Por: Alberto Woolrich*
Bien lo decía San Agustín: La verdad debe de decirse aún cuando sea motivo de escándalo.
En el segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación, contra lo deseado por México, existen funcionarios del ámbito de procuración e impartición de justicia que son unos vulgares corruptos, no solo por recibir grandes o pequeñas cantidades de dinero, sino por aceptar consignas de pederastas con marcado poder económico y político, lo que resulta ser muy grave para nuestra justicia.
Ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, la que debería ser un sagrado recinto para procurarla, en fechas recientes la señora Regina Seemann Audiffred, realizó una denuncia en contra de ex marido de nombre Guillermo Alejandro Sesma Suárez, quien resultó ser un contumaz violador de sus tres menores hijos.
Es sabido por la abogacía independiente de la República que dicha causa contiene definidas aristas políticas y jurídicas de corrupción, en donde se tocan factores comprometedores para el Estado mexicano; al ser presentada la misma, quien fuera el Fiscal General de Justicia de la referida entidad Federativa, reaccionó por medio de innumerable medios, para primero lograr la impunidad del vicioso y pervertido padre de familia y como segundo punto pretender encarcelar a quien tuvo el valor civil de efectuar dicha denuncia.
Hoy el recinto de procuración de justicia a cargo de la nueva Fiscal, tiene como obligatio actuar en puridad, con el objetivo primordial de efectuar una limpia a fondo de todos aquellos servidores públicos que han cometido deleznables actos de corrupción en la oficina que debe procurar justicia para todos los habitantes de la Ciudad de México.
En las presentes líneas, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, quisiera de manera directa y concreta hacer referencia al abuso sexual cometido por el personaje político y económico ya referido y, específicamente a la persecución que altos funcionarios de la fiscalía y del Tribunal Superior de Justicia de esta capital, efectuaron para tratar de privar de la libertad a la Sra. Regina Seemann Audiffred (quien tiene y conserva la guarda y custodia de sus menores hijos), dicha vindicta dio origen al hecho que se pretendiera entregarlos a su depravado padre; quizá con el objeto de que este pervertido diese continuidad a su aberrante conducta.
Recámaras de los menores víctimas.
A todos los mexicanos de bien, a la familia de esos menores agraviados, a sus afectos, a la abogacía de dignidad que aún existe en el entorno de procuración e impartición de justicia, a la propia justicia que pregona el segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación le gustaría constatar, que no solo se investigue, procese y condene a ese pederasta familiar, sino que también a todos esos corruptos de la institución que desviaron la ley prostituyendo la justicia.
No resulta adecuado ni sosteniblemente jurídicamente el hecho de que se pretende encarcelar a esa valiente mexicana que lucha por la dignidad y recuperación emocional de sus hijos; la fiscal en turno debe demostrar que guardando las formas que conforme a derecho proceden y de cara al pueblo definir que verdaderamente existe la justicia en este segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación, con ello obtendrá que la sociedad y el gremio de la abogacía queden satisfechos por el respeto que se le dé a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Cuando el poder y el dinero se imponen… pero no para siempre! (Aquí las víctimas del depravado).
La Primera Magistrada de la Nación Dra. Claudia Sheinbaum Pardo y la recientemente nombrada Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, tienen no solo en sus manos el destino emocional de esos menores, también tienen el destino de la justicia.
Vincit omnia veritas
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C.