CHIHUAHUA.- A petición de las autoridades de Chihuahua, el exgobernador César Duarte Jácquez está siendo trasladado -en este momento- a México, procedente de Florida, Estados Unidos.
El pasado 8 de noviembre, una jueza de Florida admitió la extradición del exgobernador a solicitud de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
De acuerdo con La Opinión de México, a las 14:40 horas, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) el ex Gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez.
En un avión de la Fiscalia General de la República (FGR) el ex mandatario fue recibido por elementos de la Fiscalía de la República y trasladado inmediatamente al examen médico de rutina.
En un vuelo sin demora, Duarte Jáquez responderá a los delitos de peculado, peculado agravado y delitos electorales, entre otros.
El ex mandatario será llevado a Chihuahua en un para de horas para que enfrente a la justicia en ese estado, quien lo pidió en extradición.
Una vez en territorio nacional, Duarte Jáquez será puesto a disposición de las autoridades de Chihuahua, que, a su vez lo presentarán ante el Juez de Control del Distrito Judicial Morelos, de dicha entidad, quien libró la orden de aprehensión en su contra el 8 de octubre de 2019, informó la Fiscalía General de la República.
El órgano autónomo recordó que al exmandatario se le acusa del desvío de más de 96 millones de pesos, procedentes del erario y extraídos entre los años 2011 y 2014; en contubernio con otros servidores públicos y particulares.
HISTORIAL
El pasado 8 de noviembre, una jueza con sede en Miami, Florida, determinó que Duarte Jáquez era susceptible de extradición al considerar válida la denuncia de peculado.
“Existe causa probable para creer que cometió los delitos imputados en la denuncia de extradición”, señaló la magistrada de la Corte de Miami, Lauren Louis en ese momento.
El otrora gobernador fue detenido en Estados Unidos en julio de 2020, acusado de peculado y desvío de 96 millones 685 mil 253 pesos hacia las empresas Unión Ganadera Regional División del Norte de Chihuahua y Financiera de la División del Norte, de las que era accionista mayoritario.
Además de otros 250 millones de pesos en beneficios de campañas proselitistas del PRI, partido que posteriormente lo expulsó.
Además, se le señala por haber dejado una deuda al estado por más de 48 mil millones de pesos.
Por estos y otros delitos, el imputado acumula 21 órdenes de aprehensión, de las cuales 20 fueron obtenidas por la Fiscalía de Chihuahua y una más por la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade), que derivaron en una ficha roja de la Interpol, el 31 de marzo de 2017.
Cuatro años después, César Duarte fue detenido en Miami, Florida, dos horas después de una reunión entre los presidentes de México y Estados Unidos.
Participó en la Operación Zafiro
César Duarte fue uno de los siete mandatarios que desviaron 650 millones de pesos a 12 empresas fantasma relacionadas con un esquema de financiamiento ilícito a campañas proselitistas del PRI, en 2017.
De acuerdo con reportes periodísticos, el exmandatario de Chihuahua realizó estos desvíos en colaboración con el entonces dirigente del PRI, Malco Fabio Beltrones, y el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray.
En este esquema también habrían estado implicados Jorge Herrera Caldera, entonces gobernador de Durango, y Claudia Pavlovich, otrora gobernadora de Sonora.
TAMBIÉN FUE “CUATRERO”
Los ex gobernadores de Chihuahua y Nayarit, César Duarte y Roberto Sandoval, respectivamente, son copartícipes del descarado robo de más de tres mil vacas y borregos, cometido en 2015, causando la quiebra del sector ganadero, afectado seriamente por la sequía, pues nunca recibieron el ganado por el que pagaron por adelantado.
La corrupción une a amos gobernantes, militantes del Partido Revolucionario Institucional, quienes de manera ilegal se enriquecieron, y lo peor de todo, buena parte del botín lo repartieron entre sus amigos y familiares.
La historia inicia en junio de 2015, con el arribo a Mazatlán, Sinaloa, de un barco proveniente de Nueva Zelanda, en el cual habían tres mil 500 cabezas de ganado, los cuales eran la esperanza del sector ganadero.
Mientras que los borregos se fueron al Estado de México, las reses de las razas Hereford y Angus, destinadas a la producción de carne, se dividieron entre Hidalgo y Chihuahua.
El objetivo era destinar mil 408 reses a los pequeños productores de Chihuahua, las cuales representaban una esperanza para después de dos años de sequía. Ante la escasez de alimento, muchos ganaderos se habían enfrentado a la disyuntiva de sacrificar algunas reses para la supervivencia de otras.
Cabe destacar que para remediar la crisis, a mediados de 2014, se implementó en Chihuahua un programa de “repoblamiento de cría”, es decir, cruzar reses extranjeras con locales.
Es una práctica frecuente, que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) pone en marcha en diversas regiones de la república.
En esta ocasión lo impulsaba el propio gobernador de la entidad, César Duarte, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural del estado, con el objetivo de aumentar el número de animales e incrementar sustancialmente la calidad de la carne.
El esquema preveía que los productores medianos y pequeños podrían obtener hasta 10 vaquillas, mientras que las organizaciones ganaderas recibirían máximo 45 cabezas.
De acuerdo con los documentos oficiales, el valor total de los animales superó los 700 mil dólares, cerca de 11 millones 32 mil pesos, según el tipo de cambio vigente entonces. Estos datos provienen de un convenio marco firmado desde 2011 que daba legalidad a la asignación de vacas.
Pero no fue el caso con este casi millar y medio de vacas.
El destino de los animales que llegaron en junio de 2015 de Nueva Zelanda se torció en inconsistencias burocráticas y una deliberada mezcla de registros y métodos de reubicación de las reses, según consta en registros de tránsito de ganado y documentación de la Secretaría de Desarrollo Rural de Chihuahua.
Las vaquillas llegarían a México a una edad que oscilaba entre los 12 y 18 meses, aún sin ser esas moles de poco más de media tonelada, buena parte eran “vientres”, es decir son hembras y de hecho venían cargadas.
Así que la esperanza para los pequeños productores era mayor: obtenían la vaca y una cría.
Incluso, programas similares se han aplicado con recursos federales y, en este sexenio, forman parte de la Cruzada contra el Hambre, con lo que se busca que los ganaderos de municipios que tienen bajos índices de desarrollo tengan la posibilidad de generar un mercado autosustentable.
El apoyo ganadero no llegó a muchos de los nombres que incluía un convenio firmado entre las autoridades del anterior gobierno estatal y la Unión Ganadera División del Norte, y que lo mismo ocurrió con un acuerdo entre esa unión y Financiera Rural, organismo federal que otorgó las garantías líquidas, la cual respaldaba a los ganaderos para que fueran sujetos de crédito.
AM.MX/fm