- Refugio y origen del pensamiento crítico latinoamericano
- Convergieron las voces y el pensamiento de grandes figuras políticas e intelectuales exiliadas, perseguidas por las dictaduras totalitarias de distintos países de la región
- Desde sus inicios ha sido un proyecto comprometido con la formación científica, crítica, plural del quehacer intelectual
José Luis CAMACHOLÓPEZ*
El nombre de Alaíde Foppa, profesora, poeta, periodista y luchadora social guatemalteca, creadora del programa Foro de la Mujer, figuraba en una placa a la entrada de una de sus aulas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Esa placa con el nombre de esta defensora de derechos humanos de las mujeres, se debe a que en esta Facultad de la UNAM, Alaíde Foppa fundó un seminario sobre la mujer como parte de las actividades académicas.
Hace 70 años, cuando fue creada la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, contaba con una matrícula de 142 estudiantes. A siete décadas de distancia, su matrícula es de alrededor de 12 mil alumnos en los sistemas escolarizado, abierto y a distancia, con una mayoría de mujeres de más del 50 por ciento, destacó el profesor emérito Octavio Rodríguez Araujo en la ceremonia a distancia del aniversario de esta Facultad de la mayor universidad pública del país.
Alaíde Foppa, de origen español, pero quien reconocía más su nacionalidad guatemalteca, fue desaparecida el 19 de diciembre de 1980. En 2020 se cumplieron 40 años de su secuestro y desaparición, a causa de que Alaíde denunciaba la represión indígena en Guatemala y la violencia contra las mujeres quichés.
Marcelo Quiroga Santa Cruz, otro maestro de la Facultad, diputado y ministro boliviano, fue asesinado en su país el 17 de julio de 1980, durante un sangriento golpe de Estado.
Ambos, Alaíde Foppa y Marcelo Quiroga Santa Cruz formaron parte una extraordinaria comunidad académica pionera en el conocimiento de la problemática latinoamericana y del Caribe. Uno de los rasgos prominentes más valiosos de esta Facultad al haber sido ser el refugio y exilio de estos pensadores, intelectuales, políticos y periodistas.
El Rector Enrique Graue Wiechers evocó a la Facultad como refugio y origen del pensamiento crítico latinoamericano, donde convergieron las voces y el pensamiento de grandes figuras políticas e intelectuales exiliadas, perseguidas por las dictaduras totalitarias de distintos países de la región.
La Doctora Carola García Calderón, Directora de la Facultad, puso de relieve que desde sus inicios ha sido un proyecto comprometido con la formación científica, crítica, plural del quehacer intelectual.
“Ciencias Políticas ha sido y es una casa de ideas, de pensamiento crítico, de la inspiración liberal, del marxismo y de muchas corrientes de pensamiento que conforman todo un mapa en la producción académica de las ciencias sociales”, subrayó García Calderón.
Recordó que el 3 de mayo de 1951, el Consejo Universitario aprobó la formación de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, un gran proyecto que encabezó el sociólogo y jurista, Lucio Mendieta y Núñez.
La transformación de la escuela a Facultad en 1968 la llevó a un grado de madurez donde la singularidad institucional y el compromiso social se fortalecieron a manera de coordenadas que redefiniría y resignificaría el cambio, añadió.
Al presidir la ceremonia a distancia por los 70 años de esta entidad académica el rector Graue Wiechers calificó a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de donde egresó el presidente Andrés Manuel López Obrador, como un referente institucional a nivel nacional, regional e internacional, tanto en el estudio sistemático de las ciencias sociales como en la tradición del pensamiento crítico en diferentes latitudes.
TORBELLINO DE IDEAS EN 1968
En 1968, en la antigua sede de la Facultad, como Escuela, entre las Facultades de Derecho y Economía, el auditorio el plantel era un torbellino de expresiones políticas e ideológicas sobre el movimiento estudiantil, fuente de reflexión para comprender un movimiento que cimbró el gobierno del Estado autoritario.
Sus alumnos y profesores convirtieron sus aulas en zonas de apasionada reflexión crítica, donde surgieron lemas que la identificaron como fuente de un pensamiento crítico. Se producían mantas, cárteles, volantes que se imprimían en los mimeógrafos y se formaban las brigadas para repartir la propaganda, las pintas de muros y camiones, así como organizar los mítines relámpagos y el boteo, que suministraba recursos.
En los muros de la antigua sede de esta Facultad escucharon las frases más emblemáticas del movimiento estudiantil francés de mayo de 1968: “Prohibido Prohibir”, “Seamos realistas, exijamos lo imposible” o la “imaginación tomó el poder”.
Por entonces, en esos ardientes meses de julio a diciembre de 1968, en una revista estudiantil “Cuarto Poder”, dirigida por Fernando Díaz Enciso, apareció un artículo de Margarita Suzan Prieto, estudiante en ese momento de la Facultad.
Margarita Suzan Prieto, estudiante de sociología, formada en la entonces Escuela de Ciencias Políticas y Sociales, en su artículo “Los adultos llaman perversidad a la nueva Filosofía”, se adelantaba a identificar un movimiento de jóvenes con “una nueva visión del mundo” que “toman conciencia con respecto a lo que acontece a su alrededor y reconoce la necesidad la necesidad de una nueva actitud con respecto a la política, el sexo, las ideas”.
La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales no solamente ha conservado su espíritu crítico sobre las realidades sociales, políticas, económicas y culturales de nuestro tiempo, durante 70 años ha sido una resuelta comunidad estudiantil, académica y administrativa por garantizar el carácter plural de las libertades públicas, de la democracia sin subjetividades. Ha sido uno de sus rasgos más valiosos, defender causas legítimas, la libertad de expresión, de opinión.
*Fundador y director de Diarote, diario de la tercera edad
