viernes, noviembre 15, 2024

HOMO ESPACIOS: Arte… por lo divino

Por Glen Rodrigo Magaña

Artículo especial de Homo Espacios para estos tiempos de pascua, donde mencionamos un poco de historia sobre dos emperadores romanos que permitieron que el cristianismo llegara a consolidarse como la religión oficial en el imperio romano; el dilema del arameo en los evangelios y algunos libros que analizan la lengua nativa de Jesús de Nazareth en el Nuevo Testamento; la catedral mayor más antigua de la iglesia católica; la escultura la Piedad de Miguel Ángel, única pieza firmada por el principal representante del Renacimiento; el engaño lírico del “Ave María” de Giulio Caccini, que resultó ser mucho más reciente y de la autoría del guitarrista ruso Vladimir Vavilov;  el cuadro del Cristo de San Juan de la Cruz (1951) y la fascinación religiosa en el surrealismo de Dalí; para culminar, daremos dos recomendaciones fílmicas-documentales, que se adentran en lo que sucedió después de la crucifixión de Jesús.

La “Pésaj”, palabra de origen hebreo que significa “paso” o “salto”, es la festividad que conmemora la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto, el paso que diera el pueblo hebreo con Moisés al atravesar el Mar Rojo y que converge con la Pascua -en latín “pascha”- de resurrección en el cristianismo. El periodo del Pésaj judío abarca del 19 al 27 de abril, mientras que el Tiempo Pascual en el año litúrgico dura cincuenta días, desde el domingo de resurrección hasta el domingo de pentecostés o la llegada del Espíritu Santo.

Adentrándonos en la historia del cristianismo, durante más de tres siglos existió mucha persecución hacia los seguidores de Jesús de Nazareth, Roma no aceptaría a estos “sectarios”, pero dos emperadores romanos del siglo IV darían otro rumbo y brindarían las facilidades para la edificación de una nueva religión.

Flavius Valerius Aurelius Constantinus o mejor conocido como Constantino I, quien después de triunfar en la Batalla del Puente Milvio en el 312 d.C. ante el emperador Marco Aurelio Valerio Majencio -que según Constantino lo atribuyera a una intervención divina-, decide convertirse al cristianismo, defender y seguir su doctrina.

En el año 313, ya como emperador, Constantino legaliza el cristianismo con el Edicto de Milán o la llamada “Tolerancia del cristianismo”, que si bien detuvo la persecución tenía una dificultad principal: cristianizaba las religiones paganas de Roma y esto permanecería así hasta el Concilio Ecuménico I de Nicea, convocado por el mismo emperador e integrado por 318 obispos en el año 325, que por cierto fue un tanto intolerante, al considerar como herejes y penalizar a aquellos cristianos que no aceptaran esta nueva doctrina oficial. El Credo, surgiría de este Primer Concilio Ecuménico.

El que prohibiría totalmente el paganismo sería el emperador Teodosio I el Grande, quien el 8 de noviembre del año 392, promulgara el Edicto de Constantinopla, que prohibía toda práctica no cristiana. El Símbolo niceno-constantinopolitano del Primer Concilio Ecuménico, sería la religión oficial del imperio romano con el Edicto de Tesalónica en el año 380 y esto daría como resultado el inicio de la ortodoxia universal o conocida en el mundo como “católica”.

Arameo… letras perdidas en el lenguaje del misticismo

El 30 de septiembre del 2016, el Papa Francisco escucharía el Salmo 53 en la lengua originaria de Cristo, en un encuentro con la comunidad siro-caldea en la iglesia católica caldea de San Simeón Bar Sabas, en Georgia, Estados Unidos. El canto tiene una profunda carga de misticismo, pero el dilema del Arameo, radica en que aún no se han descubierto documentos o evangelios oficiales en esta legua semítica y consonántica.

Mucho de este misterio radica en los mismos Evangelios Canónicos y las fechas en que se elaboraron.

