martes, mayo 20, 2025

HOMO ESPACIOS: Sonoridad estilo Nueva Orleans

Por Glen Rodrigo Magaña / HOMO ESPACIOS
Recordamos al gran Professor Longhair, conocido como “el Bach del R&B”, referente del “piano de New Orleans”, sonoridad de carnaval y símbolo melómano de esta festiva urbe de Luisiana, EE.UU. Por su parte, Rebirth Brass Band, por décadas ha sido emblema de identidad, fiesta y resistencia en Nueva Orleans, fusionando tradición y modernidad en cada nota. Mientras que Jon Batiste, porta el título de ser el príncipe de la lírica de Nueva Orleans, ha revolucionado la música contemporánea con su fusión de jazz, soul y pop, ganando siete premios Grammy, un Oscar y recientemente el primer Premio Ray Charles “Arquitecto del Sonido”.
Nueva Orleans no se entiende sin su música y su música no se entiende sin Henry Roeland Byrd, mejor conocido como Professor Longhair, pionero del “piano de New Orleans”. Nacido en 1918 en Bogalusa, Luisiana, y criado en los barrios populares de la ciudad que lo haría leyenda, Fess fue el arquitecto del llamado “rumba-boogie”, una fusión de blues, boogie woogie, mambo, calipso y funk que transformó el sonido del rhythm and blues de mediados del siglo XX. Aunque nunca alcanzó el estrellato comercial, Longhair fue mentor e inspiración para generaciones de músicos, entre ellos Fats Domino, Dr. John, Allen Toussaint, James Booker y Art Neville. Comenzó oficialmente en 1948 en el club Caldonia, donde adoptó su nombre artístico. Al año siguiente, con su banda The Shuffling Hungarians, grabó temas como “She Ain’t Got No Hair” y la versión original de “Mardi Gras in New Orleans”, himno del arrabal de esta carnavalesca ciudad de Luisiana.
El tema “Baldhead” de 1950 fue su único éxito en listas de popularidad, pese a sus logros locales, su negativa a salir de la ciudad y problemas económicos lo alejaron de la escena por más de una década. Redescubierto en los años 70 por los promotores Quint Davis y Allison Miner, quienes lo impulsaron de nuevo en el New Orleans Jazz & Heritage Festival. Su resurrección artística incluyó giras por Europa, grabaciones con Atlantic y Capitol (esta última impulsada por Paul McCartney) y la publicación de su álbum Crawfish Fiesta (1980), considerado su obra maestra. Sin embargo, Fess murió de un infarto un día antes de su lanzamiento, el 30 de enero de 1980. Incorporado de manera póstuma a los Salones de la Fama del Blues (1981), del Rock and Roll (1992) y de la Música de Luisiana (2016), además de recibir un Grammy, su espíritu sigue vivo en el temático club Tipitina’s de Nueva Orleans.

En un puente entre los ecos tradicionales y la vanguardia musical, la Rebirth Brass Band, fundada en 1983 por los hermanos Phillip “Tuba Phil” y Keith Frazier junto con Kermit Ruffins, ha transformado el sonido de las brass bands al tejer ritmos de funk, soul, jazz y hip-hop con el espíritu callejero y festivo de las “second lines”. Surgió en el histórico barrio Tremé de Nueva Orleans y fue formada inicialmente por estudiantes de secundaria. La esencia de sus potentes líneas de metales y una energía arrolladora, ha conquistado escenarios internacionales y festivales como el Jazz Fest, sin abandonar su emblemática residencia semanal en el Maple Leaf Bar. Temas como “Do Whatcha Wanna” y “Feel Like Funkin’ It Up” se han convertido en la herencia del “Mardi Gras” de Fess. Además, sonaron en la serie Treme de HBO, reafirmando su lugar en el corazón colectivo de Nueva Orleans, especialmente tras el huracán Katrina.
En 2012, la banda ganó el Grammy al “Mejor Álbum de Música Regional” por Rebirth of New Orleans, reconocimiento que catapultó su carrera internacional. Su siguiente disco, Move Your Body (2014), consolidó su liderazgo con once pistas que combinan un groove irresistible, ritmos pesados y letras provocativas, reflejando el frenesí de una velada cualquiera en el Maple Leaf. Más allá de la música, Rebirth ha tejido lazos comunitarios profundos, su baterista Derrick Tabb cofundó The Roots of Music, una organización que ofrece formación musical a niños en riesgo, reconocida incluso por el expresidente Barack Obama. La banda también fue protagonista de una controversia en 2007, cuando Tabb y Glen David Andrews fueron arrestados por un desfile sin permiso durante un homenaje callejero, lo que desató una defensa pública de la música tradicional y derivó en iniciativas legislativas para proteger el patrimonio cultural del Tremé. El legado de la Rebirth Brass Band, también fue honrado recientemente tras la muerte de John “Prince” Gilbert, saxofonista clave del grupo y de la New Birth Brass Band. Su hijo Orlando organizó una “segunda línea” en su memoria, recordando que su padre no solo fue un innovador musical, sino también un pilar de la cultura viva neorleanés.
Actualmente, una de las figuras que ponen en alto la sonoridad de Nueva Orleans es Jon Batiste, proveniente de una familia con una larga tradición musical en esta entidad lírica de Luisiana, creció rodeado del jazz, el rhythm & blues y el “second line”, sonidos que marcaron su identidad desde la infancia. A los 11 años se volcó al piano y más tarde perfeccionó su técnica en la prestigiosa Juilliard School de Nueva York, donde obtuvo una licenciatura y una maestría en jazz. Su estilo es un puente entre el jazz, funk, soul, pop, gospel y música clásica, lo que le ha permitido crear un lenguaje musical propio, profundamente arraigado en la herencia afroamericana pero con proyección global. Su álbum We Are (2021), celebrado por la crítica, obtuvo el Grammy al “Álbum del Año”, y marcó un punto de inflexión con temas como “Freedom”, “I Need You” o “Tell the truth”, donde la identidad y la resistencia se transforman en un audible gozo.
Además de su carrera como solista, Batiste alcanzó popularidad como director musical del Late Show con Stephen Colbert, llevando el jazz en vivo a millones de espectadores con su banda Stay Human. También ha colaborado con artistas como Billy Joel, Beyoncé , Wynton Marsalis, John Legend y ha compuesto para documentales y películas, entre ellas Soul (2020) de Pixar, cuya banda sonora le valió un Oscar, un BAFTA y un Globo de Oro. Su activismo lo ha llevado a participar en movimientos como el March for Science y Global Citizen, y en sus “Motines de amor”, intervenciones callejeras que buscan reconectar al público con la música en vivo. En lo personal, su historia de amor y resiliencia con la escritora Suleika Jaouad también ha sido ampliamente reconocida como ejemplo de fortaleza emocional. Este 16 de mayo, el Museo GRAMMY y la Fundación Ray Charles otorgaron a Jon Batiste el primer Premio Ray Charles “Arquitecto del Sonido”, que celebra a los artistas que, como Charles, trascienden géneros y redefinen la creatividad musical: “Ray Charles es un faro para mí. Es un modelo de libertad artística y genio musical. Este premio es un honor que recibo con humildad”, declaró Batiste.


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