lunes, enero 27, 2025

Hallazgos mayas recientes, ocultos en la selva

Adrián García Aguirre / Campeche, Camp.

*Arqueólogos eslovenos ubicaron vestigios perdidos.
*Fue sobre terreno poco adecuado para el cultivo.
*Hay diferentes señales históricas de que ahí hubo vida.
*Fueron descubrimientos recientes, abril y mayo de 2024.

Vitan Vujanović, arqueólogo esloven estudiosos de la civilización maya, dice que todas las culturas antiguas requieren ciertas condiciones para cultivar sus alimentos, y es sabido que un terreno de difícil acceso por la selva y superficie irregular no son las ideales para vivir,
“Sin embargo -precisa- hubo pobladores de origen maya en un terreno de este tipo, en el que se construyeron pirámides e incluso un juego de pelota. Los restos de dicha población permanecieron ocultos hasta 2024”.
El hallazgo fue realizado por grupo de arqueólogos europeos a cinco kilómetros de Nadzcaán, en Campeche, en una exploración inicial en esta zona de humedales que se realizó con un escaneo láser en áreas inexploradas de la Reserva de la Biosfera Balam Kú; pero sin que se no se localizaran sitios arqueológicos mayores.
Esa muestra de la civilización maya se estableció en un sitio con características poco favorables para la agricultura y, contra todo pronóstico, una segunda revisión llevó al grupo de arqueólogos liderados por Ivan Šprajc, especialista del Centro de Investigaciones de la Academia Eslovena de Ciencias y Artes, a localizar una construcción piramidal.
Y no solamente eso, sino edificios de hasta trece metros de altura e incluso una cancha de juego de pelota cubierta con estuco del periodo Clásico Temprano (200-600 d.C.).
También se reconoció un sitio con estructuras sobre una elevación natural y un reservorio de agua rectangular y en su plaza principal una pirámide de mayor altura contenía una ofrenda con restos cerámicos y una punta bifacial de pedernal, cuya fecha se puede atribuir al periodo Posclásico Tardío (1250-1524 d.C.).
“Había parte de los hallazgos en una ofrenda, en un sitio que cuenta con bajos atravesados por flujos de agua intermitentes, también hay distintas elevaciones de terreno rocoso, así como capas delgadas de suelo, pues se trata de características poco favorables para la agricultura”.
Ante esto, el arqueólogo esloveno y sus acompañantes fueron autorizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia para trabajar, deduciéndose que esa ocupación antigua era de menor población a las aledañas.
Iván Sprajc destacó que prácticamente no hay terrazas de cultivo ni canales en los bajos, y los asentamientos son modestos con pocos edificios mayores y sin decoración arquitectónica. Además de que los monumentos son escasos, pequeños y sin grabados.
Esto fue lo que encontró el equipo de arqueólogos autorizados por el INAH en la selva maya, y efectivamente esto fue lo que encontró el equipo de arqueólogos encabezados por Sprajc y autorizados por el INAH en la selva maya, en la foto aparece el juego de pelota.
Esta investigación forma parte del proyecto “Ampliando el panorama arqueológico de las Tierras Bajas Mayas centrales”, tuvo lugar entre abril y mayo de 2024 y abarcó una zona de selva mediana en el municipio de Calakmul.
El área estudiada se encuentra entre la región de los Chenes y los poblados de Conhuás y Constitución, a lo largo de la carretera Escárcega-Chetumal.
El equipo de inspección -autor de una labor meritoria altamente reconocida dentro y fuera de México- está compuesto también por Octavio Esparza Olguín, Atasta Flores Esquivel, Quintín Hernández Gómez y el geodesta Alex Marsetic.
Sprajc concluyó que estos hallazgos indican la presencia de grupos humanos durante los últimos siglos antes de la llegada de los españoles, mucho después de la desintegración política y el decremento demográfico de las Tierras Bajas Centrales.
Esto fue lo que encontró el equipo de arqueólogos encabezados por Iván Sprajc y autorizados por el INAH en la selva maya.
El INAH señala que todavía falta analizar el material cerámico recolectado, dichos restos sugieren que la mayor ocupación se dio durante los periodos Clásico Tardío y Terminal (600-1000 d. C.), cómo consecuencia de migraciones tardías, derivadas del crecimiento demográfico en regiones vecinas y más favorables, especula el investigador.
“La impresión inevitable es que la cultura maya de esta región que acabamos de explorar, fue notablemente menos elaborada que en el Petén, hacia el sur, y las regiones de los Chenes y de Chactún, al norte y al oriente”, puntualizó el especialista del Centro de Investigaciones de la Academia Eslovena de Ciencias y Artes.

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