Las referencias oficiales señalan que el Evangelio de Marcos es el más antiguo y que fue escrito en el año 68 o 73 d.C., lo controvertido de Marcos es el identificarlo, ya que existen distintas fuentes que lo muestran como hijo o traductor de Pedro, primo de Bernabé o acompañante de Pablo y su estilo de escritura fue en un griego deficiente.

El segundo evangelista, el apóstol Mateo, escribiría en los años 70 al 90 d.C. El evangelio se presume que fue escrito en griego, pero se sospecha que el original lo realizó en hebreo, que también es una lengua semítica, aunque no se tienen pruebas de esto.

El Evangelio de Lucas, según los historiadores y filólogos, es el mejor escrito, así como el más largo, en un griego bien cultivado, escrito aproximadamente en la década del 80 d.C.

Mientras que el Evangelio de Juan se realizó en distintos periodos y se terminó de redactar hacia los años 95 o 100 d.C., destaca que Juan fallecería en el año 100 o 101 d.C., a los 94 años de edad en Éfeso, Turquía, sitio donde se cree escribiera el Apocalipsis o el libro de las Revelaciones, aunque la prueba más antigua con la que se cuenta es el manuscrito escrito en papiro conocido como “El fragmento de San Juan”, supuestamente elaborado en el 125 d.C.

En el análisis sobre el arameo, existen tres recomendaciones que se adentran en los textos bíblicos con una visión semítica:

Huellas de arameo en los Evangelios: y en la catequesis cristiana primitiva (1997). El autor, Mariano Herranz Marco, sacerdote español y doctor en lenguas semíticas, así como de teología bíblica, quien al retomar diversos pasajes de los Evangelios del Nuevo Testamento nos brinda: “una hipótesis de una mala traducción de un original arameo podía explicar a la vez las dos cosas: la extrañeza del texto griego y el sentido, totalmente aceptable, del original semítico”, destaca la sinopsis de este libro.

El arameo en sus labios. Saborear los cuatro Evangelios (2013). Nativo de Sevilla, España, el filósofo e islamólogo Abdelmumin Aya, llega a la conclusión de que existe “un lugar natural de encuentro para musulmanes y cristianos. Y ese lugar es la palabra de Jesús”, el acercamiento a las palabras de Jesús que no aparecen en el Corán, sino en los textos evangélicos y apreciar en arameo la “Palabra de Dios” para los cristianos.

La pasión de Cristo: Una lectura original (2019). El padre José Miguel García Pérez, es un apasionado del paleocristianismo, ha publicado trece libros, de los cuales seis se enfocan a la Iglesia primitiva. En su más reciente entrega, este sacerdote madrileño, retoma varios de los momentos más significativos de la pasión de Cristo, desde el estudio del sustrato semítico de los textos evangélicos, los cuales buscan aportar claridad a los acontecimientos de los días santos.

San Juan de Letrán… madre y cabeza de todas las iglesias

En la arquitectura sacra, la Archibasílica de San Juan de Letrán es la más antigua de las basílicas mayores y primera en el orden establecido de las basílicas papales, antes que la de San Pedro en la Ciudad del Vaticano.

La historia de esta edificación data del siglo III cuando la familia romana de los Plauzi Laterani, fueran despojados y el delirante emperador Nerón confiscara este antiguo palacio. El benefactor de esta obra arquitectónica fue Constantino I, al ordenar que se construyera una monumental basílica cristiana y un baptisterio, con la anuencia de su esposa Fausta, ya que a este sitio se le conocía como la Domus Faustae.

Finalmente, en el 312, fue al papa número 32, Melquíades, que en aquel tiempo tuviera solo el título de obispo de Roma, a quien se le ofreciera este sitio para celebrar un concilio episcopal, pero oficialmente fue el Papa Silvestre I, en el 324, quien declaró la Catedral y el Palacio de San Juan de Letrán “Santísima iglesia de Letrán, madre y cabeza de todas las iglesias en la Urbe y el Mundo”.

