CIUDAD DE MÉXICO, 13 de agosto (AlmomentoMX).- Para las ciudades de América Latina y el resto del mundo habitar la centralidad es un tema esencial, ya que en el siglo XXI la mayor parte de la población vive en las ciudades, lo que ha generado nuevos retos como el cuidado ambiental y el desarrollo sustentable, afirman René Coulomb Bosc y Víctor Delgadillo Polanco, académicos de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Dichas reflexiones forman parte de Habitar la centralidad urbana, publicación que reúne las aportaciones iniciales del seminario Hábitat y centralidad, realizado en 2013 por académicos del área de Sociología Urbana de la UAM Azcapotzalco y otras universidades.
El proyecto de investigación profundiza en el conocimiento de la problemática que caracteriza las áreas centrales de la Ciudad de México, particularmente en lo que respecta a la interacción entre la función de residir y las distintas dimensiones de centralidad.
Como parte del capítulo introductorio, Coulomb Bosc y Delgadillo Polanco apuntan que el tema de la transformación de las áreas urbanas céntricas cobra creciente interés en un momento en que los cambios de la economía y la política planetaria, así como la preocupación por el cambio climático han conducido al impulso del desarrollo sustentable.
Ante esta problemática, agregan, un conjunto de políticas públicas urbanas en varias ciudades latinoamericanas ha pretendido frenar la expansión urbana y redensificar las áreas centrales de las urbes a través del impulso de programas que promueven la rehabilitación, ampliación y creación de espacios públicos en esas zonas.
Este renovado interés también es producto del capital inmobiliario y un conjunto complejo de factores que abarcan políticas facilitadoras de la redensificación habitacional y la promoción del patrimonio urbano.
“La expansión urbana ha llevado a la progresiva periferización de nuevos espacios de centralidad, que se denominan como nuevas centralidades, es decir, se ha transitado de una ciudad monocéntrica a una estructura urbana poli-céntrica en un claro proceso de metropolización de varias ciudades latinoamericanas”.
Pese a lo anterior, las regiones centrales siguen concentrando una parte importante del empleo vinculado a las actividades del comercio, los servicios y de distintas funciones de gobierno, con el desplazamiento en el espacio y en el tiempo del uso habitacional.
Por ello es necesario profundizar en el conocimiento de las problemáticas que caracterizan esas áreas de la Ciudad de México, la interacción entre la función de habitar y las políticas públicas, así como la conflictividad socio-espacial que enfrenta la gestión urbana en estos lugares en disputa.
“Las formas y prácticas sociales del habitar en los centros de ciudad son bastante contrastadas, como lo son también los impactos socioespaciales de las distintas políticas y acciones habitacionales que han llevado a cabo tanto las instituciones públicas como los desarrolladores inmobiliarios privados, sean éstos capitalistas o sin fines de lucro”.
Los investigadores apuntan que todo ello representa un amplio desafío tanto para lineamientos públicos sectoriales como para la planeación territorial, la gestión urbana y la gobernabilidad democrática de la ciudad.
“Construir y volver operativo un instrumento de difusión del proceso investigativo hacia los tomadores de decisiones y los actores sociales, económicos y políticos vinculados con la formulación de políticas y el diseño de formas de gestión destinadas a los espacios de centralidad urbana e histórica en la Ciudad de México”.
Los ejes de su trabajo se enmarcan sobre las dinámicas urbanas, la conflictividad socio-espacial y los procesos de transformación de los espacios en la capital, aspectos que concatenan en una reflexión teórica y metodológica.
Dicha investigación integra un doble análisis, por un lado las políticas públicas referidas al hábitat de las áreas centrales, por el otro, las dimensiones sociológicas y antropológicas de lo que significa habitar la centralidad.
AM.MX/fm