con 57 centavos, al sumarle un cargo de 1 millón 268 mil 530 pesos con 62 centavos por concepto de actualización de la deuda. Que sumados a recargos por 3 millones 502 mil 222.26 pesos y multas por el orden de los 2 millones 355 mil 35.22 pesos, la suma total se elevó a los 18 millones 903 mil 804 pesos.

En cuanto a la deuda que el municipio viene arrastrando con el SATQ, data del año 2018, cuando la autoridad hacendaria, le notificó a Laura Fernández Piña, la determinación de un crédito fiscal referente al Impuesto Sobre Nómina que el Ayuntamiento debía, por un monto equivalente a 30 millones 389 mil 92 pesos con 97 centavos.

El adeudo histórico correspondía originalmente a 12 millones 502 mil 432 pesos, que al sumarle una actualización por 1 millón 584 mil 370.33 pesos, un recargo por 7 millones 500 mil 304.70 pesos, una multa de fondo por 8 millones 751 mil 702.22 pesos y una multa de forma por 50 mil 284 pesos, se elevó hasta los 30.4 millones de pesos que el Sistema de Administración Tributario de Quintana Roo le estaba reclamando.

Para facilitarle el pago del dinero que ella misma retuvo a la base trabajadora del municipio, la autoridad fiscal le otorgó un convenio con fecha 23 de enero de 2020, donde pagaría 20 parcialidades de 806 mil 364 pesos cada una. La exedil, solamente pagó dos letras.

Ante el incumplimiento se le entregó un nuevo crédito fiscal por un monto de 28 millones 776 mil 365 pesos, que fue detallado a razón de 12 millones 502 mil 431.72 pesos de ISN histórico, más una actualización de 384 mil 918.33 pesos, un recargo por 7 millones 87 mil 28 pesos, más una multa de fondo y otra de forma, por 8 millones 751 mil 702.22 pesos y 50 mil 284 pesos, respectivamente. Lo que sobra decir, jamás pagó.

Además, el Ayuntamiento de Puerto Morelos que encabezaba, quedó a deber también, 11 millones 153 mil 436 pesos con 84 centavos por concepto del Impuesto Sobre Nómina de 2020 a septiembre de 2021.

Es decir, el departamento de Finanzas de la exalcaldesa Laura Fernández Piña, habría hecho las deducciones correspondientes del ISN a entregar al SATQ correspondiente al ejercicio fiscal 2020, pero la primera regidora nunca entregó al Fisco estatal dichos recursos, ante la cercanía de los comicios del 2021, donde buscaría la diputación federal que ostenta hoy, gracias a dinero sustraído de las arcas del pueblo de Puerto Morelos.

Por este concepto, Fernández Piña heredó a la administración de Blanca Merari Tziu Muñoz, un adeudo más por 11 millones 153 mil 437 pesos, desglosados en Impuesto Sobre la Nómina por pagar en 2020 de 4 millones 934 mil 478 pesos y entre enero y septiembre de 2021 por 3 millones 602 mil 389 pesos.

A los que se sumaron actualizaciones y recargos en 2020 por 472 mil 523 pesos y 1 millón 448 mil 178 pesos, así como actualizaciones y recargos en 2021 por 173 mil 712.75 pesos y 522 mil 156 pesos, respectivamente.

Pero el hambre de dinero fácil para su futura campaña, no solo encontró alimento en dinero proveniente de impuestos retenidos, sino que, como toda persona carente de escrúpulos, no le importó dejar en la inseguridad médica a los trabajadores del municipio, al dejar de pagar las cuotas obrero-patronales, así como sobre retiro, cesantía y vejez, durante el 2020 y los primeros tres trimestres del 2021.

Acción que llevó al Instituto Mexicano del Seguro Social a replantearle a la administración que inició el 30 de septiembre de 2021, a reestructurar el adeudo a través de un crédito actualizado al mes de febrero de 2020, por 50 millones 457 mil 641 pesos con 74 centavos sobre las cuotas obrero-patronal; además de otro crédito por 38 millones 725 mil 401 pesos con 48 centavos sobre los pagos de retiro, cesantía y vejez; que la saqueadora Laura Fernández Piña dejó de pagar ante el IMSS.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente atraco al dinero de los puertomorelenses, por cada año de gobierno, dejó sin pagar adeudos contraídos con proveedores diversos y por finiquitos de obras o servicios contratados.

En 2016 defraudó a contratistas por el orden de los 698 mil 272 pesos con 84 centavos. 661 mil 500 pesos correspondieron a deudas sin pagar y 36 mil 772.62 pesos por finiquitos no entregados.

El fraude a contratistas fue el pan de año con año con la arribista Laura Fernández Piña. En 2017 quedó a deber 666 mil 126 pesos con 53 centavos. En 2018 fueron 35 mil 963 pesos con 71 centavos. Pero en 2019 se voló la barda al dejar adeudos por 6 millones 160 mil 981 pesos con 17 centavos, de los cuales más de la mitad ($3,543,320.00) correspondieron a servicios de comunicación social para la publicidad de su imagen.