La Catedral de San Juan fue sede central de la Iglesia Católica hasta el siglo XIV, cuando se decide que el Sumo Pontífice se trasladara al Vaticano y en el siglo XVI, el exigente papa Sixto V, en su obsesión por el “embellecimiento de Roma”, manda demoler el antiguo Palacio de Letrán e hizo construir en su lugar el edificio actual.

Actualmente, San Juan de Letrán luce sus dos fachadas: la primera realizada en el siglo XVIII, coronada por una balaustrada de Cristo y varios santos; mientras que la fachada secundaria está junto al obelisco. En su interior destaca la tumba del papa Martín V, los portones originales de la Curia del Senado en el Foro Romano, el ciborio del siglo XIV, el “Fresco del Jubileo” de Giotto di Bondone, la Capilla Corsini del reconocido arquitecto Alessandro Galilei, así como ser la entrada al Museo Histórico Vaticano.

La firma escultórica de Miguel Ángel… entre el dolor y la belleza

Si tuviéramos que representar al Renacimiento con un nombre, este sería Miguel Ángel Buonarroti, un naturalista bastante idealista del llamado “arte clásico”, en pocas palabras un genio florentino, que a sus primaverales 24 años lograra una de las obras más aclamadas en el arte sagrado… la Piedad, única pieza firmada por este icónico artista.

La Piedad fue un encargo que el Cardenal de Saint-Denis, Jean Bilhères de Lagraulas, le hiciera a Miguel Ángel. El contrato se firmaría un 26 de agosto de 1498, el tiempo para culminar la escultura sería de un año y el precio… 450 ducados de oro. Buonarroti entregaría la obra en tiempo y forma, pero el Cardenal fallecería días antes de la entrega. La escultura sería colocada en la Capilla de Santa Petronila del Vaticano y fue trasladada a su ubicación actual hasta el año 1749.

El artista, lograría esta gran obra con un solo bloque de mármol blanco, puede ser admirada desde cualquier ángulo, esto en el lenguaje escultórico es conocido como “Bulto redondo” y representa el dolor de la Virgen María al sostener en brazos el cadáver de su hijo Jesús cuando desciende de la cruz. La Virgen es retratada bajo la óptica renacentista, al enaltecer la juventud y posee un prodigioso manejo de las sombras, así como de la anatomía, los pliegues y variados detalles. Así, “El Divino” Buonarroti, logra expresar la belleza entre el dolor.

Ave María… un engaño lírico dedicado a Caccini

Las versiones musicales del “Ave María” son muchísimas, para darnos una idea, Wikipedia muestra 65 y menciona que son algunas de las tantas composiciones, tal vez las dos más famosas son la de Schubert y la de Bach-Gounod, pero la del compositor, profesor, cantante, instrumentista y escritor italiano renacentista-barroco, Giulio Caccini, es toda una mistificación en la música de cámara.

El verdadero autor de esta sublime aria, es el guitarrista y compositor ruso Vladimir Vavilov, quien naciera en 1925, escarmentara el terror de la dictadura estalinista y falleciera en la miseria a la edad de 47 años a causa de un cáncer de páncreas.

Resulta que Vavilov, se desarrolló artísticamente en la era del “revival” por la música antigua en la Unión Soviética y por alguna extraña razón, sus composiciones inspiradas en el barroco musical temprano las atribuiría a compositores de aquella época. En 1970 graba el disco Música de laúd de los siglos XVI-XVII, donde se escucha por primera ocasión y aparece como anónimo el compositor de esta intrínseca “Ave María”.

La farsa surgiría después de la muerte de Vladimir, el 11 de marzo de 1973. Sucede que el organista Mark Shakhin, quien colaborara en el disco de Vavilov, sería el que declarara y atribuiría el “Ave María” a Giulio Caccini.

Caccini, fue uno de los personajes clave en la aparición de la ópera, el “bel canto”… hablamos de que Giulio Caccini nació el 8 de octubre de 1551 y falleció el 10 de diciembre de 1618. Caray, si este compositor italiano hubiera vivido en el siglo XX y supiera que únicamente aparecerían las dos primeras palabras de esta oración litúrgica en el aria, seguramente se hubiera enfadado bastante por la falta de letra operística.

