viernes, abril 19, 2024

Gabriel Jesús, el niño de Jardim Perí se fue al Manchester City

Luis Alberto García / Moscú

*Pintaba calles en su barrio y hoy es símbolo del nuevo Brasil.

*Palmeiras y el club inglés, sus únicos equipos profesionales.

*Solo “Pelé” supera los números del goleador de Pep Guardiola.

*Logró marca de nueve goles en sus primeros partidos con la “canarinha”.

*Debutó con un doblete a Ecuador en las eliminatorias para Rusia.

 

 

Los Campeonatos Mundiales son un punto y aparte: se retiran jugadores, se van entrenadores, las selecciones entran en fases de experimentación y, de pronto, aparece alguna estrella en el firmamento futbolístico universal, como ocurrió con el niño “Pelé” en 1958.

 

Y así pasó en vísperas de la Copa FIFA / Brasil 2014, cuando apareció Gabriel Fernando de Jesús, un quinceañero que, vestido con los colores rojo y negro del Flamengo, ayudaba a sus amigos de Jardim Perí, en los suburbios de Sao Paulo, a pintar las calles con los colores verde y amarillo de la bandera nacional, tradición de su barrio antes de cada Campeonato del Mundo de futbol.

En aquella época, el adolescente ya despuntaba como goleador promisorio de las fuerzas inferiores del Palmeiras; pero pocos podían imaginar que, en un periodo tan breve, se convertiría en uno de los atacantes más cotizados y explosivos del futbol paulista, y luego centro delantero del equipo nacional, que no es cualquier cosa.

Jugó seis partidos en los Juegos Olímpicos, hizo tres goles y cooperó en otros tres, ganando la medalla de oro antes de cumplir los 19 años –nació el 3 de abril de 1997 en Sao Paulo-, cuando ya figuraba en el Palmeiras como un jugador temiblemente ofensivo.

“Siempre fui un soñador”, escribió Jesús al divulgar las fotos de 2014 en las que aparece descalzo y manchado con la pintura que desborda un recipiente amarillo, pero pasada la Copa FIFA de Rusia, el artillero consentido de Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, ya no ayudará a sus amigos a decorar las calles de su barrio, antes del Campeonato Mundial de Qatar en 2022.

En las eliminatorias regionales debutó anotando dos goles a Ecuador, y pronto estuvo entre los jugadores confirmados por el técnico “Tite” para ir a Rusia; pero lo acabó de convencer ante Alemania, el 27 de marzo de 2018, cuando marcó el único gol del juego, para conseguir la victoria que levantó la autoestima de la selección brasileña, aún sacudida por la sombra del 1-7 de 2014.

Ese partido en Berlín fue emblemático para Brasil, tanto que, a pesar de ser un amistoso, “Tite” hizo solamente un cambio: Philippe Coutinho por Douglas Costa, sin embargo, jugador de toda la confianza del técnico, Gabriel disputó todo el encuentro.

Y aunque según su propia apreciación, no fue su mejor jornada con la “canarinha” reconoció que no estuvo bien técnicamente: “Fallé pases y remates que no acostumbro a fallar”.

Con todo, Gabriel Jesús es símbolo de un Brasil en renovación, pese a la amarga caída (2-1) ante Bélgica en semifinales el 6 de julio de 2018 en la Arena de Kazán, en algo que, si de eso se tratara, hizo menos doloroso el recuerdo del desastre del estadio Mineirão, al frenar en marzo de 2018 la racha de Alemania, que no perdió sus anteriores 22 partidos oficiales.

Un minuto antes de anotar el gol de cabeza, el 9 de Brasil desperdició una buena oportunidad de abrir el marcador, lidió bien a dos defensas y pateó fuera del arco; pero hasta en días poco inspirados Gabriel Jesús proporciona movilidad y agresividad al ataque brasileño, como ocurrió en Rusia, sin que importara mayormente si anotaba o no.

Delantero activo, abrió espacios –como se lo indicó “Tite” Bacchi- para la llegada de los centrocampistas y conseguir así desestabilizar a las defensas rivales con sus movimientos inteligentes y bien calculados.

Después de la llegada de “Tite” a la dirección técnica de Brasil en junio de 2016, Gabriel Jesús es considerado el futbolista que mejor representa la renovación llevada a cabo por el entrenador riograndense, quien apostó por el delantero para quedarse como titular en un puesto envidiado por muchísimos arietes.

Pudo conseguirlo después de su destacado papel en la conquista del primer oro olímpico del país en los Juegos de Río con el par de goles a Ecuador y provocando un penal, consolidándose junto con “Marquinhos”, Casemiro y Coutinho, pero con un ascenso más que notable.

Con nueve goles, fue el máximo realizador en la fase premundialista de la verde amarela por encima de Neymar, porque la dinámica de Gabriel Jesús es impresionante según “Tite”: “Participa mucho del juego y, al mismo tiempo, tiene olfato de gol, siempre bien posicionado para finalizar y con una adaptación rápida en el equipo debido a su calidad”.

A fines de 2016, tras ayudar al Palmeiras a conquistar el campeonato brasileño, dio el salto a Europa pretendido por el Real Madrid, que apostó fuerte por su fichaje; pero finalmente firmó con el Manchester City por 33 millones de dólares y bajo el mando de Pep Guardiola, quien lo ha ayudado a evolucionar física y tácticamente.

La figura del técnico catalán fue importante para su rápida adaptación al futbol inglés, evitando que cayese en el desánimo tras diversos errores en sus inicios; pero los datos son reveladores: en sus primeros 25 primeros partidos con el Manchester City anotó quince goles y dio seis asistencias.

Con la titularidad garantizada en el bolsillo por su paso estruendoso como romperredes, un problema en la rodilla izquierda lo frenó durante los dos primeros meses de 2018, y lesionado el 24 de diciembre de 2017 regresó a finales de febrero de 2018, haciendo un gol a su vuelta como suplente; pero luego clavó otros dos en cinco partidos, ya como titular.

Y pese a ser el predilecto de Pep Guardiola, se alternó en el puesto con Sergio “Kun” Agüero porque ser un delantero luchador, que no se resiste a elaborar jugadas colectivas, aunque todavía necesita aprender a conducir menos individualmente la pelota.

En la selección brasileña ya tiene los rangos de inamovible e intocable, pese al empuje de Roberto Firmino, delantero del Liverpool, aunque eso no preocupa mucho a Gabriel, puesto que su irrupción en la selección de Brasil es de tal calibre, que solamente “Pelé” ha logrado más goles -19- que él en sus quince primeros partidos.

Han sido nueve tantos que superan las marcas de Neymar y Romario de Souza e igualan la de Ronaldo Luiz Nazario, contabilidad que hace que el joven simbolice la esperanza de la consagración de un nuevo goleador.

Sin haber anotado en Rusia, a sus 21 años fue un referente en el ataque de Brasil, que no se presentaba a un Campeonato Mundial con un delantero tan joven desde el “Fenómeno” Ronaldo en el último torneo mundialista del siglo XX, a donde llegó con el “Balón de Oro” y lideró a una selección que claudicó (3-0) ante Francia en la final del 12 de julio de 1998, en el estadio parisino de Saint Denis.

Hay un antes y un después de la Copa FIFA / Rusia 2018, con retos mayúsculos para Gabriel Fernando de Jesús que, si se lo propone, deberá afrontar con orgullo y felizmente la cita de Qatar en 2022; pero con responsabilidades bastante mayores que las de años atrás, cuando su única obligación era pintar y dejar bonitas y coloridas las calles de su barrio de Jardim Perí, suburbio del gigantesco Sao Paulo.

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