Historia que se repitió en 2020 donde quedó a deber 2 millones 265 mil 393.77 pesos, dejó sin devolver pagos por 28 mil 847.68 pesos y se clavó 4 millones 721 mil 454 pesos que pagaría por concepto de comunicación social (otra vez).

Pero entre enero y septiembre de 2021, y viendo la impunidad con la que salió librada de cada adeudo a proveedores, al IMSS y hasta al Fisco federal y estatal en años previos, la transformaron en una mujer desvergonzada a la que nada le importa y quedó a deber entre arrendamiento, proveedores varios, comunicación social, finiquitos, apoyos pendientes de pago y devoluciones de pagos, un total de 22 millones 718 mil 836 pesos con 57 centavos.

Dejando por concepto de pagos no realizados a deudores diversos -pese a que este dinero fue contemplado dentro del presupuesto de cada ejercicio fiscal correspondiente-, un gran total de 37 millones 295 mil 876 pesos con 26 centavos.

Pero el desfalco cometido por Laura Fernández no termina ahí. También se le detectaron pagos en exceso por 33 millones 986 mil 391 pesos, correspondiente a 11 obras (8 de recursos propios y 3 del fondo FISM), que tuvieron nulo avance desde el tiempo de su contratación.

Una arribista, es lo que pareciera ser esta mujer. Arribismo es la palabra que describe la pretensión de ser algo que no se es. Y se marca como un rasgo de personas que suelen causar el rechazo de sus propios padres. Son personas que, de acuerdo a tratados de psicología, suelen aplicar el principio de “el fin justifica los medios”.

Son descritas como personas sin escrúpulos que no dudan en usar medios poco éticos con tal de lograr obtener lo que quieren en la vida, siendo su principal rasgo, una sed insaciable de poder. No hay mejor palabra que describa a Laura Fernández Piña.

Con todos los adeudos aquí plasmados se habla de un saqueo perpetrado a Puerto Morelos de al menos 219 millones 841 mil 274 pesos con 72 centavos.

No obstante su mal historial como administradora de impuestos retenidos por concepto de ISN, ISR, cuotas del IMSS sin pagar, adeudos a proveedores y hasta pagos en exceso en obra pública no finalizada; en el colmo del exceso en obra pública no finalizada; en el colmo de la desvergüenza, la candidata “saltamontes” que empezó su carrera en el PRI, de ahí migró al PVEM, fue abandera de la coalición PAN-PRD: “Va por México”, todavía se atrevió el Día de las Madres a promover un nuevo impuesto.

Según ella para ponerlo en bandeja de plata a la disposición de los empresarios del sector turístico. Definitivamente el 10 de mayo fue un buen día de su parte, para dar tal noticia.

Detallando que el recurso oscilaría sobre los mil 400 millones de pesos, y provendría del Impuesto al Hospedaje para la Promoción Turística del estado de Quintana Roo. O sea, que su hambre de dinero ahora es por un “hueso de mayor tamaño”, nada menos que los recursos provenientes del turismo.

Las traiciones políticas de Laura Fernández son inimitables, la más reciente es el abandono de la bancada del Partido Verde Ecologista de México, pues aseguró que ya no había espacio para tener mayor desenvolvimiento y crecimiento.
Fue de la mano del PVEM que llegó a la LXV Legislatura por mayoría relativa, a través del Distrito 4 de Cancún, en el estado de Quintana Roo. El cambio, aseguró en sus redes sociales, sería expresamente al PRD para pelear por la gubernatura.

Fernández cuenta con amplia experiencia en la política nacional, donde formó parte activa del PVEM y del PRI, al grado de ser precandidata a la presidencia municipal de Benito Juárez en Quintana Roo, candidata a diputada federal por el Distrito 3 del mismo Estado y finalmente presidenta del PRI en Cancún.

Además, del año 2008 a 2011 se desempeñó como diputada local en la XII Legislatura del Congreso de Quintana Roo, donde fue presidenta de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta.

Otros puestos de gran relevancia que ha ocupado, son como directora de Turismo y Relaciones Públicas en Benito Juárez, Quintana Roo en 1999; entrando al nuevo siglo, su primer puesto fue como delegada del Instituto Quintanarroense de la Mujer.

En 2005 ocupó el puesto de secretaria técnica del Gabinete del Gobierno de Quintana Roo, y en 2013 a desempeñarse como la secretaria de Turismo del Estado en el que ha vivido gran parte de su vida.

Sus últimos cargos dentro de la política local, fueron de 2016 a 2018 como Presidenta Municipal de Puerto Morelos, mismo puesto para el que fue reelecta en el periodo 2018 a 2021 y finalmente llegó a integrar la Cámara de Diputados.

En el Congreso de la Unión, es integrante activa hasta 2024 de las comisiones de Economía, Comercio y Competitividad, y de Puntos Constitucionales, además de secretaria en la Comisión de Turismo.

En materia académica, la diputada cuenta con una licenciatura en Mercadotecnia por la Universidad del Valle de Atemajac, campus Guadalajara, profesión que nunca ejerció. Es decir que siempre se arrepiente y se va para donde sopla más fuerte el viento, así de veleta.
AM.MX/fm

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