Cristo de San Juan de la Cruz… en el surrealismo religioso de Dalí

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, así se llamaba el gran pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español del surrealismo, quien experimentó una profunda fascinación por El Ángelus de Millet, escribiría en un ensayo de 1935: “Es la obra pictórica más íntimamente turbadora, más enigmática, más densa, la más rica en pensamientos inconscientes que jamás haya existido”. Fue tal su admiración, que en aquel año pintaría el cuadro “Reminiscencia arqueológica del Ángelus de Millet”.

Dalí realizó cerca de 260 obras con temática religiosa, de las pinturas más relevantes se encuentra La tentación de San Antonio (1946) o el Corpus hypercubus (1954), pero de los cientos de frescos sobre la crucifixión de Jesús, definitivamente me quedo con el Cristo de San Juan de la Cruz (1951).

El óleo surrealista de 205 por 116 centímetros, cuenta con muchos simbolismos cristianos, la perspectiva de la cruz que forma un triángulo que evoca a la Santísima Trinidad, Jesús como la única luz que existe para salir de la obscuridad, el pescador que prepara su red y un cuidador celestial.

Lo interesante de esta obra, es que Salvador Dalí, se inspiraría en un dibujo realizado por fray Juan de la Cruz, quien tuvo una visión de Cristo crucificado que plasmara en un pequeño papel entre 1572 y 1577, el cual Dalí descubriría en el convento español de la Encarnación de Ávila.

 

El séptimo arte… después de Cristo

Cerramos este artículo, con una recomendación fílmica y una serie documental que detallan qué fue lo que sucedió después de la crucifixión de Jesús de Nazareth:

Peter and Paul (EEUU – 1981). Presentado originalmente como una miniserie de televisión bajo el sello de la Universal Pictures y emitida por la cadena CBS. Anthony Hopkins interpreta el papel de Saulo de Tarso y Robert Foxworth a Simón Pedro “el pescador”. Saulo de Tarso era un ciudadano romano y un fariseo que buscaba destruir a la iglesia cristiana primitiva, esto cambiaría en un encuentro sobrenatural que tuviera con Jesús resucitado en el camino a Damasco, dejándolo ciego, hasta que Bernabé por encargo divino le devolviera la vista, posteriormente sería bautizado como Pablo y fue el único apóstol que no conoció en vida a Jesús. La película, narra la relación de Pablo con el líder de los cristianos, Pedro y su entrega para predicar la palabra de Jesús, hasta que el emperador Nerón, ordena sus ejecuciones.

-Deadly Journeys of the Apostles (EEUU – 2015). Serie documental de National Geographic, integrada por cuatro capítulos, que reconstruye las biografías de los apóstoles a partir de dos mil años de historia, quienes quedan esparcidos por todo el mundo, incluidos los últimos descubrimientos, controversias y teorías basadas en registros históricos, arqueología, evangelios apócrifos, así como investigaciones de los relatos bíblicos de los Apóstoles.

 

Estimados homoespacieros les comparto algunos enlaces sobre este artículo de arte sacro:

-Constantino I “El Grande” -documental-. https://youtu.be/lXDV2y_i62E

-“Salmo 53” -canto en arameo-. https://youtu.be/Xq3UX8yIBZI

-Basílica de San Juan de Letrán -reportaje-. https://youtu.be/hDekJH1gqQY

-La Piedad de Miguel Ángel -cápsula-. https://youtu.be/c1BeVeOHC1s

-“Ave Maria” –aria original interpretada por Vladimir Vavilov-. https://youtu.be/8TJOzKniBdg

-Cristo de San Juan de la Cruz –cápsula de la exposición Salvador Dalí en Madrid de 1952-. https://youtu.be/gkr40cIVOls

-Peter and Paul (1981) -fragmentos-. https://youtu.be/kb6at3VCIFw

-Deadly Journeys of the Apostles (2015) –serie-.  https://www.youtube.com/playlist?list=PLuzIpsPRg-U2Wgp_Q9Cl1iPIC5xxyg8fB

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